miércoles, 17 de enero de 2024

No escuches

1 Samuel 17:28 “Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos hombres, se encendió en ira contra David y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido.”

Dios le pide a Samuel que unja como rey a uno de los hijos de Isaí, es interesante como muchas veces Dios pide cosas, pero no entrega todos los detalles; esto hace que Samuel se equivoque y crea que el elegido por Dios era Eliab (el hijo mayor de Isaí), después que pasaron todos los hijos de Isaí, recién se acordaron de David, eso quiere decir que Dios hizo que toda la familia de David esté presente cuando, David fue ungido por el profeta Samuel como rey, todos escucharon las palabras del profeta.

David fue menospreciado, incluso por su padre, pero Dios lo exalto delante de todos, me gusta mucho esa escena, mostrando que no importa el lugar o la posición, Dios siempre exalta a aquel que se humilla, a aquel que es obediente, que le adora, que le honra, menciono esta escena porque es importante para lo que viene.

Se levantan los filisteos para pelear contra Israel, los 3 hermanos mayores salen a la guerra, Isaí preocupado por sus hijos, envía a David para ver a sus hermanos, en ese momento sale Goliat y provoca al ejército israelí.

En ese momento, el hermano mayor de David (Eliab), se enciende en ira contra David y dice estas palabras: ¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido.

La actitud de Eliab deja mucho que desear, porque él había sido testigo del ungimiento de David como rey, pero no creyó en el profeta Samuel, no respetó el ungimiento de David, no creyó que David algún día sería rey. Quiero decirte que si estás leyendo esto, es porque hay una promesa de parte de Dios para tu vida, y muchos no van a creer en esa promesa, es probable que muchos tengan envidia, que duden, pero no sólo han dudado de ti, han dudado del hombre de Dios que profetizó sobre tu vida.

¿Para qué has descendido acá?, es probable que te digan este no es tu lugar, que levanten artimañas y estratagemas de hombre para que renuncies y te vuelvas, van a procurar hacerte sentir mal, inútil, inservible, que tu aporte no es significativo o que estarían mejor sin tu ayuda. Simplemente no los escuches. Si Dios te ha llamado, si Dios te ha traído, si Dios te ha levantado, ¿Quién es el hombre para decirte que este no es tu lugar?, siempre habrá gente que te critique, que te desanime, no los escuches, solamente escucha la palabra de Dios, porque vivirás de toda palabra que sale de la boca de Dios.

¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto?, Eliab quería que David volviese a cuidar las ovejas, estaba volviendo a menospreciar, pero el tiempo de David había llegado, el tiempo de salir del anonimato era ahora; siempre habrá gente con envidia de tu progreso, de que Dios te haya levantado, pero lo que ellos no ven es el precio que pagaste, los desvelos, la búsqueda de la presencia, el levantarte temprano, eso no ven, lo que pueden ver es lo que Dios está haciendo en tu vida; este es el tiempo que Dios ha escogido para tu  ministerio crezca en unción, en poder.

Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido, David no fue a ver batalla, durante 40 días estuvo Goliat desafiándolos para la batalla, pero nadie se le enfrentaba, David había ido a pelear. Tú ya no eres un espectador es el momento de que tomes posición en el ejército de Dios y pelees la batalla, porque Dios te ha escogido para matar gigantes.

No escuches a los que no están alineados con la voluntad de Dios, solamente escucha la voz de Dios, escucha las promesas de Dios, porque lo que Dios te dice está garantizado, la victoria está asegurada.

Dios te bendiga 



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lunes, 15 de enero de 2024

Despierta

Hageo 1:14 “Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios,”

Este pueblo se había volcado a reconstruir sus propias casas, de plantar sembradíos, de hacer tesoros en la tierra y no preocuparse por hacer tesoros en el cielo, se habían olvidado de la casa de Dios, esa era la situación en la que se levanta el profeta Hageo para proclamar la palabra de Dios.

Me llama la atención la frase “despertó Jehová el espíritu”, ellos tenían el espíritu dentro, pero ese espíritu estaba dormido, la pasión, el fuego se había apagado, necesitaba ser despertado, necesitaba que Dios nuevamente los motive, ellos necesitaban nueva vida en su interior.

Te pregunto, ¿Cómo está tu espíritu hoy día? Has dejado que ese espíritu se duerma por causa de:

  • Los afanes de la vida
  • Algún pastor, líder trajo decepción a tu vida
  • Incluso, ¿has permitido que la bendición te distraiga?
  • ¿Tal vez estás en un desierto?

Tienes el espíritu dentro de ti, tienes la unción, la gracia, el poder, no permitas que se duerma, lo que quiero decirte es que los talentos, los dones que Dios ha derramado sobre tu vida, necesitas usarlos, cuando usas lo que Dios te da… el don se activa, el don crece, el don se multiplica, el don bendice a los que te rodean.

Es como la parábola de los talentos, aquel uso los talentos, los talentos de duplicaron, lo mismo sucede con el don, ese don crece, ese don se multiplica. Pero si permites que ese don se duerma, lo terminas perdiendo.

Tal vez digas, “lo que Dios me ha dado no es mucho”.

Eclesiastés 9:4 “Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.”

Es mejor alguien con pocos dones, pero que esté vivo, que esté usándolos; a alguien que tenga muchos dones, pero que esté dormido, sin sueños, sin esperanza.

Eso que crees que es poco es lo que Dios va a usar, recuerda que Dios creo todo lo que se ve de la nada, entonces Dios puede hacer mucho con lo que llamas poco; eso poco es lo que Dios va a multiplicar; porque en lo poco me fuiste fiel, en lo mucho te pondré dice Jehová de los ejércitos. 


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martes, 9 de enero de 2024

Transferencias

 2 Timoteo 1:6 “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.”

Por alguna razón Timoteo estaba perdiendo la pasión, ese primer amor hacia Cristo, Pablo al darse cuenta de esa pérdida de entrega, de compromiso, le dice a Timoteo que es su responsabilidad avivar ese fuego en su interior.

Es necesario que entendamos que no podemos crear fuego, pero si podemos avivar el fuego que tenemos en nuestras vidas, antes de avivar el fuego me gustaría que observemos la última frase, el fuego que recibió Timoteo fue producto de una transferencia de parte de Pablo. Pablo fue el responsable de transmitir fe, amor, pasión, compromiso, entrega, hacia Cristo; aquí nos indica que fue producto de una imposición de manos, pero no es la única manera que se puede transferir algo.

Existen muchas maneras que la Biblia nos muestra de una transferencia, una de ellas es la que está en:

Números 11:16 “Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.”

Aquí podemos ver que Moisés llevaba la carga sólo, era una carga muy pesada, Dios le dijo que 70 ancianos compartirían la carga junto a Moisés, fueron seleccionados de en medio del pueblo.

Números 11:23 “Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no. Y salió Moisés y dijo al pueblo las palabras de Jehová; y reunió a los setenta varones de los ancianos del pueblo, y los hizo estar alrededor del tabernáculo. Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.”

Hay dos cosas importantes en esta historia, en primer lugar, dice que la mano de Dios no se ha acortado, Dios sigue siendo el mismo, si lo hizo en el pasado también lo hará en el presente, en Hechos 2:17, dice Dios: derramaré en tiempo futuro, no solamente es el pasado, es en todo tiempo, Él quiere derramar de su Espíritu en toda carne, para profetizar, ver visiones, tener sueños, en segundo lugar, es el mismo Espíritu que reposaba en Moisés reposa hoy en día en los hombres entregados y consagrados a Dios.

Cuando estás al lado de un hombre se transfiere la unción que carga, el Espíritu que lleva, por eso se habla de ADN espiritual, se habla de que el discípulo se parece al maestro, es importante que escojas bien a tu mentor, a maestro, a tu pastor, porque vas a llevar la misma unción. Si el hombre es apasionado por Dios, esa misma pasión se va a transferir, pero también se va a transferir la religiosidad, el legalismo, se transfiere todo, se transfiere lo bueno, pero también se transfiere lo malo.

Si estás con personas que solamente hablan, murmuran, ven el lado malo de las cosas, eso vas a recibir.

Aprende a elegir tus amistades, tus mentores, tu pastor, tu líder, para que recibas lo que ese hombre carga. Elije personas mejores a ti, para que ayuden a ser mejores.

Dios te bendiga


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viernes, 5 de enero de 2024

Recibes lo que esperas

Marcos 6:5 “Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos.”

Mateo 13.58 “Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.”

La Biblia narra que Jesús no hizo muchos milagros en su tierra, el motivo la incredulidad de ellos; hoy en día sucede lo mismo, cuando vamos a la iglesia es probable que no recibamos lo que Dios tiene para nosotros, porque no vamos con la actitud correcta, con la perspectiva correcta.

Es probable que estemos yendo para calmar la conciencia, para encontrarnos con alguien, por cumplir con un compromiso, vamos y cualquier cosa nos distrae: el hermano, la hermana, las luces, la bulla, el ruido, el celular; incluso podemos cuestionar al predicador, no nos gusta el tono de voz, la manera como predica.

Podemos cuestionar al predicador, podemos llegar a familiarizarnos con él, porque somos amigos, o porque lo vimos crecer y llegar a cuestionar como Dios lo está usando, en fin… pueden ser innumerables los motivos por los cuales no recibimos un milagro de parte de Dios.

Incluso hoy mismo, sin necesidad de ir a la iglesia, nosotros mismos podemos no recibir el milagro de Dios, por causa de la incredulidad, oramos sin creer que recibiremos, dudamos de que Dios pueda hacer un milagro, dejamos que nuestra mente lógica gane a nuestra fe.

Me gusta mucho la actitud de un padre, cuyo hijo estaba endemoniado

Marcos 9:23-24 “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.”

Muchas veces la desesperación es la que nos hace creer, o buscar realmente a Dios, y cuando no encontramos otra alternativa y gastamos todas las posibilidades humanas buscamos a Dios, que no suceda llegar a este extremo, busquemos ahora a Dios. Y cómo dijo este hombre si existe duda, incredulidad, pídala a Dios.

Santiago (1:6) nos anima a que pidamos con fe, sin dudar, creyendo que vamos a recibir lo que pedimos, me impresiona como la mayoría de los milagros que hace Jesús, son milagros donde la gente se acerca creyendo que va a recibir lo que busca.

Este es el tiempo de acercarte creyendo que vas a recibir lo que pides, cree que vas a recibir tu milagro, cree que Dios va a operar, aunque tus ojos no lo vean, cree que Dios está trabajando, está abriendo puertas, está haciendo conexiones, está tocando corazones.

Sólo es cuestión de tiempo para que puedas ver tu milagro realizado.

Pero si no lo recibes todavía, no dudes, porque predicar, mantenerte con fe, sirviendo, creyendo en el Dios todopoderoso es un testimonio mucho más fuerte, que aquel que se mantiene con fe habiendo recibido su milagro.

Lo que quiero decirte es que un milagro no puede marcar la diferencia entre creer o no creer, entre servir y no servir, Él te ha dado un regalo mucho más grande y te ha dado un milagro mucho más grande, se llama vida eterna, se llama salvación.

No dejes de creer, esta es tu temporada.


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jueves, 4 de enero de 2024

Mi gozo viene de...

 Habacuc 3:17-18 “Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.”

Existen varios motivos por los cuales pasamos momentos difíciles en la vida, el primero son circunstancias ajenas a nuestro control: un accidente, enfermedad, una mala noticia, crisis político-social, Etc, todas estas cosas afectan nuestras emociones, pueden incluso llegar a turbarnos por un tiempo; también están aquellas en las cuales nos hemos metido ya sea por un mal asesoramiento, malas decisiones, o decisiones fuera de la voluntad de Dios, por supuesto lo más evidente por causa del pecado, pero también están las pruebas que Dios permite en nuestras vidas.

Todas estas circunstancias de una manera u otra, de cierta manera pueden llegar a afectarnos, pero no deberían ser circunstancias que nos alejen de Dios, porque nuestro gozo no depende de que todo nos vaya bien, de que no existan pruebas, de vivamos de sin problemas o situaciones adversas en la vida, eso es ser cristiano de balde, cristiano que solamente busca las bendiciones, pero no busca al que otorga la bendición.

El árbol cuando va creciendo necesita tanto de la lluvia, como del sol, de la sequía y de los vientos, en los tiempos de lluvia son los tiempos de abundancia, de prosperidad, son tiempos en los cuales todo está marchando bien, los tiempos de sol es cuando producimos los frutos, los tiempos de sequía (desierto), es cuando las raíces profundizan en búsqueda de agua, es en esos tiempos de prueba es cuando más deberíamos buscar de Dios, para fortalecer el espíritu; los tiempos de vientos son aquellas pruebas fuertes, pero como somos cristianos maduros, con raíces profundas, ¡nada nos puede tumbar! Pero, si no existen esas raíces profundas, cualquier viento puede tumbarnos.

Habacuc decía no importa la crisis, la situación, lo que mis ojos puedan ver, no importa si estoy en prueba, mi gozo, mi lealtad, mi amor, no depende de cómo estoy viviendo en este momento, porque sé que esto es temporal, mi gozo depende de Dios.

Yo me alegré en Jehová porque sé que estos tiempos de necesidad son momentos en los cuales puedo ver la mano poderosa de Dios actuando; sé que en el desierto puedo ver caer maná del cielo, esa provisión que solamente viene de Dios, puedo ver la nube en el cielo, ese Dios que me protege, esa columna de fuego que me cuida de mis enemigos en la oscuridad.

Mi gozo solamente depende de Dios, creador de los cielos y de la tierra; si tiene el poder para hacer lo que se ve de aquello que no se ve, también tiene el poder para cambiar cualquiera sea la situación que estoy viviendo.

Sabes que es lo que me llama la atención es que en el verso 18: usa la palabra Alegraré (גִּיל guil) y gozaré (עָלַז aláz), palabras que significan girar alrededor, saltar de gozo; me recuerda mucho a la extravagancia de David al gozarse delante de Dios.

No sé por lo que estás pasando, pero si sé que Dios que es momentáneo, enfócate en alegrarte en Dios y en regocijarte, en Él, tal vez digas es difícil hacerlo en tiempos de necesidad, es cierto y tienes toda la razón, pero es sacrificio de alabanza, sacrificio de adoración.

Dile a Dios nada me separará de ti, porque de ti viene mi gozo y mi salvación.


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miércoles, 3 de enero de 2024

Deja el autoexilio

2 Samuel 9:3-6 “[3]El rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies [4] Entonces el rey le preguntó: ¿Dónde está? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir hijo de Amiel, en Lodebar. [5] Entonces envió el rey David, y le trajo de la casa de Maquir hijo de Amiel, de Lodebar. [6] Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán hijo de Saúl, a David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset. Y él respondió: He aquí tu siervo.

Mefi-boset era príncipe de Israel, su destino era gobernar Israel después de la muerte de Saúl y de Jonathan, pero no fue así, gran parte de su vida la vivió autoexiliado en Lodebar, un lugar olvidado; una vida triste para alguien que tenía un futuro maravilloso; creo que Mefi-boset se escondió en Lodebar en primero lugar a causa de los pecados de Saúl y en segundo lugar porque su nodriza lo tumbó y lo volvió en un lisiado; esto lo volvió un alguien con baja autoestima, temeroso, sin sueños, sin nada que esperar de la vida.

Hoy en día existen muchos Mefi-boset, Dios tiene grandes planes para sus vidas, pero hoy viven autoexiliados lejos de la presencia de Dios, ya sea porque se tienen pocos dignos a causa de los pecados que cometieron; o es posible vivan sus vidas sin sueños, sin proyectos, porque no nacieron en la clase social correcta o el país no tiene las condiciones necesarias para cumplir lo que desean, entonces deciden simplemente vivir la vida como viene; están culpando de su situación a sus padres, a lo que vivieron, al gobierno, a la crisis, en fin culpan a todos, pero no toman las riendas de sus vidas.

Es posible que te hubieses abandonado a ti mismo, pero Dios no se ha olvidado de ti, y no importa si estás en Lodebar, Dios te llama porque Él no ha terminado contigo, Él tiene planes, propósitos y los va a cumplir.

2 Samuel 9:7 “Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa.”

Lo que sembramos hoy, nuestros hijos lo cosechan, lo que hacemos hoy en día trasciende la eternidad, muchas veces no entendemos porque Dios tiene misericordia con nosotros, pero son los pactos, son las oraciones que hicieron nuestros padres; muchas veces Dios tiene misericordia con nosotros por amor a nuestros padres.

No importa lo que el enemigo hizo, hay una restitución de honra, de privilegios, de sueños, de ministerios, todo lo que el diablo quitó Dios lo restituye por amor a nuestros padres; si eres siervo de Dios, Dios honra tu servicio cuidando a tus hijos cuando ya no estés en este mundo.

Lo primero Dios hace misericordia, lo segundo Dios restituye, pero lo mejor es que Dios sienta en su mesa, Dios te trae a su presencia.

Este es un tiempo de misericordia, donde los sueños vuelven a tener vida, donde existe restitución, donde vuelves a la presencia de tu Dios. ¡Deja el autoexilio, es tiempo de tener nueva vida! 



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sábado, 30 de diciembre de 2023

Acércate

Éxodo 3:1-4 “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.”

Me llama mucho la atención que Moisés llegó hasta el monte Horeb (Monte de Dios), pero llegar hasta ese lugar no fue fácil, tuvo que pasar un desierto. Creo que esta historia, se parece mucho a nuestras historias, para poder encontrarnos con Dios tenemos que pasar desiertos (pruebas), muchos llegamos con una vida destruida, con montañas de problemas, otros con enfermedades; hasta es posible que busquemos a Dios como último recurso para la solución de algún conflicto ya sea interno o externo.

Así estaba Moisés, sólo, olvidado por todos, no creo que ser pastor de ovejas hubiese sido el sueño de Moisés, recordemos que era príncipe en Egipto, con grandes aspiraciones en su futuro, es posible que en su juventud se hubiese visto como el salvador de Israel; pero en lugar de eso era el pastor de las ovejas de su suegro, ni siquiera eran sus propias ovejas.

Te pregunto ¿Qué soñaste cuándo joven? ¿Qué querías ser? ¿Doctor?, ¿Piloto?, ¿Futbolista?, lograste tus sueños, si es así, felicidades, eres de los pocos, la mayoría no lo consigue, la mayoría tiene sueños rotos y destrozados, creo que así estaba Moisés. En esas circunstancias se encontró con Dios.

Para encontrarse con Dios Moisés tuvo que ir a lugares donde no estaba acostumbrado a pastorear, allí en la soledad, lejos de todos, tuvo un primer encuentro con Dios, Me gusta mucho como Dios se presenta a Moisés, en forma de una zarza ardiente, pero eso no fue suficiente para él, Moisés quería más.

Lo que te quiero decir, es que Dios se va a presentar a tu vida, pero si quieres más de Dios vas a tener que acercarte, si quieres entrar en otro nivel de relación con Dios, necesitamos hacer algo diferente a lo que estamos acostumbrados a hacer, necesitamos ir más allá: orar más tiempo, adorar más tiempo, leer más tiempo, meditar más tiempo, ayunar más seguido.

A medida que Moisés se acerca, Dios se le va revelando, hasta llegar a decirle su nombre: SOY EL QUE SOY.

Santiago 4:8 “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.”

Este año que está empezando, haz algo diferente, procura entrar en amoríos con tu Señor, entra en nuevas dimensiones.

Dios te bendiga

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