Génesis 11:31 “ Y
tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su
nuera, mujer de Abram su hijo, y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir
a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y se quedaron allí.”
Taré tenía el
propósito de llegar hasta Canaán, pero se quedó a medio camino y terminó
viviendo en Harán, Taré no terminó lo que había empezado, ¡renunció a su
sueño!, ¿Cuántas veces hemos renunciado a nuestro sueño?, ¿Cuántas veces hemos
empezado algo y no terminamos? Tal vez se puso difícil, tal vez empezamos a hacer
las cosas urgentes y dejamos lo importante de esta manera postergamos nuestros
deseos, ¿Cuántas personas dejaron a media el colegio, el instituto, la
universidad, un proyecto, un negocio, un matrimonio?; lo peor es que muchos ni
si quieran se atreven a empezar.
Cualquiera puede
empezar algo, cualquiera empieza una carrera Universitaria, un curso en un
instituto, pero no cualquier lo termina. El problema está que cuando dejas la
primera cosa a medias, te acostumbras y resulta más fácil renunciar a cualquier
otra cosa. Esto me hace pensar en todos aquellos hombres que fueron llamados
por Dios al ministerio y renuncian a medio camino. Soy líder del ministerio de
diáconos he visto como muchas personas van al ministerio con ganas, con deseos
de servir, pero pasa el tiempo, no perseveran, no tienen disciplina, no quieren
ser obedientes, no quieren cambiar y terminan renunciando.
Me pregunto si
¿Qué hubiese pasado si Taré hubiese llegado hasta Canaán?, ¿Hubiese sido
llamado padre de la fe en lugar de Abraham?, ¿A cuántas personas Dios les dio
su oportunidad con el llamado antes de Taré, pero estas decidieron no escuchar?
nunca lo sabremos. Lo que sí sabemos es que hubo un hombre que aceptó el
llamado y fue hasta Canaán y ahora es llamado padre de la fe.
Dios tiene un
propósito para cada uno de nosotros, ese propósito se cumplirá a la medida que
aceptemos el llamado y decidamos salir de nuestra zona de comodidad y aceptar
los desafíos que Dios tiene delante.
Pero también
están nuestros sueños, ¿Qué pasa con aquellos sueños que alguna tuvimos?, te
recuerdas lo que deseabas ser cuando niño, ¿Cuál era la profesión de tus
sueños?, entiendo que tus intereses pudieron cambiar con el tiempo, pero ¿Te
gusta tu profesión?, ¿Te gusta tu trabajo?, si no te gusta tu trabajo, si te sientes frustrado,
atrapado, no estás sólo, a la mayoría de las personas les gustaría trabajar en
otra cosa; hacen lo que hacen porque tienen que pagar las cuentas; pero la
pregunta es ¿En qué punto renunciaste a tu sueños?.
Tal vez en este
momento digas soy demasiado viejo, según las estadísticas la mayoría de los
emprendedores exitosos rondan los 40 años de edad, porque a esa edad se tiene:
experiencia, conocimiento, recursos financieros, energía. Por ejemplo, tenemos
la vida del fundador de KFC.
Harland Sanders
nació el 9 de septiembre de 1890, mayor de tres hermanos, su padre murió cuando
tenía 5 años, a los 12 años tuvo que abandonar la escuela para ayudar con las
tareas de la granja de la familia, estaba condenado a vivir en la pobreza, pero
a pesar de las adversidades continuó luchando, estudió leyes por
correspondencia, mientras tenía todo tipo de trabajos: bombero, corredor de
seguros, operador de un bote a vapor, vendedor de llantas, Etc.
A la edad de 40
años pudo tener su propia estación de gasolina donde empezó a ofrecer comida a
los viajeros que paraban para recargar combustible, en este sentido fue el
creador del concepto de las gasolineras que hay alrededor del mundo. Cuando
tenía 62 años casi cae en la quiebra porque disminuyó el tráfico de la
carretera donde estaba su local debido a la construcción de la interestatal 75,
con ese dinero creó pagó sus deudas, a los 65 estuvo a punto de suicidarse por
los problemas financieros, en ese punto fue que creó la franquicia KFC,
recorrió el país para promover su franquicia y con el dinero obtenido abrió un
restaurante en Salt Lake (Utha), 23 años después de casi suicidarse se
convirtió en un billonario, porque nunca renunció a sus sueños. En estos
momentos KFC cuenta con más de 18.000 restaurantes en 120 paises.
La base del
emprendimiento del Coronel Sanders la realizó cuando tenía 40 años, 22 después
estaba casi en la bancarrota, pero unos años después podía disfrutar de haber
perseverado en sus sueños a pesar de los obstáculos. ¿Qué tiene el Coronel
Sanders que no tengas tú?, ¿un sueño, disciplina, perseverancia?, tal vez sea
sólo eso. Pero en todo lo demás somos absolutamente iguales.
Lo que te quiero
decir es que no importa la edad que tienes, lo que importa es que tus sueños
permanezcan vivos, que permanezcas luchando por lo que quieres, por lo que
deseas, es allí donde tu corazón es probado.
Me gustaría
hablarte de Jacob, este hombre fue engañado por su suegro Laban durante
aproximadamente 20 años. Trabajó 14 años gratis para poder casarse con Raquel,
su suegro le engañó y 10 veces le cambió el salario, tratando de sacarle
provecho.
A pesar de todo
eso Jacob siguió luchando y trabajando ¿hasta cuándo? Hasta que tuvo la
bendición de Dios, en ese momento se hizo muy rico y poderoso. Pasaron los años
y decidió retornar a su casa de dónde donde salió huyendo porque le robó la
bendición de su hermano.
Cuando estaba
regresando recibió la noticia de que Esaú venía encontrarlo con 400 hombres de guerra,
entró temor en el corazón de Jacob y entiende de que algo tiene que cambiar si
es que él quiere vivir el día siguiente.
Jacob sabía que esa
era su última noche como fugitivo, cómo un usurpador, algo tenía que cambiar, Dios
no es un Dios de coincidencias si estás escuchando este mensaje es porque Dios
quiere cambiar tu vida hoy, mañana no puedes ser la misma persona, de hecho, no
puedes la misma persona que entró a la cuarentena en el mes de marzo, tienes
que salir de esta cuarentena siendo diferente.
Estamos
empezando a vivir una etapa diferente de nuestras vidas, ¿Saben qué es lo peor
que le puedas desear a alguien?, que siga siendo el mismo, que no cambie. ¿Qué
propósito tiene una vida viviendo de la misma manera?, imagínate una vida donde
todos los días hagas lo mismo: te levantas, vas al trabajo, vuelves duermes,
todos los días igual, sin ningún horizonte de mejoría o de cambio.
Hoy tienes la
oportunidad de que Dios opere tu vida que transforme, de que te cambie y seas
diferente como cristiano, como padre, como esposo, como amigo, como trabajador.
¿Cómo lo puedo
hacer? Mira lo que hizo Jacob.
La noche antes
de encontrarse con su hermano Jacob se queda solo y de pronto aparece un varón,
la Biblia no dice el motivo, pero empezaron a luchar, de hecho, luchan toda la
noche hasta que raya el alba.
Entre 1987 y
1990 había un boxeador llamado Myke Tyson, este hombre fue campeón mundial, sus
peleas eran muy violentas, tanto que en los primeros rounds el contrincante
estaba noqueado. Las personas más tardan en sentarse quién levantarse. En
cierto momento a modo de broma le pidieron que deje que las personas tomen
asiento y que permita vender coca cola a los venteros.
Si una persona
normal puede noquear a un ser humano, se imaginan lo que puede hacer un ser
sobrenatural, Jacob no tenía oportunidad, ese varón era invencible, pero la determinación
que había en el corazón de Jacob era invencible.
Dice que estaba
rayando el Alba y el Ángel le dice suéltame, pero Jacob no lo suelta, entonces
el Ángel le da un golpe en la coyuntura del muslo a Jacob y lo deja rengo, a
pesar de sentir dolor Jacob no lo suelta, sigue aferrado porque sabía que allí
estaba su bendición.
Esta bendición
era más grande que la bendición de su padre Isaac, más grande que las ovejas que
había ganado de su suegro Laban, esta era una bendición que le iba a
transformar de ser un usurpador a un príncipe.
Jacob sabía que
era su única oportunidad y no podía dejarla pasar, hay oportunidades que son
únicas en la vida, tienes que aprender a discernir estas oportunidades, a saber
cuándo es tu tiempo, no puedes dejar pasar esos momentos en los cuales Dios
quiere hacer algo nuevo contigo.
Así como a Jacob
le golpearon a ti también te van a golpear, el que aguanta esos golpes se lleva
la bendición, no vengo para decirte que las cosas van a ser fáciles, las cosas
se van a poner difíciles, se van a presentar montañas de problemas, vas a
querer renunciar, pero solamente te digo no renuncies.
Te van a
criticar, van a hablar mal de ti, cuando eres del montón nadie se fije en ti,
pero cuando haces las cosas diferentes, cuando empiezas a levantar la cabeza,
cuando empiezas a sobresalir te empiezan a tirar piedras. Don Quijote le decía
Sancho Panza los perros ladran porque avanzamos, Perro q ladra no muerde.
Cuando Nehemías
estaba reconstruyendo los muros de Jerusalén, los enemigos alrededor de
Jerusalén empezaron a enviarles cartas a Nehemías para que se detenga, no
querían que se levanten los muros, porque con los muros caídos Jerusalén era
presa fácil, Nehemías no respondió a ninguna carta, pero si cambiaron, dice que
con una mano agarraban los ladrillos para construir y con otra mano agarraban
la espada, nunca se detuvo.
Has como
Nehemías, no te desgastes en pelear contra los que hablan mal, no te desgastes
en limpiar tu imagen, me encanta esa frase que dice: las cosas caen por su
propio peso, no hay nada mejor que tu testimonio, a la gente le encanta
criticar, pero no hacen nada, son como perros, no paran de ladrar, pero no
actúan.
Cuando hablen
mal de ti “sin razón” es una buena señal, es porque estás haciendo algo
diferente, es porque estas cambiando; pero si hablan mal de ti con razón, es
mejor que hagas las cosas bien.
Lucifer va usar
personas muy cercanas a ti para que renuncies, fíjate cuando tienes un problema
con tu mujer y le cuentas a tus amigos, ¿Qué te dicen? Dejala, hay muchas
mujeres. Lucifer quiere verte derrotado humillado, pero Dios quiere verte
bendecido.
José tenía un
sueño, ninguno de sus 11 hermanos creía en ese sueño, ni su padre creía en
José, hasta exhortó a José, pero eso no importaba, porque lo más importante era
que José creía en su sueño, no interesa si las personas no creen en tus sueños,
porque lo que interesa es que tú creas en tus sueños, que creas en ti mismo.
No dejes que los
rechazos de las personas sin visión te hagan renunciar al llamado el ministerio,
de tu propósito, y de la visión que Dios te ha dado, de tus proyectos, de tus
sueños.
En la vida vas a
darte cuenta que son más que las personas que no creen en ti que aquellas
personas que si creen. Así que no te enfoques en aquellas personas que no
creen, no te enfoques en aquellas personas que se van, enfócate en la que las
personas que se quedan y qué creen.
El que no
renuncian a la visión tarde o temprano van a recibir apoyo de aquellos que
también tienen la visión de Dios.
El que renuncia
a sus sueños muere con pena y dolor de lo que pudo haber sido, al final de la
vida uno se arrepiente por las cosas que no hizo que por aquellas cosas que
hizo, aunque hubiese salido mal. Se arrepienten por aquellas coas que no
hicieron, porque no más profundo de su corazón saben que podía lograrlo, pero
no quisieron luchar, no quisieron esforzarse.
Quiero decirte
que tú puedes lograrlo, no te lo digo simplemente por decirlo y para que suene
bonito, la Biblia lo respalda lo que te estoy diciendo, porque dice: “Todo lo
puedo en Cristo que me fortalece”
- Puedes renunciar al pecado qué te ata
- Puede ser un hombre diferente
- Puedes recuperar a tu familia
- Puedes superar las crisis
- Porque Cristo ya te hizo más que vencedor
Jacob estaba
decidido a cambiar, ya no quería seguir huyendo, ya no quería seguir siendo
conocido como un usurpador, ya no quería que lo sigan engañando, estaba
decidido a recibir la bendición, pero la verdadera bendición, a pesar de que
humanamente no tenía la fuerza para resistir al ángel, abrazo la idea de que la
bendición de Dios le iba a tener esa noche. Cuando recibes la bendición de Dios
nadie te la va a poder quitar.
Aquel varón le
cambia el nombre a Israel, dejó de ser un usurpador y se convirtió en príncipe,
de aquel encuentro salió cojeando, aquella persona que tiene un encuentro con
Dios, ya no es la misma, camina diferente, habla diferente, piensa diferente,
porque Dios le infunde de su espíritu, es por eso que te digo que no puedes
seguir siendo el mismo, si de veras
quieres un cambio en tu vida necesitas un encuentro con Dios, y no una sola ve,
sino todos los días de tu vida para que
sea el mismo Dios te vaya transformando y moldeando.
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