miércoles, 12 de septiembre de 2018

Características de un siervo


2 Tim. 2:1 “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.”

Las cosas importantes en la vida requieren de esfuerzo, requiere esfuerzo el salir bachiller, el terminar una carrera en la Universidad, en comprar una casa, el mantener a flote un matrimonio, en la vida el esfuerzo es importante. Está bien que nos esforcemos, pero en esta ocasión Pablo nos está diciendo que nos esforcemos en algo mucho más importante, Pablo nos dice que nos esforcemos en la gracia.

La gracia es la que te permite continuar cuando quieres renunciar, la gracia es la que te permite avanzar cuando quieres volver atrás, la gracia es la que te sostiene, la gracia es la que te abre puertas, la gracia es la que te da ideas, la gracia es ese regalo que da Dios por medio de Jesucristo. Si no hay gracia vas a renunciar al ministerio, si no hay gracia vas a tirar la toalla, si no hay gracia el servicio te parece cansador.

Hay algunas personas que intentan vivir sin la gracia, pero fracasan porque al primer problema renuncian, porque a la primera prueba están pidiendo auxilio. La gracia es muy importante en la vida cristiana, porque la gracia da estabilidad al cristiano, buscar la gracia de Dios es un requisito para el siervo de Dios.

2 Tim 2:2 “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.”

Dios está buscando hombres fieles para darles tareas específicas, Dios sabe que si da una tarea importante a un flojo, el flojo busca cualquier excusa para no completar la tarea, en cambio el hombre fiel busca completar la tarea, y si falla la primera vez vuelve a intentarlo una segunda y una tercera hasta que logra completar la tarea, el hombre fiel no presenta excusas el hombre fiel entrega resultados.

También Dios nos alienta a través de Pablo a multiplicarnos a buscar hombres y mujeres como nosotros que estén dispuestos a entregarlo todo por Dios, que amen a Dios por sobre todas las cosas, pero esto nuevamente se consigue solamente mediante la gracia.

Tenemos la capacidad de multiplicarnos, en el pueblo de Dios no hay persona estéril, en todos los sentidos, no hay estéril en ideas, no hay estéril en la capacidad de multiplicarnos biológicamente, no hay estéril en la capacidad de multiplicarnos mediante la fe, las ideas, y lo que emprendamos. Dios nos alienta a que nos multipliquemos.

Ahora une la capacidad de multiplicarte, con la fidelidad; no hay quien te detenga; con seguridad el Señor va a bendecir tu vida y todo lo que emprendas, por eso el Señor dice si eres fiel en lo poco, en lo mucho te pondrá. Dios no va a darte un ministerio grande de entrada, Dios no va a ponerte de gerente de una empresa, Dios no va hacerte millonario de la noche a la mañana; es necesario que tu fidelidad y tu capacidad multiplicación sean probadas.

La tercera característica que Dios está buscando en los siervos es que sean idóneos, una persona idónea es aquella que cumple a cabalidad con los requisitos para una función específica, es necesario que te preguntes, este es realmente mi llamado, es esto para lo que Dios me ha llamado, me siento realizado con el ministerio que Dios me ha llamado.

Como buen cristiano es necesario que pertenezcas a un ministerio, y máximo a dos ministerios porque si perteneces a más ministerios tu vida personal, tu relación con Dios, tu trabajo, tu familia, tus estudios pueden verse afectados. Esto no es válido para aquellas personas que han sido llamadas a tiempo completo a la obra. Aun así es muy importante saber discernir a lo que hemos sido llamados.

Tal vez este no sea tu ministerio final, tal vez este sea un ministerio de paso, pero si estás en este lugar es porque Dios quiere trabajar en algún área de tu vida, si estás en este lugar es porque Dios quiere moldear algún área de tu vida.

Pero no solamente es necesario saber si estás en el lugar correcto, si eres la persona ideal para el ministerio, la pregunta también es ¿Estás en tu mejor momento ministerial? Es decir ¿esto es lo mejor que puedes darle al Señor, o hay algo más? Si la respuesta es No, es necesario que reflexiones y le preguntes al Señor ¿Qué más quieres de mí?, ¿Qué impide mi crecimiento?, ¿Será que estoy manejando una agenda personal?

Tienes muchas cualidades pero es necesario que se la entregues al Señor y que sea el Señor llevándote donde Él quiere que le sirvas de la manera que Él quiere que lo hagas. No intentes ayudar al Dios. Cuando tratamos de ayudar a Dios, vamos a meter la pata, como lo hizo Sara. Dios había prometido descendencia a Abraham, pero era demasiado mayor y Sara terminó ofreciéndole a su sierva Agar, Abraham tuvo un hizo en Agar y con el tiempo la misma Agar terminó siendo un problema para Sara. Deja que Dios en su tiempo sea llevándote y mostrándote lo que tienes que hacer.

Tres cualidades Dios busca en un siervo: Fiel, que sepa multiplicarse y que sea la persona ideal en el ministerio.

2 Tim. 2:”Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.”

A algunos le han enseñado un cristianismo barato, creyendo que entras en una burbuja y que nada te va a tocar, pero no es así; cuando miras la vidas de los siervos de Dios puedes ver una vida de entrega, de sacrificio, muchos entraron a la cárcel, fueron azotados, perseguidos, apedreados, humillados, asesinados, conspiraron contra ellos.

Lucas 22:31 “Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.”

En ningún momento Dios nos está diciendo que vamos a estar exentos de las pruebas, pero lo que Dios si nos promete es que no nos va a faltar la fe y juntamente con la prueba Dios nos va a dar la salida.

La vida del siervo cristiano es dura, tal vez ahora mismo muchos de nosotros estamos pasando por pruebas, y las áreas donde mayor ataque recibimos los cristianos es en la familia, un hijo que no quiere seguir los planes de Dios, un esposo alejados de los caminos del Señor, una esposa que se aparta de Dios, una enfermedad grave dentro de la familia; pero el Señor dice “bástate mi gracia”.

Pero sabes que es lo que le agrada a Dios que a pesar de las pruebas permanezcas firme sirviendo a Dios, a pesar de las pruebas seas fiel a Dios; y te aferres más a Dios; así como Ana, en lugar de quejarse contra Dios, se aferró a Dios y pidió misericordia.

Tal vez tu líder o tu pastor no sepan por lo que estás pasando, pero Dios sabe que estás sufriendo, y cuando Dios es el que te ve servir a pesar de todas las penalidades dice la palabra que tú le agradas, porque tu fe está siendo probada y estás permaneciendo firme a pesar de todo.

La palabra enseña que hemos sido tomados por soldados y es Dios mismo que nos llamó a servirlo a su servicio. Por lo tanto es importante que busquemos agradar a Dios. Si buscamos agradar a Dios agradaremos al Apóstol, al Líder, a quien sea.

Una característica de un buen soldado, es la disciplina que tiene, el buen soldado es alguien que obedece a su comandante. David cuando fue perseguido, se refugió en una cueva, allí sólo había ladrones, cobardes, fugitivos, todos eran unos perdedores, pero tenían a David y David los instruyó y se convirtieron en su ejército.

Pero de ellos hubieron tres hombres que se destacaron por sobre los demás y cuando la Biblia menciona a los valientes de David, y los menciona dice la palabra, ninguno era como los tres primeros. Pueden haber mil diáconos en el ministerio pero busca ser uno que destaca por sobre los demás y que se pueda decir, ninguno siervo como este siervo, leal, valiente, fiel, idóneo.

La disciplina destaca en un buen soldado, en un guerrero de Dios; la disciplina para buscar de Dios, para leer su palabra, para adorar, para orar, para servir en el ministerio. La disciplina en estas áreas hace temblar al infierno; cuando el enemigo te vea servir, que le tiemblen las piernas, que diga ninguno diácono como este hombre, ninguna diaconiza como esta mujer.

Algo que me llamó mucho la atención es que dice: Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida. Esto no quiere decir que tienes que dejar todo para encerrarte en la iglesia. En los primeros años de la iglesia muchos vendieron sus propiedades pensando que Cristo venía, hoy en día muchos no estudian, no se preparan pensando que Cristo viene en tal o cual año.

Pero la idea no es que de alejes del mundo, la idea es que tienes que separarte de todo aquello que te estorba para crecer en la vida cristiana. Dejamos atrás el pecado, dejamos de lado los deseos de la carne. Evidentemente vivimos en el mundo, pero no pertenecemos a este mundo.

2 Cor. 10:3 “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;”

Este pasaje es más claro aún, tenemos un cuerpo físico, pero eso no quiere decir que le damos rienda suelta a nuestros deseos pecaminosos, por el contrario, lo que hacemos es tener disciplina, morimos a estos deseos pecaminosos, para poder agradar a nuestro Señor a aquel que nos llamó.

Cuando llega el momento entre elegir entre nuestros deseos y los deseos de Dios para nuestra vida, la respuesta es clara, preferimos elegir la agenda de nuestro Señor y dejamos de lado nuestra propia agenda.
Pero todo esto no lo podemos lograr solamente con buenas intenciones, la única manera de ser un siervo fiel, capaz de multiplicarnos, ser idóneo, ser un buen soldado, de agradar a Dios es buscando la gracia de Jesucristo, si no buscamos esa gracia, estamos incapacitados para ser buenos siervos.

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sábado, 1 de septiembre de 2018

Raíz de Amargura


Hebreos 12:15 “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;”

El regalo más grande que nos dejó Jesús en la cruz del calvario fue la salvación, pero la salvación es un regalo que podemos perder. Somos responsables de cuidar la salvación que nos ha dejado. La gracia de Dios podemos perderla, la gracia de Dios es el perdón de nuestros pecados por medio la expiación de nuestros pecados por medio del sacrificio que hizo en la cruz del calvario.

¿Hay algún pecado que Dios no perdone? Existe un pecado que Dios no perdone, el único pecado que Dios no perdona es la blasfemia contra el Espíritu Santo (Mateo 12:31; Marcos 3:29). La palabra nos enseña en la parábola de los deudores (Mateo 18:23-35) que Dios no perdona cuando nosotros no queremos perdonar. Somos hijos de Dios y a Dios le duele cuando ve a sus hijos que están en su corazón con falta de perdón, este motivo es causa suficiente para que dejemos de alcanzar la gracia de Dios.

El enemigo tiene a muchos cristianos presos en este pecado que se llama falta de perdón, pero en esa cárcel los mismos presos tienen la llave para ser libres, esa llave se llama perdón, por eso es muy importante que perdonemos a todas aquellas personas que en algún momento nos hayan hecho daño. La semana pasada hemos visto el tema del perdón, Dios no te dice perdona si sientes, Dios te dice simplemente perdona, sin importar que creas que tú no tienes la culpa, simplemente perdona.

Si no has hecho una lista de perdón, es necesario que la hagas, en esta lista estarán todas aquellas personas que te han lastimado, que te han ofendido de alguna manera y que no has perdonado, y empieza a perdonarlas, empieza a liberarte de las cadenas que te tienen atrapado, Cristo te ha dado la capacidad de perdonar, pero es necesario que los perdones. Mientras vayas perdonando a las personas ve tachando sus nombres, esa lista debe estar vacía, esa lista no debe tener nombres; esto debe ser una constante durante toda tu vida, porque en el transcurso, te van a lastimar, te van a ofender, por eso es necesario que todos los días perdones.

Esa falta de perdón con el tiempo puede convertirse en una raíz de amargura, lo interesante es que Dios llama a la amargura como raíz de amargura, al llamarla raíz de amargura la está comparando con una planta. En primer lugar, podemos observar que la raíz de una planta está dentro de la tierra, es decir no podemos verla, y lo mismo sucede con la raíz de amargura, no podemos verla.

La raíz de la planta con el tiempo se hace cada vez más profunda y es así la raíz de amargura, cada vez va profundizándose en el corazón del hombre. Cada vez que recuerdas la ofensa, estás abonando la tierra para que esa raíz se haga más profunda, y mientras más profunda es la raíz es más difícil arrancar la raíz, eso quiere decir que mientras más tardas en perdonar, más te va a costar perdonar, va a ser más difícil perdonar.
Algo que me pareció muy interesante es que la tierra mientras menos fértil es, más hierbas malas crecen, cuando la tierra es fértil la hierba mala deja de crecer y crecen plantas con frutos buenos, lo mismo pasa en el corazón, mientras el corazón esté lleno de impurezas, lleno de pecado, lleno de heridas y resentimientos, solamente crecerán hierbas malas, sólo crecerá la raíz de amargura, por eso en la palabra dice en 

Proverbios 4:23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.”.

Al final la planta da fruto y en el libro de Hebreos 12:15 dice que ese fruto contamina a muchos. Algo muy triste que paso en el antiguo testamento a Ahitofel, este hombre era el abuelo de Betsabé, dice la palabra que Ahitofel era un hombre muy sabio, era consejero del Rey David, pero Ahitofel nunca perdonó a David el hecho que destruyera el matrimonio de Betsabé su nieta, eso hizo que creciera en él una raíz de amargura y aprovechó la primera oportunidad que se le presentó para traicionar a David, Ahitofel se unió a Absalón, el final de Ahitofel fue triste… se suicidó muriendo ahorcado. La raíz de amargura puede llevarte a cometer locuras en tu vida.

Romanos 3:14 “Su boca está llena de maldición y de amargura.”

Cuando la raíz de amargura sale a flote, es cuando contamina a los demás.  Deja hablar a una persona por 5 minutos y vas a conocer su corazón, cuanto odio, dolor, cuánta amargura existe, o cuanto amor, misericordia hay. En Mateo 12:34 la palabra nos enseña que de la abundancia del corazón habla la boca.

No es agradable estar al lado de una persona amargada, la persona amargada todo el tiempo está lanzando palabras de odio, de venganza, de crítica, palabras de maldición; dice la palabra que no puede salir agua dulce y agua amarga de una misma fuente (Santiago 3:11). Con esa misma boca que alabas a Dios no puedes estar maldiciendo al hermano, con esa misma boca que das la bienvenida al hermano no puedes estar lanzando palabras de amargura.

En el mundo todo el tiempo estamos escuchando palabras de maldición, en la casa, en la iglesia debemos contrarrestar todas esas palabras de maldición lanzando palabras de bendición.

Proverbios 13:3 “El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.”

Hay un dicho en el mundo que dice que: a boca cerrada no entran moscas. Es muy importante que controlemos lo que decimos, porque el poder de la vida y de la muerta está en nuestra boca. Cada palabra que lanzamos tiene poder y no podemos volver a recogerla. Las palabras pueden lastimar mucho más que los golpes.

Cuando tus palabras son de edificación, nuestras palabras deben ser de consuelo, palabras de aliento; ten por cierto que no existe amargura en tu vida y tienes un corazón sano.

Efesios 4:31 “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.”

La palabra nos exhorta que quitemos de nosotros toda amargura, es nuestra responsabilidad quitar de nuestra vida la amargura, no es responsabilidad de Dios quitarla, y esto es porque es nuestra decisión sacar de nuestra vida, es nuestra decisión perdonar.

El hombre tiene la tendencia de querer que Dios lo haga todo, tiene la tendencia de darle todo el trabajo a Dios, como si Dios fuera un mago con una varita mágica, pero al analizar los milagros que hay en la Biblia, vemos que existen dos partes, una parte que es la posible y es lo que el hombre tiene que hacer, y la otra parte la imposible, y esa es la parte que le toca a Dios.

Muchas veces la parte posible es creer, es tener la voluntad, es ser firme, es ser perseverante, pero Dios siempre se encarga de la parte imposible al ver la fe del hombre. Recuerda que la palabra dice que Él es galardonador de los que le buscan, ten la certeza que Dios va a honrar tu fe.

Si realmente quieres sacar toda amargura de tu vida, así será; pero si solamente estás intentando, si solamente pretendes utilizar a Dios para decir lo intenté, para luego justificarte y decir que el cristianismo no funciona, entonces… nada va a suceder. Dios quiere que saques toda aquella amargura de tu vida.

Hechos 8:23 “porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.”

La amargura te convierte en esclavo del pasado, estás viviendo el pasado, constantemente el amargado recuerda el pasado, el daño que le hicieron, y culpa de sus fracasos y sus limitaciones a lo ocurrido hace un tiempo.

Cristo ya vino y rompió toda cadena de opresión, Cristo vino y dio libertad al cautivo, Cristo ya dio libertad inclusive al amargado, pero es necesario que la persona que tenga raíz de amargura decida perdonar y ser libre de esta atadura.

Deuteronomio 29:18 “No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo,”

La persona que tiene raíz de amargura sólo tiene un final, la muerte, tal vez no sea una muerte física, pero traerle enfermedades como la gastritis, pero con seguridad si una muerte espiritual, alejándose de los caminos de Dios, de sus propósitos. Es muy importante tener un corazón sano.

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