Juan 12:1-3 “Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde
estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los
muertos. Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que
estaban sentados a la mesa con él. Entonces María tomó una libra de perfume de
nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus
cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.”
Hoy día deseo mirar a dos
personajes que vuelven aparecer Marta y María, ya anteriormente las habíamos
visto cuando Jesús Marta se queja con el Maestro y le dice: “Marta, Marta, afanada y turbada estás con
muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena
parte, la cual no le será quitada.” (Lucas 10:41-42).
Aquí nuevamente vemos a Marta
sirviendo a los que estaban en la mesa, pero María tenía una sorpresa, ella
había preparado un perfume de nardo, este perfume de nardo tenía dos
características el primero era un perfume puro, es decir un perfume que no
estaba alterado, y por consiguiente su segunda característica es que era caro.
María quería dar un regalo al
Cristo pero no quería entregarle cualquier cosa quería darle algo valioso, para
ello escogió un perfume muy fino y valioso, mientras que Marta entregaba otro
tipo de regalo a Dios… su servicio.
Aquí podemos ver a dos mujeres
que amaban al Señor, la una entregaba su servicio como muestra de su amor,
mientras que la otra entregaba lo más valioso que tenía. Muchos de los que
amamos arde en nuestro pecho un profundo deseo de servir a Dios para mostrarle nuestro
amor y nuestro agradecimiento. Pero eso muchas veces hace que perdamos la mejor
parte.
Recuerdo que hace unos años cuando
servía a Dios, yo me sentía muy gozoso de poder hacerlo y lo serví durante muchos
años, pero no descuidé el ser pueblo, el gozarme, el alabar y escuchar su palabra,
pero Dios quería que le entregue algo de mucho valor. Él quería que le entregue
mi perfume de nardo puro de mucho precio. Y por ahora estoy sentado en la
banca, esperando mi turno J
para servirle nuevamente.
Pero estoy con la mejor parte
porque me pregunté ¿Cuál es mi perfume de nardo puro?, y me di cuenta que es mi
tiempo, aquellos que me conocen íntimamente conocen que el tiempo para mí es
muy valioso. Y es precisamente eso lo que Dios me ha pedido… mi valioso tiempo J.
Anoche fue la confirmación cuando
el apóstol de la iglesia a la que asisto pidió que dediquemos tres horas para
orar, y la verdad es que desde hace un tiempo atrás he derramado mi perfume a
los pies de mi Señor y he escogido la mejor parte. Enamorando a mi Señor y
pasando tiempo con él… a veces hasta altas horas de la noche (como anoche),
tiempo en el cual he sentido su presencia. Muchas cosas sobrenaturales pasan
cuando estas en su presencia.
Ahora te pregunto ¿Cuál es tu
perfume de nardo puro?, te animo a que lo descubras y lo derrames delante de tu
Señor y elijas la mejor parte.