2 Tim. 2:1 “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en
Cristo Jesús.”
Las cosas importantes en la vida
requieren de esfuerzo, requiere esfuerzo el salir bachiller, el terminar una
carrera en la Universidad, en comprar una casa, el mantener a flote un
matrimonio, en la vida el esfuerzo es importante. Está bien que nos esforcemos,
pero en esta ocasión Pablo nos está diciendo que nos esforcemos en algo mucho
más importante, Pablo nos dice que nos esforcemos en la gracia.
La gracia es la que te permite
continuar cuando quieres renunciar, la gracia es la que te permite avanzar
cuando quieres volver atrás, la gracia es la que te sostiene, la gracia es la
que te abre puertas, la gracia es la que te da ideas, la gracia es ese regalo
que da Dios por medio de Jesucristo. Si no hay gracia vas a renunciar al
ministerio, si no hay gracia vas a tirar la toalla, si no hay gracia el
servicio te parece cansador.
Hay algunas personas que intentan
vivir sin la gracia, pero fracasan porque al primer problema renuncian, porque
a la primera prueba están pidiendo auxilio. La gracia es muy importante en la
vida cristiana, porque la gracia da estabilidad al cristiano, buscar la gracia
de Dios es un requisito para el siervo de Dios.
2 Tim 2:2 “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a
hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.”
Dios está buscando hombres fieles
para darles tareas específicas, Dios sabe que si da una tarea importante a un
flojo, el flojo busca cualquier excusa para no completar la tarea, en cambio el
hombre fiel busca completar la tarea, y si falla la primera vez vuelve a
intentarlo una segunda y una tercera hasta que logra completar la tarea, el
hombre fiel no presenta excusas el hombre fiel entrega resultados.
También Dios nos alienta a través
de Pablo a multiplicarnos a buscar hombres y mujeres como nosotros que estén
dispuestos a entregarlo todo por Dios, que amen a Dios por sobre todas las
cosas, pero esto nuevamente se consigue solamente mediante la gracia.
Tenemos la capacidad de
multiplicarnos, en el pueblo de Dios no hay persona estéril, en todos los
sentidos, no hay estéril en ideas, no hay estéril en la capacidad de
multiplicarnos biológicamente, no hay estéril en la capacidad de multiplicarnos
mediante la fe, las ideas, y lo que emprendamos. Dios nos alienta a que nos
multipliquemos.
Ahora une la capacidad de
multiplicarte, con la fidelidad; no hay quien te detenga; con seguridad el
Señor va a bendecir tu vida y todo lo que emprendas, por eso el Señor dice si
eres fiel en lo poco, en lo mucho te pondrá. Dios no va a darte un ministerio
grande de entrada, Dios no va a ponerte de gerente de una empresa, Dios no va
hacerte millonario de la noche a la mañana; es necesario que tu fidelidad y tu
capacidad multiplicación sean probadas.
La tercera característica que
Dios está buscando en los siervos es que sean idóneos, una persona idónea es
aquella que cumple a cabalidad con los requisitos para una función específica,
es necesario que te preguntes, este es realmente mi llamado, es esto para lo
que Dios me ha llamado, me siento realizado con el ministerio que Dios me ha
llamado.
Como buen cristiano es necesario
que pertenezcas a un ministerio, y máximo a dos ministerios porque si
perteneces a más ministerios tu vida personal, tu relación con Dios, tu
trabajo, tu familia, tus estudios pueden verse afectados. Esto no es válido
para aquellas personas que han sido llamadas a tiempo completo a la obra. Aun
así es muy importante saber discernir a lo que hemos sido llamados.
Tal vez este no sea tu ministerio
final, tal vez este sea un ministerio de paso, pero si estás en este lugar es
porque Dios quiere trabajar en algún área de tu vida, si estás en este lugar es
porque Dios quiere moldear algún área de tu vida.
Pero no solamente es necesario
saber si estás en el lugar correcto, si eres la persona ideal para el
ministerio, la pregunta también es ¿Estás en tu mejor momento ministerial? Es
decir ¿esto es lo mejor que puedes darle al Señor, o hay algo más? Si la
respuesta es No, es necesario que reflexiones y le preguntes al Señor ¿Qué más
quieres de mí?, ¿Qué impide mi crecimiento?, ¿Será que estoy manejando una
agenda personal?
Tienes muchas cualidades pero es
necesario que se la entregues al Señor y que sea el Señor llevándote donde Él
quiere que le sirvas de la manera que Él quiere que lo hagas. No intentes ayudar al Dios. Cuando tratamos de ayudar a Dios, vamos a meter la pata,
como lo hizo Sara. Dios había prometido descendencia a Abraham, pero era
demasiado mayor y Sara terminó ofreciéndole a su sierva Agar, Abraham tuvo un
hizo en Agar y con el tiempo la misma Agar terminó siendo un problema para
Sara. Deja que Dios en su tiempo sea llevándote y mostrándote lo que tienes que
hacer.
Tres cualidades Dios busca en un
siervo: Fiel, que sepa multiplicarse y que sea la persona ideal en el ministerio.
2 Tim. 2:”Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.
Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a
aquel que lo tomó por soldado.”
A algunos le han enseñado un
cristianismo barato, creyendo que entras en una burbuja y que nada te va a
tocar, pero no es así; cuando miras la vidas de los siervos de Dios puedes ver
una vida de entrega, de sacrificio, muchos entraron a la cárcel, fueron
azotados, perseguidos, apedreados, humillados, asesinados, conspiraron contra
ellos.
Lucas 22:31 “Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha
pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no
falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.”
En ningún momento Dios nos está
diciendo que vamos a estar exentos de las pruebas, pero lo que Dios si nos
promete es que no nos va a faltar la fe y juntamente con la prueba Dios nos va
a dar la salida.
La vida del siervo cristiano es
dura, tal vez ahora mismo muchos de nosotros estamos pasando por pruebas, y las
áreas donde mayor ataque recibimos los cristianos es en la familia, un hijo que
no quiere seguir los planes de Dios, un esposo alejados de los caminos del
Señor, una esposa que se aparta de Dios, una enfermedad grave dentro de la
familia; pero el Señor dice “bástate mi gracia”.
Pero sabes que es lo que le
agrada a Dios que a pesar de las pruebas permanezcas firme sirviendo a Dios, a
pesar de las pruebas seas fiel a Dios; y te aferres más a Dios; así como Ana,
en lugar de quejarse contra Dios, se aferró a Dios y pidió misericordia.
Tal vez tu líder o tu pastor no
sepan por lo que estás pasando, pero Dios sabe que estás sufriendo, y cuando
Dios es el que te ve servir a pesar de todas las penalidades dice la palabra
que tú le agradas, porque tu fe está siendo probada y estás permaneciendo firme
a pesar de todo.
La palabra enseña que hemos sido
tomados por soldados y es Dios mismo que nos llamó a servirlo a su servicio.
Por lo tanto es importante que busquemos agradar a Dios. Si buscamos agradar a
Dios agradaremos al Apóstol, al Líder, a quien sea.
Una característica de un buen soldado, es la disciplina que
tiene, el buen soldado es alguien que obedece a su comandante. David cuando fue
perseguido, se refugió en una cueva, allí sólo había ladrones, cobardes,
fugitivos, todos eran unos perdedores, pero tenían a David y David los instruyó
y se convirtieron en su ejército.
Pero de ellos hubieron tres
hombres que se destacaron por sobre los demás y cuando la Biblia menciona a los
valientes de David, y los menciona dice la palabra, ninguno era como los tres
primeros. Pueden haber mil diáconos en el ministerio pero busca ser uno que
destaca por sobre los demás y que se pueda decir, ninguno siervo como este
siervo, leal, valiente, fiel, idóneo.
La disciplina destaca en un buen
soldado, en un guerrero de Dios; la disciplina para buscar de Dios, para leer
su palabra, para adorar, para orar, para servir en el ministerio. La disciplina
en estas áreas hace temblar al infierno; cuando el enemigo te vea servir, que
le tiemblen las piernas, que diga ninguno diácono como este hombre, ninguna
diaconiza como esta mujer.
Algo que me llamó mucho la
atención es que dice: Ninguno que milita
se enreda en los negocios de la vida. Esto no quiere decir que tienes que
dejar todo para encerrarte en la iglesia. En los primeros años de la iglesia
muchos vendieron sus propiedades pensando que Cristo venía, hoy en día muchos
no estudian, no se preparan pensando que Cristo viene en tal o cual año.
Pero la idea no es que de alejes
del mundo, la idea es que tienes que separarte de todo aquello que te estorba
para crecer en la vida cristiana. Dejamos atrás el pecado, dejamos de lado los
deseos de la carne. Evidentemente vivimos en el mundo, pero no pertenecemos a
este mundo.
2 Cor. 10:3 “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la
carne;”
Este pasaje es más claro aún,
tenemos un cuerpo físico, pero eso no quiere decir que le damos rienda suelta a
nuestros deseos pecaminosos, por el contrario, lo que hacemos es tener
disciplina, morimos a estos deseos pecaminosos, para poder agradar a nuestro
Señor a aquel que nos llamó.
Cuando llega el momento entre
elegir entre nuestros deseos y los deseos de Dios para nuestra vida, la
respuesta es clara, preferimos elegir la agenda de nuestro Señor y dejamos de
lado nuestra propia agenda.
Pero todo esto no lo podemos
lograr solamente con buenas intenciones, la única manera de ser un siervo fiel,
capaz de multiplicarnos, ser idóneo, ser un buen soldado, de agradar a Dios es
buscando la gracia de Jesucristo, si no buscamos esa gracia, estamos
incapacitados para ser buenos siervos.
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