jueves, 21 de junio de 2018

Las 4 Ts de la economía cristiana Parte III


La Biblia habla de talentos y de dones espirituales, ambos son regalos de Dios, y a medida que se los usa van incrementando su efectividad, ambos son para ser usados en beneficio de otros, no para propósitos egoístas.

A Pesar de que ambos son regalos de Dios, una de las grandes diferencias es que los talentos son dados a todos los seres humanos crean o no crean en Dios, mientras que los dones espirituales son dados a aquellos que creen en Jesucristo.

1 Corintios 12:7-11 “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.”

En primer lugar es importante notar que a todos los creyentes Dios les da dones espirituales, los dones no están limitados a algunos, los dones espirituales no están limitados a los líderes, a los pastores, a los profetas. Entonces ¿por qué esos dones espirituales se manifiestan en algunas personas?, la respuesta es sencilla: porque el creyente no cree en los dones, porque acepta las mentiras que el diablo, porque no lleva una vida consagrada, porque no practica los dones espirituales, porque no pide los dones.

Lo triste es que algunos cristianos cuando ven alguna manifestación del Espíritu mediante estos dones empiezan a criticar a desconfiar en lugar de pedirle al Espíritu Santo que también esos dones se manifiesten en ellos. Esto se debe a una actitud, es muy importante que tengamos la actitud correcta. Y empecemos a anhelar los dones que el Espíritu tiene para nosotros.

Ningún hombre es dueño de los dones espirituales, dice la palabra que el Espíritu Santo reparte a cada uno el don como Él quiere repartir. Al ser dones espirituales son regalos, y los regalos depende de nosotros si los usamos o no los usamos, pero pregunto… Si tu regalas algo a alguien y ese alguien no usa el regalo que le diste, ¿le volverías a dar otro regalo?, claro que no, por eso es muy importante que una vez que sabes que don el Espíritu Santo derramo sobre ti, empieces a usarlo y a medida que vas usando los dones del Espíritu Santo estos dones se van potenciando.

Los talentos también se potencian mientras los practicamos, por ejemplo mientras más practicas un talento, ya sea practicar un deporte, ya sea tocar un instrumento, ya sea practicar un arte, mientras más practicas el deporte, te conviertes en un experto. Hay personas que nacen con un talento natural para practicar un deporte, pero la constancia, la disciplina, el entrenamiento científico te puede convertir en un excelente deportista.

Colosenses 3:23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;”

Cuando inicias algo tal vez no te sientas cómodo, tal vez sientas que eres un inútil, o que eres malo, recuerdo que cuando inicié en mi carrera, había cosas muy difíciles por hacer, retos que parecían increíblemente grandes y pensaba que no podía solucionarlos, pero la perseverancia permitió que pueda aprender y ser un buen profesional. Es necesario que salgamos de nuestra zona de comodidad y nos esforcemos.

La palabra del Señor nos anima a que nos esforcemos y hagamos las cosas con excelencia, que demos el 100% de nuestro ser, le digo a mi hijo, no te pido que seas el mejor estudiante, no te pido que seas el mejor en todo, lo que si te pido es que des el 100% de tu esfuerzo, con eso me voy a sentir satisfecho y sé que lo que te propongas lo vas a lograr. Sé que si das el 100% de tu esfuerzo te va a ir bien en la vida. Mi hijo mayor entrenaba taekwondo, le decía si el instructor te pide que des 10 patadas, da 11, si el entrenador te pide que des 10 vueltas, da 11; cuando tienes esa mentalidad de siempre dar un poco más de lo que se te pide, cuando tienes esa mentalidad de dar lo mejor de ti, eso es caminar la milla extra.

Hay una historia que quiero contarte: Resulta que en una empresa había dos amigos que trabajaban en una empresa, uno de ellos era jefe y el otro subordinado, llego el tiempo en el que era el jefe tenía que jubilarse, y bueno el que no era jefe pensó, “esta es mi oportunidad para ser jefe”. Pero el dueño de la empresa decidió que no y en su lugar nombró a alguien más joven. Al ver que no había sido tomado en cuenta se molestó mucho, él había trabajado duro para que la empresa creciera, estaba seguro que por el esfuerzo le tocaba ser el jefe, fue a hablar con el dueño de la empresa y le pregunto ¿por qué no había sido tomado en cuenta? Y tuvieron esta conversación

Dueño- ¿ves ese camión que está al frente?, averigua ¿qué está haciendo? – el trabajador  va y averigua.
Trabajador- Está descargando zapatos
Dueño - ¿Cuánto tiempo van a tardar? – el trabajador va y averigua
Trabajador – 50 minutos
Dueño - ¿Dónde van luego? – el trabajador va y averigua
Trabajador – a Cochabamba
El Dueño llama luego al joven que había sido nombrado Jefe y le dice
Dueño- ¿ves ese camión que está al frente?, averigua ¿qué está haciendo? – el nuevo jefe va y averigua.
Nuevo jefe – están descargando zapatos, van a tardar 50 minutos y luego se van a Cochabamba a traer más zapatos.

El trabajador antiguo comprendió que solamente hacía lo que se le pedía, mientras que el joven estaba dispuesto a dar un poco más.

Muchas veces creemos que trabajando bien vamos a conseguir un mejor puesto, pero no es así, a lo mucho que podemos conseguir trabajando bien, es conservar nuestro empleo. Si somos excelentes podemos conseguir un mejor puesto, si trabajamos bien podemos conservar nuestro trabajo, pero si trabajamos mal vamos conseguir que nos despidan.

Se han dado cuenta que la mayoría de las personas lo que hacen es preguntar primero ¿cuánto es la paga? En lugar de preguntar primero ¿qué es lo que debo hacer? Querido hermano es importante cambiar de mentalidad, esa mentalidad mediocre que no permite que avancemos en nuestra vida, sólo que he querido tocarte un punto el trabajo, pero lo mismo puedes aplicar a todas las áreas de tu vida, deporte, ministerio.
Pero sabes que es lo bonito de todo es que Dios no va a darnos más de lo que podamos soportar, Dios va colocando retos a lo largo de nuestra vida, pero esos retos están diseñados para que los podamos pasar. Ejemplo.

Jueces 6:11-12 “Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas. Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente.”

Vemos que los israelitas estaban viviendo escondidos de sus enemigos, ellos se veían como víctimas, ellos vivían con miedo, pero no importa como nos vemos, lo que importa es cómo Dios nos ve, Dios veía a este hombre como un hombre valiente, esforzado. Es muy importante que cambies de mentalidad, es muy importante que dejes de escuchar la voz del enemigo y empieces a escuchar la voz de Dios. El enemigo te dirá: no puedes, eres un inútil, eres un perdedor, no lo vas a conseguir, pero la voz de Dios dice, te veo como hombre esforzado, como un hombre valiente, la voz de Dios te dirá: “todo lo puedes en Cristo que te fortalece”.

Ahora depende de ti si escuchas la voz de Dios o si escuchas la voz del enemigo, Dios quiere que salgas de tu zona de confort y empieces a avanzar, y será como David, Dios puso un león, luego un oso, pero Dios quiere que tu derribes a tu gigante, Dios lo que quiere es darte a tus enemigos en tus manos.

Tal vez consideras que no muchos talentos o dones espirituales, pero esos talentos o dones que Dios te ha dado es importante que los pongas a trabajar.

En la parábola de los talentos vemos que Dios da diferentes dones dependiendo de la capacidad de las personas, no todos tenemos la misma capacidad, algunos tienen más otros tienen menos, pero lo importante es que aquello que Dios nos da lo pongamos a trabajar, aquel que recibió dos talentos no se quejó, no dijo: “¿por qué a este le dieron 5 y a mi sólo 2?”. El simplemente lo puso a trabajar.

Cuando pones a trabajar tus talentos o tus dones, Dios los multiplica. Pero lo interesante es que ambos trabajadores no se quedaron con los talentos, sino que ellos los entregaron a su Señor. Mientras que aquel que escondió el talento, el Señor se lo quitó, eso pasa si no explotas aquello que Dios te ha dado, al final te lo va a quitar.

Tenemos la responsabilidad de desarrollar los talentos que se nos han dado. Algunas veces pensamos que no tenemos muchos talentos o que otras personas han sido bendecidas con más habilidades de las que nosotros poseemos. A veces no utilizamos nuestros talentos por miedo de fracasar o de que puedan criticarnos los demás. Sin embargo, no debemos esconder nuestros talentos.
  • Lo primero que debemos hacer es descubrir nuestros talentos y hacer una evaluación de nosotros mismos para saber cuáles son nuestras aptitudes y habilidades.
  • Segundo, debemos estar dispuestos a dedicar tiempo y esfuerzo para desarrollar el talento que deseamos adquirir.
  • Tercero, debemos tener fe en que nuestro Dios nos ayudará, y tener fe en nosotros mismos.
  • Cuarto, debemos aprender y adquirir las destrezas necesarias para desarrollar nuestros talentos. Podemos hacerlo al tomar clases para mejorar las destrezas.
  • Quinto, debemos poner en práctica nuestros talentos; todo talento requiere esfuerzo y trabajo y el llegar a dominarlo requiere dedicación.
  • Sexto, debemos compartir nuestros talentos con los demás.


Beethoven compuso su mejor música después de quedar sordo; Moisés era tardo en el habla, lo superó y llegó a ser un maestro poderoso (véase Moisés 6:26–47). Algunos grandes deportistas han tenido que vencer serias discapacidades antes de triunfar

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viernes, 15 de junio de 2018

Las 4 Ts de la economía cristiana Parte II


Efesios 5:16 “aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.”

La palabra de Dios nos enseña que debemos aprovechar nuestro tiempo, es muy importante que tengamos marcados objetivos marcados para nuestro futuro, el tiempo es un recurso que una vez pasa no vuelve, no podemos ir a la tienda de la esquina a comprar una hora de vida o pedir que los días tengan 25 horas en lugar de 24, cada segundo que pasa es un segundo que no vuelve, por lo tanto, es muy importante que aprovechemos cada momento de nuestra vida para construir algo productivo.

Todos tenemos la misma cantidad de tiempo al iniciar cada día y depende de nosotros poder aprovechar esas valiosas horas, el segundo de hoy tiene el mismo valor que el segundo que pasó, desde que nacemos decidimos que vamos a hacer con los segundos que se nos otorgan, pero muchas veces ese valioso tiempo lo dedicamos a otras cosas.

Eclesiastés 3: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reir; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.”

La Biblia nos enseña que cada cosa tiene su tiempo y su momento debajo del cielo, cuando somos niños queremos ser grandes y cuando somos mayores queremos ocultar nuestra edad de diferentes maneras como ser usando productos, pero es muy importante aceptar lo que vivimos y que debemos ocuparnos de nuestras cosas de acuerdo a nuestra edad.

Cuando somos niños debemos dedicarnos a estudiar, cuando estamos en la adolescencia debemos prepararnos para nuestra adultez, no debemos precipitarnos a vivir tiempos que no corresponden, si apresuramos nuestros tiempos vamos a tener que pagar un precio.

Testimonio, Recuerdo que me casé muy joven sin haber terminado mi carrera universitaria, y tuve que abandonar mis estudios porque tenía que trabajar para poder proveer a mi familia, y cuando retomé mis estudios fue una época muy dura de mi vida porque tenía que trabajar y estudiar al mismo tiempo, eso degeneró en una serie de problemas en mi familia, y secuelas en mis hijos, porque no les dediqué el tiempo necesario. Todo esto hubiera sido diferente si no hubiese apresurado mis tiempos.

Algunos quieren vivir el futuro, pero también hay personas que viven en el pasado y viven recordando lo que les hicieron, con corazones llenos de heridas y de dolor. No debemos vivir en el pasado porque nada podemos cambiar, no podemos vivir en el futuro porque no ha llegado por eso el presente se llama presente, porque es un regalo que Dios nos ha dado (entiéndase que presente es sinónimo de regalo).

Gálatas 6:9 “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.”

Te decía que debemos vivir la edad y etapa que nos corresponde vivir, especialmente si somos jóvenes debemos aprender a sembrar en el estudio, si bien es cierto que ser excelente estudiante no te garantiza ser un excelente universitario, ser un excelente universitario no garantiza tener un excelente trabajo, tener un excelente trabajo no te garantiza tener una vida económica saludable. Pero si vives en la excelente vas a tener muy buenas probabilidades de tener una vida económica saludable.

Si estas preparándote todo el tiempo, en algún momento vas a cosechar si es que no te cansas de sembrar en tu futuro, lo que quiero decir en este momento es que en este momento estás cosechando lo que has hecho hace 5 años atrás. Y dentro de cinco años vas a cosechar lo que estás sembrando en este momento.

Si en este momento estás sembrado, dejadez, flojera, postergación, mediocridad, vas a cosechar ruina, pero si estás sembrando esfuerzo, preparación, planeación, ideas, educación, vas a cosechar éxito. Recuerdo una pregunta ¿cuándo es el mejor momento para plantar un árbol? El mejor momento es hace 5 años, porque hoy estarías recogiendo sus fruto y ¿cuál es el segundo mejor momento para plantar un árbol? El segundo mejor momento es hoy día. Hoy puedes cambiar tu futuro tomando una decisión: aprovechar mejor el tiempo.

Eclesiastés 8:2-3 “Te aconsejo que guardes el mandamiento del rey y la palabra del juramento de Dios. No te apresures a irte de su presencia, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quiere.”

La palabra de Dios nos aconseja que permanezcamos en la presencia de Dios, cuando permaneces en la presencia de Dios, Él te da la sabiduría para poder administrar mejor tu tiempo, Dios te da la gracia, Dios derrama una unción especial en tu vida, además en la Biblia podemos encontrar mucha sabiduría sobre economía.

Salmos 31:15 “En tu mano están mis tiempos…”

El hombre está acostumbrado a vivir en el tiempo Cronos, es decir un tiempo lineal que el hombre puede medir, pero Dios establece los tiempos y el tiempo de Dios es un tiempo perfecto, Dios tiene un tiempo para todas las personas, el tiempo no está en nuestras manos; podemos planificar, podemos prepararnos, pero no sabemos lo que sucederá mañana, no sabemos si estaremos vivos, por eso debemos decir: Si Dios quiere. Pero aún así debemos estar preparados.

Eclesiastés 9:11 “Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos.”

Dios tiene un tiempo para todos y nuestra responsabilidad es estar preparados para ese momento especial que Dios tiene para nosotros, lo peor que podemos hacer es no prepararnos.

Proverbios 6:6-9 “Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio; La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, Prepara en el verano su comida, Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?”

Este es un perfecto ejemplo bíblico de cómo debemos prepararnos cuando somos jóvenes para nuestra vejez, muchas veces estamos confiados en la jubilación que tenemos del gobierno, pero es mucho mejor que nosotros tengamos un plan propio para jubilarnos, es decir tengamos un negocio propio.

El hecho de tener un negocio propio puede tener muchas ventajas: la primera es que no estamos dependiendo de la jubilación, estamos haciendo nuestra propia jubilación, la segunda es que cuando no tengamos las fuerzas necesarias para trabajar podemos trabajar medio tiempo en nuestro propio negocio. Muchas de las personas de la tercera edad necesitan que sus hijos los ayuden a vivir, todo porque ellos no se prepararon para su vejez. Por lo tanto, es necesario que ahora que tenemos la fortaleza necesaria nos preparemos para esta etapa de nuestra vida.

Eclesiastés 12:1 “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;”

¿Le estás dando un lugar en la agenda a Dios? O ¿Estás permitiendo que Dios tome el control de tu agenda?, ponemos muchas excusas para no servir a Dios, cuando somos jóvenes decimos que somos pequeños y que no nos tomarán en cuenta, cuando somos adultos estamos ocupados en el trabajo y nuestras actividades, cuando somos ancianos, estamos llenos de enfermedades y no tenemos la fuerza necesaria.

Pero Dios dice que no nos debemos olvidar de Él y mientras más jóvenes seamos, mientras más jóvenes le entreguemos nuestra agenda, Dios guiará mejor nuestras vidas.

Principios básicos de la administración del tiempo 
  • Una lista de las actividades de una semana completa, tomada con incrementos de 15 minutos cada una, facilita la utilización efectiva del tiempo.
  • Está comprobado y es un principio fundamental de la planeación del tiempo, que toda hora empleada en planear eficazmente ahorra de tres a cuatro horas de ejecución y produce mejores resultados.
  • Una técnica recomendable para administrar mejor el tiempo, es utilizar los últimos 20 minutos de labores, en planear el día siguiente.
  • El tiempo rara vez se utiliza exactamente como se lo planea. Pero se debe procurar, dentro de lo posible, respetar las actividades y compromisos establecidos.
  • Los resultados más efectivos se logran teniendo objetivos y programas planeados, más que por la pura casualidad.
  • El tiempo disponible debe ser asignado a tareas en orden de prioridad.
  • El establecer un determinado tiempo o fechas límites para cumplir con los compromisos de los emprendedores, ayuda al resto del grupo de trabajo a sobreponerse a la indecisión y a la tardanza.
  • Posponer o aplazar la toma de decisiones puede convertirse en hábito que desperdicia Tiempo, se pierden las oportunidades y aumenta la presión de las fechas límite establecidas.
  • Las actividades de rutina de bajo valor para el logro de los objetivos generales deben ser delegadas o eliminadas hasta donde sea posible.
  • El mantener a la vista la agenda del día facilita el administrar correctamente el tiempo.
  • El paso siguiente es revisar lo que conviene hacer. 
  • Decida qué actividades de la jornada va a rescatar y cuáles van a dejar expirar. Una vez estudiadas, vuelva a negociar las fechas límite que le han dado para los asuntos más urgentes. 
  • Es importante que en su jerarquización de temas prioritarios para sacar adelante, posponga todas las trivialidades que pueda para otro día. En lugar de darse una paliza trabajando dos horas extras para terminar todo, considere la posibilidad de trabajar sólo veinticinco minutos extra al día durante el resto de la semana.
  • Establecer prioridades, es fundamental, temas como calidad, cumplimiento o manejo de inventarios son importantes desde el punto de vista de empresa
  • El mito de la actividad: "El emprendedor más lleno de trabajo es el más eficiente". Se confunden los resultados con la actividad... para no llegar a ninguna parte.
  • Todo el mundo pierde el tiempo. Es parte del ser humano. Cierto tiempo perdido puede ser constructivo porque ayuda a relajarse o a reducir la tensión; sin embargo, a veces esto puede ser algo frustrante, especialmente cuando se pierde el tiempo por hacer algo menos importante de lo que se podría estar haciendo.
  • Desperdiciador de tiempo: Es cualquier cosa que impida que un emprendedor alcance sus objetivos de la manera más efectiva posible.
  • Realizar las actividades planeadas sin descuidar los objetivos
  • Prioridades: Importante, Urgente, Pérdidas de Tiempo.