martes, 22 de agosto de 2017

Desaprender para ser usado por Dios

Romanos 8:30 “Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.”

Dios desde el principio de los tiempos tiene planes con nuestra vida, la palabra nos enseña que Él ya nos conocía desde antes de la fundación del mundo, nos muestra que estando en el vientre de nuestra madre nos llamó a ser profetas a las naciones, nos llamó para ser portavoces de Dios, para llevar su palabra, para predicar Su evangelio, nos confirma esa palabra cuando nos entrega la gran comisión (Mateo 28:19).

Dios nos llamó y nos salvo de la muerte y nos sacó literalmente del infierno y nos llevó al cielo, pero no nos salvó simplemente para que estemos sentados en un banco en la iglesia, Dios nos llamó para que los sirvamos en su casa, para que le adoremos y le glorifiquemos.

Así que podemos decir: estoy aquí en el reino de Dios, porque el Dios de los cielos se propuso salvarnos, para Su gloria, y para mostrar en mí Su clemencia, su amor y su misericordia. Pero antes que todo, nos llamó para desarrollar una función en el Cuerpo que es la Iglesia.

Por eso es muy importante que el propósito de Dios para nuestra vida sea revelado. Todos los santos fuimos llamados a servir, la palabra ministerio tiene su raíz en una palabra latina cuyo significado se asemeja a servicio, a algunos Dios les dio un ministerio a tiempo completo: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores, maestros; a otros Dios les dio un ministerio para dedicarse a tiempo parcial, pero todos fuimos llamados a desarrollar un ministerio o a participar de alguna función.

Es Dios quien llama a servirle, porque la Iglesia le pertenece a Dios: algunos están enamorados del ministerio y no de Dios, a algunos les encantan que los inviten a predicar, que el pueblos los vea, que los salude, que el pueblo los honren, que se los coloque en el liderazgo, pero no están enamorados de servir a Dios, estas personas normalmente sirven al ojo del hombre, hay un dicho que dice: el busca el llamado de los hombres, es porque no tiene el llamado de Dios.

En Números 17 se nos cuenta como Dios hizo florecer la vara de Aarón, el ministerio es así cuando Dios es el que te llama, Él hace florecer tu ministerio, Él te capacita, Él te prepara, Él te instruye, Él te equipa. A veces pensamos que Dios usa más a una persona que a otra, por ejemplo algunos piensan que Dios usó más a Pablo que a Pedro, porque Pablo estaba preparado, estaba más capacitado que Pedro. Pero eso no es cierto, Pablo sufrió más que Pedro.

2 Corintios 11:23-30 “¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias. ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno? Si es necesario gloriarse, me gloriaré en lo que es de mi debilidad.”

Pero ¿Por qué tuvo que pasar por esto? Porque tuvo que desaprender lo que aprendió a los pies de Gamaliel., había mucha carne en Pablo.

Filipenses 3:4-8 “Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,”

Moisés también tuvo que desaprender lo aprendido

Génesis 46:34 “entonces diréis: Hombres de ganadería han sido tus siervos desde nuestra juventud hasta ahora, nosotros y nuestros padres; a fin de que moréis en la tierra de Gosén, porque para los egipcios es abominación todo pastor de ovejas.”

Para los Egipcios era lo peor ser un pastor de ovejas

Éxodo 2:11 “En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos.”

Moisés creció como hijo de la hija del Faraón, es decir creció y se educó como un príncipe de la tierra de Egipto, pero Moisés conocía su origen y sabía que los esclavos era su pueblo, y Moisés pretendía liberarlos con su propia fuerza, pero Dios tuvo que enviarlo al desierto a desaprender lo aprendido y a aprender a confiar en Dios.

Éxodo 3:1 “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios.”

Moisés al igual que Pablo tuvieron que desaprender lo aprendido para ser instruidos en los caminos de Dios y ser usados por Dios, mientras más te resistes a desaprender lo aprendido, más tiempo vas a pasar pruebas, más tiempo vas a pasar en el desierto.

En cambio cuando reconoces que no sabes nada, que tienes todo para aprender Dios trabaja en ti más fácilmente,

Hechos 4:13 “Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.”

1 Corintios 1:27-28 “sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es”

Cuando Dios llama a alguien, lo llama para hacer una obra nueva. Dios no edifica sobre fundamento humano.

Jeremías 1:10 “Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.”

Cuando entras al ministerio, lo primero que hace Dios es arrancar todo lo que aprendiste de los hombres (humanismo, intelectualismo, filosofías, Etc.) para luego comenzar a edificar. Ningún ministro viene capacitado a los pies de Cristo, todos somos varas secas que Dios reverdece. Por lo tanto si tú estás capacitado, y tienen una montonera de títulos en filosofía, psicología, teología, y diplomados, masterados, doctorados, y crees que son los títulos los que te van a dar la capacidad para llevar adelante el ministerio, te doy una noticia, estas en cero porque quien te tiene que capacitar, quien tiene que prepararte, quien te da la gracia y la unción para llevar adelante el ministerio es Dios.

Quien confía en sus títulos es como Saúl que le dio la armadura a David, confía en la mano del hombre, pero hay que ser como David que se quitó la armadura y fue le dijo a Goliat, “tu vienes contra mi con espada y Jabalina, mas yo voy contra ti en el nombre de Jehová de los ejércitos”, porque nuestras no son carnales, nuestras armas son espirituales y son poderosas para la destrucción de fortalezas.

Números 17:8 “Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras”

Al principio de ese pasaje dice al día siguiente, esto nos muestra que las varas pasaron una noche en el tabernáculo, la noche significa el momento de mayor deblidad, el momento cuando estamos vulnerables y el enemigo ataca, el enemigo siembra duda, desconfianza, las pruebas inician en nuestra vida. Pero si a pesar de las pruebas permanecemos en la presencia de Dios, a pesar de que estamos con problemas en casa, problemas en el trabajo, problemas con nuestros hijos, a pesar de las enfermedades seguimos firmes en la presencia de Dios, un nuevo día sale y la bendición ocurre y tres cosas que suceden:
  1. Reverdece, esto hace que de ti brote vida, antes estabas seco, ahora brota vida, hablas del ministerio, hablas de lo que Cristo está haciendo en tu vida, hablas de lo que Dios está haciendo en ti, por tu interior empiezan a correr ríos de agua viva, hay pasión, hay amor, hay entrega.
  2. Florece, lo segundo que hace es que empiezas a florecer, la flor es el órgano sexual reproductor de la planta, esto quiere decir que tu empiezas a reproducirte en otros creyentes, empiezas a evangelizar, si estás en un ministerio empiezas a invitar a otros creyentes, afirmas al hermano que está débil, levantas al caído, enseñas lo que sabes.
  3. Fruto, Llevas fruto mi hermano, tus acciones, tu manera de actuar, te conviertes en una persona madura, en Hebreo se utiliza la palabra ga^mal que indica que esas almendras estaban maduras
Hoy hermano querido te aliento a que abandones toda carne, todo orgullo, todo humanismo que has traido al ministerio, al servicio de Dios, porque no podemos hacer este trabajo espiritual con carne en nosotros, es necesario que el Espíritu Santo sea tomando el control de nuestras vidas.

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martes, 15 de agosto de 2017

Llevando la presencia de Dios

1 Crónicas  15:2 “Entonces dijo David: El arca de Dios no debe ser llevada sino por los levitas; porque a ellos ha elegido Jehová para que lleven el arca de Jehová, y le sirvan perpetuamente.”

El arca del pacto (arca de Dios, arca del testimonio, arca de Jehová) representa la presencia de Dios y solamente los levitas eran los encargados de poder llevarla, porque ellos habían sido elegidos por Dios mismo para servirle.

Los levitas son todos aquellos que cumplen una función dentro del templo y sirven en el templo, si tu cumples una función dentro del templo entonces eres un levita, y como levita has sido escogido por Dios mismo, fue Dios quien te eligió para servirle, aunque haya sido un hermano o el pastor que te invitó a formar parte del ministerio, fue Dios quien utilizó a ese hermano o a ese pastor para escogerte y que formes parte de los levitas.

Como levita eres responsable de llevar la presencia de Dios donde sea que vayas, donde sea que te encuentres, eres responsable de llevar la presencia de Dios en el colegio, en el micro, en el mercado, en tu casa, en tu trabajo. Como levita eres responsable de llevar la presencia misma de Dios.

Como levita Dios te ha elegido para servirle, pero el servicio no es solamente los domingos cuando formalmente le estas sirviendo en el templo, como levita Dios te eligió para servirle en todo tiempo, en todo lugar y en todo momento. Porque eres un levita a tiempo completo; eres un levita para siempre.

Pero David dijo esto después de algo terrible que pasó.

1 Crónicas 13:5-8 “Entonces David reunió a todo Israel, desde Sihor de Egipto hasta la entrada de Hamat, para que trajesen el arca de Dios de Quiriat-jearim. Y subió David con todo Israel a Baala de Quiriat-jearim, que está en Judá, para pasar de allí el arca de Jehová Dios, que mora entre los querubines, sobre la cual su nombre es invocado. Y llevaron el arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo; y Uza y Ahío guiaban el carro. Y David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus fuerzas, con cánticos, arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas.”

El arca había sido capturada por los filisteos, y llegó un momento en que los filisteos devolvieron el arca al pueblo de Israel. Pero David quería llevar el arca de Dios a Jersualén, y procuró hacerlo de la mejor manera que podía, preparó un carro nuevo, y preparó una gran fiesta, mas en el transcurso sucedió algo inesperado.

1 Crónicas 13:9-10 “Pero cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano al arca para sostenerla, porque los bueyes tropezaban. Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió, porque había extendido su mano al arca; y murió allí delante de Dios.”

Los bueyes tropezaron y Uza que estaba cerca guiando el carro extendió su mano para sostener el arca y el furor de Dios se encendió y Uza murió en ese lugar porque había tocado el arca.

David estaba consternado dejó el arca el casa de Obed-edom, en ese momento David pidió que leyeran la ley de Moisés, que averiguaran que fue lo que sucedió y se dio cuenta que estaba haciéndolo mal. A pesar de sus buenas intenciones, esa manera no era la que Jehová había establecido para llevar la presencia de Dios.

Números 4:5-6 “Cuando haya de mudarse el campamento, vendrán Aarón y sus hijos y desarmarán el velo de la tienda, y cubrirán con él el arca del testimonio; y pondrán sobre ella la cubierta de pieles de tejones, y extenderán encima un paño todo de azul, y le pondrán sus varas.”
Dios había establecido que los levitas debían llevar el arca del pacto, nadie más podía hacerlo, para ello los levitas debían consagrarse, ellos debían llevar una vida consagrada (apartada) para Dios. Pero si leemos bien el arca tenía unas varas, los levitas no tocaban directamente el arca, habían unas varas que eran colocadas en unas argollas y de esta manera transportaban el arca, los levitas llevaban el arca sobre sus hombros.

David pretendía llevar la presencia de Dios de una manera que Dios no lo había establecido y eso ocasionó que el furor de Dios se encendiera contra un hombre y este muriera. Hoy en día algunos siervos pretenden llevar la presencia de Dios a su manera, pretenden servir a Dios viviendo una vida de pecado, o estando en pecado. Si estuviéramos en los tiempos bíblicos hubiesen caído muertos, pero como estamos en el tiempo de la gracia Dios permite que podamos corregirnos, cambiar, pero esa gracia se acaba y llega un tiempo que Dios pide cuentas, y si no hay arrepentimiento, si no hay un cambio de actitud ese mal siervo será desechado de la misma manera como lo fue el rey Saúl.

Cuando hay un mal siervo el furor, la ira de Dios se enciende, porque está permitiendo que el pecado se enseñoree en su vida, y eso trae muerte, si bien es cierto que no existe una muerte física inmediata, existe una muerte espiritual que es peor que la muerte física, hay un estancamiento ministerial, el crecimiento se detiene y como consecuencia trae la pérdida del ministerio, el alejamiento de Dios.

Por supuesto que no somos producto terminado, y que todos luchamos con ciertas áreas de nuestra vida, puede ser carácter, orgullo, vanagloria, Etc. Pero es importante que nos dejemos analizar por el Espíritu Santo para que sea Él mostrándonos que áreas de nuestra vidas necesitamos cambiar, necesitamos ser sensibles a su voz y dejarnos guiar por Él para que exista una renovación constante, un madurar constante, un crecimiento constante.

Cuando cargamos la gloria de Dios empleando métodos humanos, estamos ofendiendo a Dios, dejar las instrucciones divinas para implementar los sistemas y métodos del hombre es un menosprecio a la Palabra de Dios y una prostitución del ministerio. Sólo hay una manera de hacer las cosas de Dios y es conforme a lo ordenado por Dios.

Deuteronomio 10: “En aquel tiempo apartó Jehová la tribu de Leví para que llevase el arca del pacto de Jehová, para que estuviese delante de Jehová para servirle, y para bendecir en su nombre, hasta hoy”

Cuatro cosas Dios ordenó a los levitas
1. Llevar el arca, es necesario que nosotros transportemos la presencia de Dios todo el tiempo, como sacerdotes de Dios es necesario que nos convirtamos en tabernáculos móviles, de este pinto hemos estado hablando.

2. Estar delante de Dios, para poder llevar la presencia de Dios donde sea que vayamos es necesario estar delante de Dios, Dios quiere que nosotros vivamos delante de Él, Dios no quiere que seamos sólo visitas, Dios quiere tener una relación permanente con nosotros, para ello es necesario vivir en su presencia,

3. Servirle, como buenos cristianos deberíamos estar, permanecer y ser fieles por lo menos a un ministerio. Estar en un ministerio sirviendo a Dios nos permite acercarnos a Dios, permanecer firmes en su presencia, Dios quiere que le sirvamos, para que los propósitos de Dios se cumplan en nosotros.

4. Bendecir en su nombre, nuestra vida debe ser una vida de bendición para el pueblo para el hermano, cuando vayamos a un lugar debemos llevar bendición no maldición, ¿qué es llevar maldición? Llevar peleas, chismes, iras, contiendas, divisiones. Algo que nos debe caracterizar debe ser el amor y la unidad en Cristo. Por ejemplo cuando vayamos a casa de nuestros padres no les llevemos preocupaciones, no les llevemos problemas, no les demos trabajo, no les dejemos a nuestros hijos, ya hicieron mucho con criarnos a nosotros. Lo que deberíamos hacer es llevarles una ayuda económica, llevarles fruta, llevarles un regalo, darles alegría, eso es ser de bendición de una manera práctica.

Cuando nosotros estamos delante de Dios, cuando vivimos para servir a Dios, entonces somos de bendición para el pueblo y para las personas que están a nuestro alrededor, en ese momento podemos decir que llevamos la presencia de Dios con nosotros y Sus propósitos se cumplen en nuestra vida.

Hoy te aliento a que le pidas a Dios que te examine y te muestre que áreas de tu vida necesitas cambiar para poder llevar su presencia a todo lugar.

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jueves, 10 de agosto de 2017

Retroceder, ni para tomar impulso

Génesis 19: 24-26 “Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra. Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.”

En medio de una generación de pecadores había una familia que había decidido seguir a Dios, y al llegar el juicio, Dios decidió salvarlos, envió dos ángeles para rescatar a Lot y su familia; y todo estaba yendo bien, Lot y su familia estaban lejos y estaban sanos. Pero sucedió que la esposa de Lot miró atrás.

La pregunta ¿Por qué miró atrás? Muchos pueden ser los motivos y podemos hacer muchas conjeturas al respecto. Pudo haber recordado algo que dejó en su casa, pudo haber dado pena dejar todo lo que con esfuerzo había conseguido, pudo haberle dado lástima sus amigos que estaban siendo castigados; no sé el motivo por el cual la mujer de Lot miró atrás, no sé lo que pasó por su cabeza, pero lo que si sé, es que el hecho de mirar atrás sólo significó una cosa, despreciar las salvación que Dios le dio.

Lamentablemente algunos siervos también miran atrás, desean las cosas del mundo y no quieren consagrase tanto para Dios, no quieren limpiar su corazón, alguien alguna vez me dijo… mi corazón estaba con amargura y Ud enseñaba que no podemos servir si estamos amargados así que preferí dejar de servir. Terrible, en lugar de sanar su corazón, en lugar de buscar ayuda, en lugar de liberarse prefirió seguir amargado.

Dios te ha otorgado el privilegio de servirlo y de servir a los santos de su casa, no es posible que estemos mirando atrás, o estemos desando las cosas del mundo, al mirar atrás como lo hizo la mujer de Lot mostramos lo que realmente hay en nuestro corazón. Inestabilidad, doble ánimo.

Lucas 9:62 “Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.”

Dios no está buscando siervos que estén constantemente recayendo en viejos pecados, siervos de corazón inestable que vuelvan atrás, cuando miras atrás no puedes avanzar, cuando miras para atrás y avanzas te desvías.

2 Corintios 11:23-30 “¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias. ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno? Si es necesario gloriarse, me gloriaré en lo que es de mi debilidad.”

Nadie dijo que la vida cristiana iba a ser fácil, mucho menos la vida de un siervo. A este hombre lo único que lo detenía era la muerte.

Hechos 14:19-20 “Entonces vinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto. Pero rodeándole los discípulos, se levantó y entró en la ciudad…”

Pablo sabía quién era, en sus cartas Tito 1:1 “Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo,”, Pablo sabía quién era su Señor, sabía a quién servía; Pablo lo tenía claro y cuando tomó su camino lo único que lo detuvo fue la muerte.

Me gozo en el Señor cuando hay esos siervos que a pesar de las dificultades económicas, a pesar de las enfermedades, a pesar de las pruebas, a pesar que tienen problemas, están firmes sirviendo al Señor, alabando a Dios, glorificando a Cristo. Fácil es servir a Dios cuando todo está bien, cuando tienes tu economía saneada, cuando tu esposa se sujeta, cuando tus hijos no son rebeldes, cuando no tienes problemas serios. Pero cuando el infierno se levanta y tu permaneces igual y es más te consagras a Dios más fuerte, eso es digno.

Job 1:20 “Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,”

Aparentemente todo estaba bien en la vida de Job, el adoraba todos los días a Dios, era un hombre próspero, pero cuando cayó en desgracia, perdió todo…, hasta sus hijos, pero su mala suerte… Dios le dejó viva a su mujer, porque no era una mujer buena, le dice “maldice a Dios y muérete”, esa mujer sólo adoraba a Dios cuando todo estaba bien, pero en época de dificultad, abandonaba a Dios. Sus amigos se acercaron y empezaron a acusarle que estaba en pecado. ¡Terrible!!! Pero Job mantuvo su integridad.

Pero después de soportar la prueba, después que su integridad fue probada Dios lo bendijo al doble, si hoy estás en prueba y si te mantienes fiel a Dios… sirviendo, prepárate porque después de la prueba viene la bendición, Dios tiene algo grande para ti, Dios quiere llevarte a otro nivel. Pero la bendición más grande que Job pudo haber tenido no fue la bendición económica, fue la bendición espiritual

Job 42:5 “De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.”

Al finalizar la prueba Job conoció a Dios de una manera diferente, lo conoció intimamente, esa es tu bendición más grande, ser un íntimo de Dios. Esa es la bendición más grande conocer a Dios, conocerlo de una manera diferente. Pero eso es a causa de la fidelidad, de la perseverancia. La bendición te va a llegar si no desmayas.

David fue ungido como rey de Israel cuando tenía 17 años, pero para llegar a ser rey tuvo que matar a un gigante, tuvo que vivir perseguido como un criminal, tuvo que vivir en cuevas, su lealtad tuvo que ser probada, a pesar que Saúl lo buscaba para matarlo, David le perdonó la vida 2 veces, y pasaron más de 20 años para que David fuera Rey de Israel, pero fue tan grande el amor y la fidelidad que David tenía por Dios que Jesucristo es descendiente de David.

No seas como el pueblo de Israel, el camino de Egipto a la tierra prometida es de 12 días, pero ellos estuvieron 40 años en el desierto. Era un pueblo quejoso, era un pueblo que se corrompía y cuando las cosas iban mal buscaban a ídolos, eran un pueblo que tenía mentalidad de langosta… claro ellos decían ellos son gigantes y nos ven como langostas. A causa de la infidelidad ellos vagaron por 40 años en el desierto y toda una generación quedo enterrada en el desierto.

Hay algunos siervos que se quejan de todo, se quejan de los discipulados, se quejan de que tienen que estudiar, se quejan de los exámenes, se quejan que tienen que orar, se quejan de todo, la queja no va a permitir que Dios te use, la queja te va a mantener en el desierto. No se tu pero yo no quiero quedarme en el desierto, yo quiero entrar a la tierra prometida. Así que he quitado de mi vida la queja.


Hoy te aliento a que pongas la mirada en Cristo y no en los hombres, te aliento a que tomes como ejemplo a estos hombres, a que no desmayes en tu compromiso con Dios, en tu servicio, a que perseveres y te agarres de Dios de la misma manera manera como lo hizo Jacob cuando estuvo frente a Dios, y le dijo “No te soltaré hasta que me bendigas”, dile eso mismo hoy a tu Señor, voy a serte fiel, voy a servirte hasta el último día de mi vida, no te voy a soltar hasta que me bendigas.

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domingo, 6 de agosto de 2017

Testimonio

1 Samuel 2: 12-16 “Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová. Y era costumbre de los sacerdotes con el pueblo, que cuando alguno ofrecía sacrificio, venía el criado del sacerdote mientras se cocía la carne, trayendo en su mano un garfio de tres dientes, y lo metía en el perol, en la olla, en el caldero o en la marmita; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían con todo israelita que venía a Silo. Asimismo, antes de quemar la grosura, venía el criado del sacerdote, y decía al que sacrificaba: Da carne que asar para el sacerdote; porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda. Y si el hombre le respondía: Quemen la grosura primero, y después toma tanto como quieras; él respondía: No, sino dámela ahora mismo; de otra manera yo la tomaré por la fuerza.”

Este es un incidente lamentable que nos muestra que cuando un ministro no vive bien el pueblo menosprecia la ofrenda a Dios, menosprecia la adoración y el pueblo empieza a pecar, es necesario que como ministros de Dios demos un buen testimonio al pueblo de Dios.

Dice la escritura que los hijos de Elí eran hombres impíos que no tenían conocimiento de Jehová, pero aún así eran sacerdotes de Dios, como siervos de Dios nosotros tenemos la responsabilidad de conocer a Dios, pero el conocimiento no viene de solamente leer las escrituras o saber hebreo y arameo, el conocimiento de Dios no viene por tener una educación formal o científica, el conocimiento viene por tener revelación de quien es Dios, el conocimiento de Dios viene por pasar tiempos de intimidad con Él.
En Génesis 4:1 dice la palabra que Adán conoció a su mujer, pero Adán ya conocía a Eva, el conocimiento que tuvo Adán fue un conocimiento que solamente se adquiere mediante la intimidad, o lo mismo que pasó con Job cuando reconoció que no tenía un conocimiento pleno de Dios y dijo en Job 42:5 “De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven”.

Muchos siervos tienen ese conocimiento, un conocimiento teórico, un conocimiento que no lleva vida, ese conocimiento nos conduce al legalismo, nos conduce al fariseísmo y podemos llegar a tener actitudes y el pueblo puede observar estas actitudes y el pueblo puede preguntarse y cuestionarse ¿Si ellos siendo siervos?, ¿Si ellos estando en el liderazgo?, ¿por qué yo no?

En cambio cuando tu vida es una vida de ejemplo de intimidad con Dios, cuando tu vida es una vida de servicio, tu vida es una vida de entrega de sacrificio, entonces esa clase de vida puede inspirar a toda una generación, de la misma manera como lo hizo el Rey David, que hasta hoy día su vida nos inspira a amar y servir a Dios de la misma manera que él lo hizo.

Los hijos de Elí se basaban en costumbres, los sirvientes venían con un garfio y sacaban lo que deseaban siendo que la palabra de Dios había establecido otra cosa

Levíticos 10:14 “Comeréis asimismo en lugar limpio, tú y tus hijos y tus hijas contigo, el pecho mecido y la espaldilla elevada, porque por derecho son tuyos y de tus hijos, dados de los sacrificios de paz de los hijos de Israel.”

Dios había establecido que una porción de las ofrendas fueran entregadas a los sacerdotes para su manutención, pero estos hombres habían cambiado lo que Dios había ordenado por tradiciones de hombres, esto mismo puede pasar hoy día cambiar lo establecido por Dios por costumbre de hombres. Esta clase de irreverencia trae la falta de conocimiento de Dios.

Los hijos de Elí no tenían respeto por las ofrendas consagradas a Dios, y el pueblo tenía conocimiento de esto, mis hermanos… nosotros tenemos el privilegio de ministrar cosas santas, en nuestro servicio, el hecho que nosotros llevamos el pan, el vino, las charolas, las mantas, los sobres, Etc. es necesario que tengamos conciencia que esas cosas son cosas consagradas para Dios, no son cosas nuestras, son cosas que han sido dedicadas a Dios, por más insignificante que te parezca, eso es algo que ha sido dedicado para uso exclusivo dentro del ministerio y ministrar al pueblo. Tú no vas a ver esas charolas sirviendo platos de comida, mucho menos con un vaso de cerveza. Porque de una misma fuente no puede brotar agua dulce y agua amarga al mismo tiempo, algo que es consagrado para Dios no puede ser usado para Dios y para el mundo. Como siervos de Dios, nuestra vida tiene que ser una vida consagrada para Dios, nuestra vida tiene que estar rendida a Él.

1 Samuel 2:17 “Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes; porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová.”

La actitud hacia las cosas santas de Dios de estos hombres llevaron al pueblo a menospreciar las ofrendas presentadas a Dios, para ellos, simplemente se volvió algo ritual, ir al templo empezó a convertirse en una costumbre; se perdió el verdadero significado de llevar las ofrendas a Dios. Cuando una familia se presentaba delante de Dios llevando sus ofrendas, era un tiempo de regocijo.

Levítico 23:37 “Estas son las fiestas solemnes de Jehová, a las que convocaréis santas reuniones, para ofrecer ofrenda encendida a Jehová, holocausto y ofrenda, sacrificio y libaciones, cada cosa en su tiempo”

Ese es el verdadero significado de presentar una ofrenda a Dios, estar alegre por las provisiones que Dios nos entrega, y como gratitud de parte nuestra entregamos las ofrendas a Dios. Pero ahora ¿en qué se ha convertido las ofrendas para ti, qué significan los diezmos para ti?, entregar porque los hermanos te ven o porque Dios te está viendo, dar tus diezmos y ofrendas simplemente para no pecar… y recuerdas Malaquias 3:8; o porque quieres reclamar las promesas de Dios.

Mi hermano… no se debe ofrendar ni para no pecar, no se debe ofrendar para cumplir un requisito, no se debe ofrendar ni diezmar para reclamar promesas de abundancia, lo debes hacer simplemente porque Dios es bueno contigo y quieres demostrarle lo agradecido que estás con Él, lo mucho que lo amas; cuando recuerdas que Dios es bueno contigo que no te ha faltado el pan sobre tu mesa, eso se convierte en una fiesta porque sabes que millones de personas mueren de hambre alrededor del mundo.

1 Samuel 2:22-24 “Pero Elí era muy viejo; y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión. Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes. No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar al pueblo de Jehová.”

Lamentablemente hay siervos que comenten pecados públicos, otros cometen pecados ocultos, pero no hay nada bajo el sol que no llegue a saberse. En este caso Elí conocía del pecado de sus hijos, pero simplemente los reflexionó y no los estorbó para que no siguieran cometiendo más pecado. ¿Qué dice la  palabra sobre alguien que peca?

Mateo 18:15-17 “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.”

No pretendamos ser más bueno que Dios, sólo hay uno bueno… Dios, nadie más lo único que podemos hacer simplemente es hacer lo que dice la Biblia, si alguien persiste en el pecado, apartarnos de él, hay otra versión más contundente sobre el pecador

1 Corintios 5:11 “Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis.”

Tal vez hoy estas palabras no te suenen tan bonitas, pero no estoy aquí para caerte bien, estoy aquí para enseñarte, para mostrarte lo que dice la palabra  y dejar que el Espíritu Santo te muestre lo que necesitas cambiar, para poder crecer en el ministerio y ser usado por Dios de una manera poderosa.

El ministerio no es un lugar para ensayar a ver que tal te va… si Dios te ha puesto en este lugar es porque Él ha visto en ti un potencial que tu no te imaginas, es porque has pasado etapas, , es porque estás apto para poder servir. Por eso pasas un tiempo de prueba, en el cual estás madurando, y vas a continuar madurando.

Hoy te aliento mi hermano a que analices tu vida y pídele a Dios que te muestre si hay algún área de tu vida en la cual no estas siendo de buen testimonio, si eres obediente en casa de tus padres, si eres buen estudiante, si en tu trabajo eres leal a tu jefe, si en tu matrimonio eres buen esposo o esposa, si en el ministerio has sido fiel y has buscado de Dios, que Dios te muestre las áreas en las que debes cambiar para ser mejor siervo.

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