lunes, 26 de febrero de 2018

Anhela la gloria de Dios


2 Cor 3:18 “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”

La gloria de Dios está manifestada en todo lo que Él hace, la gloria de Dios la puedes ver en la grandeza de los cielos, en la majestuosidad de las montañas, en la inmensidad del mar, en las vidas transformadas, la gloria de Dios la puedes ver en la vida del hermano que está a tu lado.

Génesis 1:27 “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”

Cuando Dios cuando creó al hombre primero preparó todo el ambiente para que el hombre se desarrollara, se desenvolviera sin problemas, para que el hombre pueda crecer en plenitud. Pero no sólo eso, sino que al hombre lo creó a Su imagen, Dios le transfirió al hombre toda la autoridad, el poder sobre la creación. Dios no se conformó con hacer al hombre a su imagen, sino que le transfirió de su Espíritu, justo en ese momento cuando sopla aliento de vida en la nariz del hombre (Gen 2:7).

El hombre perdió todo lo que Dios le dio cuando cayó en pecado, y Jesucristo tuvo que venir para restaurar al hombre a su estado original, y desde ese momento, desde el momento que recibiste a Cristo en tu corazón, desde ese preciso instante estás siendo transformado de gloria en gloria, porque ahora es Cristo quien vive en ti, porque ahora es el Espíritu Santo que mora en tu corazón, porque ahora eres la imagen de Dios.

Antes cuando Dios te miraba, veía a un hombre caído, a un pecador, pero ahora cuando Dios te mira, Dios está viendo a Jesucristo, está viendo a un hombre redimido por la sangre de Cristo, un hombre que le está sirviendo por amor.

Esas son cosas visibles de la gloria de Dios, pero hay cosas invisibles que no podemos ver que también es la gloria de Dios, esas cosas Dios te las muestra a través de las revelaciones, de visiones, de sueños, Dios te muestra esas cosas cuando anhelas estar en Su presencia, algo que he podido ver a lo largo de todo este tiempo, es que aquellos hermanos que vienen y están desde el principio adorando a Dios, aquellos que desean fervientemente en su corazón estar en la presencia de Dios son aquellos que durante la palabra están más atento para recibir, en cambio aquellos que llegan tarde afanado, cansado, para escuchar la palabra poco reciben, están bostezando y poco les aprovecha; y en el momento de la ministración aquellos que llegaron temprano están más sensibles a lo que el Espíritu quiere hacer esa noche.

Te digo esto porque es en Su presencia que Dios va a mostrarte Su gloria, y el propósito que es tu anheles estar en esa gloria, y a medida que tú estás en su gloria eres transformado, eso quiere decir que eres cambiado, renovado.

Éxodo 19:16-20 “Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte. Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera. El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante. Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió.”

El pueblo de Israel presenció la gloria de Dios en toda su majestuosidad, dice que había relámpagos, truenos, sonidos fuertes, y la tierra temblada ante la presencia de Dios, ese era un momento de gloria extrema, estaban frente al Dios Inmortal e Invisible, pero ahora quiero que nos enfoquemos en Moisés, cuando Moisés entraba en la presencia de Dios él era transformado

Éxodo 34:29 “Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios.”

Esa transformación era una transformación física, mucho más que eso la presencia de Dios te transforma internamente, y de esa manera cuando miras la máxima expresión de la gloria de Dios, cuando pones tu mirada en Cristo, cuando pasas tiempo en su presencia, serás transformado de gloria en gloria. Esto quiere decir que cada vez habrá una mayor transformación en tu vida. Cuando empiezas a mirar a Cristo, vas dejando las cosas viejas de tu vida, hay un cambio en tu manera de ver las cosas. Sigues mirando a Cristo empiezas con tu escuela bíblica, no deseas quedarte atrás, quieres aprender más de Dios, continúas mirando a Cristo empiezas a servir en un ministerio y Dios te va usando con su poder, Dios empieza a exaltarte y la tu das la gloria a Dios.

Lo importante es que esa transformación no se detenga nunca, que todos los días seas transformado. Cuando ocurre eso cuando miras a Cristo puedas decir: ¡wow!  Cuanto tengo el mismo corazón de Cristo, tengo la misma misión de Cristo, tengo la misma visión de Cristo, me parezco tanto a Cristo, y puedo decir ya no vivo yo es Cristo quien vive en mí.

2 Corintios 4:17 “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;”

La palabra dice que Dios no da una prueba que nosotros no podamos resistir, dice que junto con la prueba otorga la salida, aquí dice que la prueba es leve, pequeña. Tal vez te parezca grande la prueba y es porque estás enfocada en ella, es porque tus pensamientos están alrededor de la prueba. Pero recuerda lo que dice la palabra la prueba es pequeña y tu Dios es grande.

Otra característica de la prueba es que es momentánea, la prueba va a pasar, Dios te promete que sea lo que sea que estás pasando va a pasar. Es tiempo que esa prueba pase, es tiempo que Dios actúe sobre tu vida y no te dejes vencer. Tal vez digas Señor hace meses que tengo esta prueba, y salgo de una para entrar en otra. Pero recuerda a José como primero fue primero vendido por sus hermanos, luego llevado como esclavo, acusado injustamente, preso, al final fue puesto como segundo hombre de todo Egipto, Dios tiene el poder para cambiar tu situación de la noche a la mañana.

Todo lo que pasó José era necesario porque Dios tenía un propósito, todo lo que estás pasando es porque Dios tiene un propósito y Dios puede cambiar tu situación, tus enemigos vienen por un camino contra ti, pero ellos huirán por 7 caminos de tu presencia.

Pero al final cuando hayas vencido esa prueba, eso produce en tu vida un eterno peso de gloria, eso te da un excelente peso de gloria. Porque Dios está mostrando su gloria en tu vida, y Dios te está transformado de gloria en gloria.

Lee el primer capítulo gratis haciendo click aquí