sábado, 23 de noviembre de 2019

Pricipios para invertir II

Enfocarse
La historia de José me llama la atención de una manera especial, a pesar de todas las dificultades, nunca perdió la visión y la fe. Recordemos que fue echado a un pozo (Génesis 37:22), fue vendido a unos traficantes de esclavos (Génesis 37:28), fue vendido como esclavo a Potifar (Génesis 37:36), fue puesto en la cárcel de manera injusta (Génesis 39:20), fue olvidado por el coopero que le profetizó la libertad (Génesis 40:23).

Génesis 39:9 “No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?”

José dijo “no pecaría contra Dios”, a pesar de la crisis que estaba viviendo, no perdió la fe, de hecho, la fe en Dios es lo que lo alentaba a seguir firme, si no tenemos fe, ¿Qué sería de nosotros? Hombres que sólo caminan por el mundo sin Dios ni ley, llevados por sus pasiones, José entendía que los sueños venían de parte de Dios, por lo tanto la fe le ayudo a entender que todo lo que pasaba a su alrededor estaba en control de Dios, no vemos a José quejándose por lo injusta de la vida, esos momentos difíciles eran parte de un proceso en el cual Dios estaba puliendo su vida, mientras más duras las pruebas que tienes que superar más grande es tu llamado, en esos momentos de crisis encontramos a José siempre aferrado a Dios; en los momentos difíciles en la vida de José, Dios estaba con él prosperando todo lo que hacía.

En estos momentos me gustaría que recuerdes, ¿cuántas veces te sentiste sólo, abandonado, no viste la salida, llenos de problemas?, sólo la fe te mantuvo en pie, el ir a la presencia de Dios y despojarte de tus cargas, fue lo que hizo que estés de pie un día más. Recuerdo que hace un tiempo pase por una etapa muy difícil de mi vida, fue tan dura esa etapa que me era casi imposible acercarme a la iglesia, mucho menos a Dios, pero dentro de mi había fe y a pesar de todo lo que paso en ese año, la fe en Dios me mantuvo en pie. En aquel tiempo muchas veces sentía que literalmente me moría, y otras tantas pensé en quitarme la vida; pero de una manera u otra, pero Dios estaba acompañándome y la fe me sostenía, hasta que un día Dios me dijo: “es tiempo de volver”.

Así como José sabía que su sueño era de parte de Dios, lo primero que debes hacer es asegurarte que tu proyecto, tu negocio, o cualquier cosa que vayas a emprender sea la voluntad de Dios. Debes tener mucho cuidado, porque a veces es tal la obsesión que se puede llegar a tener y se pretende forzar diciendo frases como: “siento que es de Dios”, “Dios me ha dicho”, “Dios quiere que haga esto o aquello”. Lo que realmente necesitas es que Dios te confirme que es su voluntad. Cuando Dios te confirma que es su voluntad, entonces puedes estar seguro que tendrás el éxito en tu emprendimiento, porque tiene la bendición de Dios.
Génesis 42:9 “Entonces se acordó José de los sueños que había tenido acerca de ellos…”
A pesar de los años José nunca perdió el foco, todo el tiempo estaba enfocado en sus sueños, tenía en mente que Dios lo había llamado para algo grande. Algo que me ayuda a no perder el foco es preguntarme como me visualizo dentro de 5 años, en los diferentes aspectos de mi vida: ministerial, familiar, laboral, económico, académico. Cuando me visualizo en esas áreas se adonde quiero llegar, cuales son las metas y los objetivos que deseo alcanzar y procuro enfocarme en conseguirlos, tener claro cuáles son mis metas, me ayudan a enfocarme como un rayo láser en lo que quiero lograr y a no dispersar mi atención en aquellas cosas que no aportan para lograr donde quiero llegar, el tener claro mis metas, me ayudan a motivarme cada día a levantarme de la cama y a hacer las cosas

Entiendo que cualquier decisión que vaya a tomar puede alejarme o acercarme a mis metas, por lo tanto, necesito ser cuidadoso de las decisiones que vaya a tomar, el tener claro ¿cómo me veo o dónde me veo en los próximos años? Me ayuda a auto evaluarme cada 4 meses para saber: cuánto que avanzado, cuánto me falta, qué tan cerca estoy. Pero también me ayuda a re-evaluar: mis acciones, la efectividad, el compromiso, el nivel de esfuerzo. Y si es necesario cambio mis prioridades y el tiempo y la manera de hacer las cosas. Y por último si es necesario desechar o cambiar una meta lo hago; precisamente por eso la autoevaluación es cada 4 meses, tiempo suficiente para saber si cambio o no de rumbo.

De nada me sirve saber cuáles son mis metas, planificar los objetivos, evaluarme cada cuatro meses, si no me pongo en acción, nunca voy a alcanzar mis metas. Escribir mis metas, tener presente y autoevaluarme cada cierto tiempo me ayudan a hacer las cosas y no solamente a planificarlas; es muy importante convertirse en un hacedor de cosas, no solamente en un soñador.

Es posible que te equivoques en el proceso, que falles, eso está bien, nadie nace sabiendo todas las cosas, nadie es un experto, debes permitir fallar, equivocarte o fracasar, pero lo importante es que lo intentaste con todas tus fuerzas, recuerda que cuando emprendas debes dar el máximo de tu potencial. De esta manera en caso de fallar vas a estar tranquillo sabiendo que diste lo mejor de ti. Triste sería que no hayas dado tu máximo potencial y fallar, porque te va a quedar la duda ¿si hubiese dado lo mejor de mí, hubiese tenido éxito?, por lo tanto, entrega siempre lo mejor, eso te ayuda a vivir en un ámbito de excelencia. Cuando fracaso en un proyecto no me deprimo, Llamo a ese fracaso la Universidad de la vida, evalúo mis errores para no volverlos a cometer y continuo, lo importante es que te levantes, analices los errores, corrijas y lo vuelvas a intentar hasta lograrlo, me encanta la frase de Tomas Alva Edison el que inventó la bombilla eléctrica: “encontré mil maneras de no crear una bombilla”, esto quiere decir que tuvo mil fracasos antes de tener éxito.

Te animo a que en este momento puedas tomarte tu tiempo y empieces a visualizarte, ¿cómo te ves de aquí a 5 años?, en todas estas áreas: ministerial, familiar, laborar, económica, académica, social. Te animo a que las escribas y las coloques en un lugar visible que te recuerden: ¿por qué te levantas todos los días de tu cama?, por ejemplo, puedes colocarla en el espejo de tu baño, mientras te cepillas los dientes, mientras te peinas, mientras te lavas la cara, puedes mirarlas, recordarlas y de esa manera motivarte.

¿Qué pasa cuando alcanzaste una meta?, buscas una nueva meta, porque la idea es mantenerte creciendo todo el tiempo, la idea es no te quedes estancado, la idea es que estés avanzando, la idea es que maximices tu potencial, la idea es no te rindas por vencido, ¿hasta cuándo?, hasta el último día de tu vida.

Pero en todo el proceso de mantenerte enfocado y perseguir tus sueños es importante lograr un equilibrio, en todas las áreas de tu vida: creo que esta es una de las cosas más difíciles de lograr, porque tenemos la tendencia de enfocarnos en aquello que nos gusta, que nos hace sentir bien, en aquello que estamos logrando resultados. Pero es muy importante no descuidar todas las áreas de nuestra vida. Por ejemplo, algunos se enfocan en trabajar, pero no disfrutan del fruto del trabajo, aprende a equilibrar tu vida.

Ser prudente
Génesis 37:8 “Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aun más a causa de sus sueños y sus palabras.”

¿Era necesario que José pasase por todo el sufrimiento que pasó? No era necesario que José hubiese pasado por todo el sufrimiento que pasó, con seguridad Dios hubiese utilizado otros caminos menos dolorosos para que José cumpliera el propósito de su vida, pero la imprudencia de José puso en riesgo su vida y lo llevo a vivir cosas muy feas como la esclavitud, ser acusado injustamente, y llegar hasta la cárcel.

Santiago 3:5 “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!”

La inmadurez de José le llevó a ser imprudente, es importante la prudencia, saber cuándo hablar, qué hablar, cómo hablar. Creo que todos hemos cometido el error de hablar por demás, decir cosas, ¿Cuántas veces me he metido en problemas por el simple hecho de hablar demás?  algo que me ayudó a corregir este problema es antes de hablar hacerme ciertas preguntas, ¿Edifica lo que voy a hablar?, ¿Qué efecto quiero lograr en la otra persona: bienestar o malestar? ¿Cuál es el propósito de lo que voy a decir? ¿Qué mensaje quiero transmitir? Me he dado cuenta que muchas veces es mejor callar y perdonar.

Las experiencias ayudaron a José a madurar y por lo tanto ser más cauto y hasta podemos decir que estratégico. Cuando sus hermanos se presentaron delante de José, él probó los corazones de sus hermanos, necesitaba saber si habían cambiado, si eran los mismos; necesitaba saber si amaban a Benjamín su hermano de padre y madre, necesitaba saber si había egoísmo en sus corazones, por eso actuó como lo hizo, lo hizo con mucha prudencia.

Cuando estés con tu empresa: es necesario que seas prudente, que no estés divulgando tus estrategias con todas las personas, que existan cosas que te mantengas en reserva, tal vez sea algún ingrediente para una salsa, tal vez sea la manera de hacer alguna cosa. Es necesario que tomes decisiones sabías, que te ayuden a crecer, a expandirte, a mejorar, Etc.

Pero que la prudencia no te lleve a ser tan prudente que te quedes estático ante los cambios del mercado, o a no hacer cambios en los procesos de tu negocio. Hay muchos que son demasiado prudentes y no quieren hacer cambios o les da miedo hacer cambios dentro de los procesos, dentro de la estructura.


  • La escuela de José

Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”

José tuvo una escuela antes de llegar a administrar la nación más poderosa de su época: José no tuvo la capacidad de administrar de la noche a la mañana, el recibió una educación diferente en la casa de su padre, recordemos que José estaba con su padre mientras sus hermanos pastoreaban, José había sido preparado en la casa de su padre, de hecho muchas veces creemos que la escuela es la que tiene que educar a los hijos, pero en la escuela el hijo está una porción del tiempo, es en el hogar donde el hijo aprende más, aprende del ejemplo, aprende límites, aprende lo que puede o no  puede hacer; luego José administró una casa, administró una cárcel, todo ese conjunto de situaciones llevo a José a aprender cómo administrar una nación; en cada lugar que estuvo José no importaba si era grande o pequeño, José demostró fidelidad, en lo poco fuiste fiel, en lo mucho te pondré. Lo grandioso de todo esto es que aquellas cosas malas que pueden suceder en tu vida, Dios las toma y las transforma en cosas para bien, pero todo depende de la actitud que tengas.

Formación Continua
Cuando vemos la vida de José, José desempeñó varias actividades, fue pastor de ovejas, luego cuando fue vendido a Potifar, aparentemente estuvo a cargo de algunas tareas menores en las cuales demostró responsabilidad y se le dieron tareas de mayor responsabilidad hasta ser colocado como máxima autoridad después de Potifar, en la cárcel también demostró responsabilidad y todo lo que hacía prosperaba; Dios hacia su parte dando gracia, sabiduría y prosperando a José, y José hacia su parte dando lo mejor de sí. Todo esto fue una preparación lo más grande que había en aquel tiempo ser mayordomo del Faraón, estar a cargo de todo Egipto, ¡llegó a ser el segundo hombre más importante de Egipto!, sólo el Faraón estaba delante de José.

La capacitación debe ser permanente en la vida laboral, el conocimiento adquirido en la universidad no es suficiente para enfrentar los retos que se presentan en el trabajo o los proyectos, las universidades son muy buenas en darnos las habilidades duras (dominio de una lengua extranjera, habilidades para una tarea específica, manejo de cierto de máquinas, uso de programas computacionales, etc.), pero también es importante capacitarnos en las habilidades blandas (trabajo en equipo, liderazgo, comunicación, persuasión, motivación, liderazgo, etc.).

Cuando inicias un proyecto requieres un conjunto de habilidades duras y blandas, pero no es necesario que lo sepas todo, las habilidades se las van adquiriendo a medida que vas creciendo, a medida que avanzas en el proyecto, a medida que vas resolviendo los problemas. Si esperas a saberlo todo, si esperas a calcular todo, a esperar que todos los semáforos estén en verde, nunca vas a empezar un proyecto. En el camino te vas a equivocar, vas a fallar, vas a romper los platos, pero todo eso es parte del aprendizaje. Lo importante es que hagas algo, hay una frase que me encanta:  el que nunca hace nada, nunca se equivoca; esto quiere decir que, si haces algo, puedes llegar a equivocarte, pero lo importante es admitir la equivocación, reflexionar sobre los motivos de la equivocación, corregir y volver a intentar.

En mi vida he tenido muchos emprendimientos, he perdido la cuenta de los proyectos en los cuales he fracasado, y en muchos de ellos he perdido dinero, pero no me arrepiento, porque cada fracaso aprendí algo, aunque a veces he tropezado dos veces con la misma piedra, quiero decir que me he equivocado más de una vez en lo mismo.

Recuerdo mientras trabaja en una gran empresa, me equivoqué al imprimir más de 50.000 facturas, me equivoqué a lo grande, claro que apenas me enteré del error, en lugar de esconderlo fui donde mi jefe, mi jefe al ver mi actitud fue comprensivo, no me reprochó, sólo me dijo: solucionalo, claro que trabajé reportando esos errores a impuestos y coordinando con la persona responsable; lo que te quiero mostrar es que nadie es infalible, ¡tienes derecho a equivocarte!

Auto sacrificio por un mejor futuro
Génesis 41:34-36 “Haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de la abundancia. Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo. Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre.”

José nos enseña a sacrificar el bienestar actual para pensar en un bienestar futuro, muchos quieren tener éxito, pero lo que no están dispuesto a hacer es auto sacrificio, no están dispuestos a pagar el precio, admiran a los atletas que son campeones, que ganan medallas, que tienen trofeos, pero no están dispuestos a sacrificarse como ellos lo hacen para lograr los mismos resultados. Para lograr resultados es necesario hacer un auto sacrificio en este momento, para ver los resultados en el futuro.

José enseño a los egipcios que en lugar de consumir todo lo que producían, les enseño a prever para el futuro mediante el ahorro, es así que construyó graneros para almacenar la producción, hoy en día los empresarios quieren que desde un principio la empresa les pague: la deuda del banco, la casa nueva, el auto nuevo, la secretaria, las vacaciones; es necesario reinvertir las ganancias, para que la empresa crezca.

Los atletas se abstienen de muchas cosas para lograr ser campeones, se abstienen de fiestas, de desvelos, de comidas, mientras el resto está descansando, ellos están entrenando, están estudiando a los rivales, están en una permanente superación, por supuesto que esto es parte del sacrificio.

Como emprendedores es necesario también hacer ciertos sacrificios, por ejemplo: Ray Kroc vió el potencial que tenía el modelo de negocio que estaba implementando McDonald’s, compró los derechos, pero para lograr que esta empresa se convierta en lo que es hoy en día, tuvo que: trabajar largas horas, eliminó algunos gastos innecesarios, durante sus primeros 8 años no recibió ningún tipo de salario, pidió prestado dinero al banco para cubrir el sueldo de personas clave en su organización, en el 2019 esta empresa  está presente en 119 países, tiene 33.990 restaurantes y aproximadamente 69 millones de clientes. ¡Es toda una hazaña!

Cuando empecé mi emprendimiento estuve con el mismo vehículo durante 15 años, mientras mis amigos se compraban vehículos nuevos lujosos, yo manejaba el mismo vehículo, por supuesto que deseaba comprar un vehículo nuevo, más cómodo, pero necesitaba mantenerme enfocado y ser disciplinado, para lograr mi objetivo necesitaba hacer sacrificio. Durante todo ese tiempo el dinero ganado lo reinvertía, y también invertía dinero adicional para hacer que el negocio crezca. Después de aproximadamente 5 años trabajando duro logré la libertad financiera que tanto anhelaba, pero para ello tuve que hacer sacrificios fuertes. El primero era trabajar largas horas, en la empresa que me pagaba por un horario, y luego de ese horario trabajar en mis emprendimientos; el segundo fue eliminar los gastos innecesarios. Haciendo un buen uso del dinero.

Paciencia
La vida de José se caracterizó por la paciencia, José vivió momentos muy duros donde el sueño que tenía parecía inalcanzable, era imposible que estando en un pozo, sirviendo como esclavo, o en la cárcel el pudiera tener un lugar de privilegio, mas José fue paciente en esperar los tiempos de Dios, hoy vivimos en una época que se caracteriza por la rapidez, mientras más rápido es mejor, se han fabricado café instantáneo, sopas instantáneas, comida rápida, se ha perdido la costumbre de esperar, no estamos acostumbrados a tener paciencia, queremos resultados ahora.

Recuerdo que, a finales del siglo XX, todavía se enviaban cartas y estas solían demorar una semana o más, cuando alguien viajaba a estudiar se enviaban casetes grabados con mensajes y la familia se reunía a escuchar al hijo, al hermano, al pariente que estaba a kilómetros y esos casetes tardaban días a veces semanas en llegar, hoy tenemos: correos electrónicos, mensajería instantánea, video llamadas, todo eso gracias al avance de la tecnología y a internet, ya no necesitamos esperar. Ya no es necesario hacer colas en los bancos, ahora tenemos las aplicaciones en los celulares y los cajeros automáticos, en fin, todo con el fin de hacer “la vida más fácil” y de hacer las cosas más rápidas. Todas esas facilidades nos han enseñado a no esperar.

Por lo tanto, muchos empresarios quieren que sus empresas sean exitosas desde un principio, y quieren que sus empresas paguen las cuentas, las vacaciones, la casa, la secretaria, etc., pero una empresa es como un hijo, al hijo desde los primeros años de vida, invertimos en él: tiempo, esfuerzo, dinero: la cuna, la ropa, la comida, el médico, los cuidados, la educación, etc., cuando el hijo es grande se lo pone a trabajar para que ayude en casa, igual una empresa, los primeros años se debe invertir y reinvertir, pero para ello se debe tener mucha paciencia y disciplina.

No es malo querer que la empresa tenga resultados pronto, ver ganancias, pero la paciencia es una característica que puede aumentar tus posibilidades de éxito de la empresa. Es importante ser conscientes de que toma tiempo hacer conocer la empresa, tener una cartera de clientes, establecer las relaciones personales, conocer mejor las necesidades del mercado, tomar decisiones sabias, son muchas las ventajas de ser una persona paciente.

Es fácil que la impaciencia domine al empresario, al inicio el empresario: trabaja duro, se arriesga, se esfuerza, se arriesga, tiene mucha ilusión que su producto o servicio despegue en el mercado, pero no ve resultados, ve que los recursos económicos se están agotando, no hay ganancias, los costos fijos se lo están comiendo. Es normal que el empresario esté nervioso, inquieto, pero lo único que necesita es un poco más de tiempo. Muchos en este punto renuncian porque no ven los resultados, por eso es importante que cuando se inicia un emprendimiento sea con recursos propios y no prestados, es necesario tener el capital suficiente para poder operar durante un año, hasta lograr posicionar la empresa.

Al inicio de cada proyecto la expectativa y la motivación son muy altas, pero a medida que avanza el proyecto y se encuentran los primeros obstáculos, puede ser: problemas, falta de clientes, encontrarse con competencia dura en el mercado, insuficiente cantidad de ventas, falta de recursos económicos, etc. La motivación baja, hasta llegar a un punto de querer abandonar el proyecto, pero es en este punto donde si logramos vencer los obstáculos y resolver los problemas el camino al éxito está asegurado.

Creo que cuando Dios repartió la paciencia yo estaba en lo último de la cola y no me tocó nada de paciencia, aún soy impaciente en la mayoría de las cosas, pero en los emprendimientos soy paciente, algo que me ayuda a ser paciente es precisamente los puntos que hemos tocado: mantenerme enfocado en la visión, entiendo que hay problemas, entiendo que hay dificultades como en cualquier proyecto, pero siempre me mantengo enfocado en la visión; siendo prudente en las decisiones que voy tomando y por supuesto capacitándome en el rubro del emprendimiento que he iniciado, y haciendo el sacrificio quesea necesario para el éxito del proyecto.

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