Cuando hablamos de prosperidad económica no
solamente hablamos de tener dinero, o de cosas materiales, la prosperidad es un
tema integral; es necesario hablar de una prosperidad integral, por ejemplo,
puedes tener una impresionante capacidad económica, pero si… vives enfermo, de
¿qué te sirve tener mucho dinero? Lo vas a terminar gastando en médicos, Si
tienes mucho dinero… pero si tienes accidentes, lo vas a terminar perdiendo. De
¿qué te sirve tener mucho dinero si no tienes sabiduría para administrarlo?
La Biblia menciona 5 espíritus cuyo propósito
es destruir las finanzas
Joel 1:4 “Lo que quedó
de la oruga comió el saltón, y lo que quedó del saltón comió el revoltón; y la
langosta comió lo que del revoltón había quedado.”
Malaquías 3:11
“Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la
tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.”
Por eso Dios quiere que tengamos una
prosperidad integral, para anular las acciones de estos espíritus.
3 Juan 1:2 “Amado, yo
deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como
prospera tu alma.”
Dios desea que tengas prosperidad en todas las
áreas de tu vida: en la economía, en la familia, en la salud, la prosperidad
que quiere Dios para nuestras vidas es una prosperidad integral. Dios no quiere
que seas prosperados en ciertas áreas y en otras no; esa clase de prosperidad
genera monstruos; imagínate eres prosperado en una o dos áreas de tu vida, pero
en otras no. Sería como un ser humano que tiene brazos de adulto con piernas de
niño. Eso es una aberración.
Dios quiere que seas un excelente siervo, pero
también un excelente padre, un excelente trabajador, un excelente jefe, quiere
que tengas una vida de excelencia. ¿Qué pasa si no eres próspero en un área?
Por ejemplo, la económica. Dios sabe que va a ser muy difícil (no imposible)
que puedas concentrarte en la adoración (a no ser que hagas sacrificio de
alabanza) o en la palabra o en el servicio mientras sabes que esa semana tienes
que pagar el alquiler, la cuota del banco, o tienes que darle de comer a tu
familia. Puede ser que tu cuerpo esté físicamente en el templo, pero tu mente
estará pensando en cómo conseguir dinero para responder a tus obligaciones.
Pero esa prosperidad integral que Dios tiene
planeada para ti es una prosperidad que depende de la prosperidad del alma. En
el alma se encuentran la voluntad, las emociones, la mente. En el alma es donde
se libran las batallas personales más grandes. Por eso es muy importante que
nuestra alma actúe y funcione de una manera equilibrada entre los conceptos,
verdades, valores, principios y que todo eso esté sujeto a la palabra de Dios.
Una de las claves para conseguir esa
prosperidad integral es la administración y cuando hablamos de administración
cristiana un pasaje que normalmente tomamos en cuenta es la parábola de los
talentos, hoy día sólo quiero enfocarme en un versículo de ese pasaje
Mateo 25:29 “Porque al
que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le
será quitado.”
La primera vez que leí este pasaje pensé que
Dios era injusto, ¿Por qué Dios iba a quitarle al que tiene poco?, ¿Por qué
Dios le quitó el único talento que tenía para dárselo a aquel que tenía más
talentos?, todo esto me pareció muy injusto, pero si lo ves desde un punto de
vista de un administrador Dios es un Dios justo.
Si Dios te entrega algo y no sabes administrar
ese algo que Dios te entrega, si eres negligente, si eres perezoso, si haces lo
que quieres, si haces lo incorrecto, por supuesto Dios te lo va a quitar.
Ejemplo, si Dios te da un auto y lo administras mal, Dios te lo va a quitar.
Y ¿cómo administro mal mi auto?, Si lo
estacionó en lugares donde no debo, si escucho un ruido en el motor y no lo
hago arreglar, si veo mis llantas desinfladas o pinchadas y no lo arreglo, si
no pago mis impuestos, si lo llevo a lugares que no debo… como boliches,
karaokes, etc. Dios va a quitarme la bendición que me da.
Es muy importante que yo aprenda a ser un buen
administrador, que entienda que las cosas no me pertenecen y que algún día
tendré que dar cuenta del uso que le estoy dando, todo lo que Dios nos da las 4 Ts de la administración cristiana: Templo, Tiempo, Talento, Tesoros.
1 Corintios 3:16 “¿No
sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si
alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo
de Dios, el cual sois vosotros, santo es.”
Una de las primeras cosas que Dios nos da para
administrar es nuestro cuerpo, y Dios llama a nuestro cuerpo templo del
Espíritu, si bien es cierto que después que muramos nos van a enterrar y
nuestro cuerpo se va a volver polvo, y este cuerpo es sólo un estuche de
nuestra alma, es importante que cuidemos nuestro cuerpo. Si cuidamos mal
nuestro cuerpo, si nuestro está enfermo, cansado, ¿Cómo vamos a poder servir
con excelencia a nuestro Dios?
Hoy en día lamentablemente hay 2 diáconos que
no pueden servir a Dios porque se están recuperando de algunas operaciones, y
hay uno que no puede ni salir de su casa por lo fuerte que están sus
medicaciones, ojo no estoy diciendo que ellos administraron mal su cuerpo, el
punto que quiero mostrar es que la enfermedad te impide servir a Dios 100%, por
más que quieras no vas a poder servir a Dios 100%.
Hay algunos que critican mucho a aquellos que
se tatúan y utilizan el pasaje de
Levítico 19:28 “Y no
haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros
señal alguna. Yo Jehová.”
La última parte que dice que no debemos
imprimirnos ninguna señal hay versiones más claras y dice que no debemos
tatuarnos. Y hay personas que critican a aquellos que se hacen tatuajes y es
más hasta los condenan. Y dicen cosas como “el cuerpo es templo y no hay que
hacerle grafitis”, “no hay que manchar el templo del E.S.”.
Pero no se han puesto a pensar que esa mancha
es externa, y las manchas más sucias son las internas, hay personas que están
llenas de tatuajes pero que tienen un corazón que ama a Dios, y hay personas
que no tienen un tatuaje pero que su corazón está sucio.
Los fariseos veían las cosas externas, como ese
fariseo que subió al templo y oraba diciendo gracias porque soy un buen hombre,
no soy adúltero, ladrón, etc. Y el publicano que no podía ni levantar la vista
y decía ayúdame porque soy un pecador. El publicano bajó del templo justificado
y saben ¿por qué? Porque no juzgo, con la misma vara que midas serás medido. Y
nosotros no somos nadie para juzgar a un hermano.
Ojo no estoy justificando el que te hagas un
tatuaje, sólo que si por ignorancia te lo haces no te debo de juzgar, pero
ahora que sabiendo que no debes hacerte un tatuaje te lo haces te será contado
por pecado.
Hay otra cosa que como cristianos hacemos mal
respecto a nuestra salud, por ejemplo, ayunamos todo el día y al final del día
nos comemos un cuarto de pollo justo antes de dormir, estas comiendo pero no te
estás alimentando, mucho peor no te estás nutriendo, por supuesto que tu salud con
el tiempo se deteriora con el tiempo, porque para empezar estas comiendo puro
carbohidratos y grasas saturadas en cantidades que no hacen beneficio para el
cuerpo humano, lo correcto sería que tomes una sopa de verduras, una ensalada,
etc. Algo beneficioso para tu cuerpo.
Puedes darte un permitido, claro que sí, pero
de vez en cuando, no es todos los días de tu vida, y se lo difícil que es eso,
de manera personal a mí me cuesta, pero si alguna vez me has visto compartir
tarde de noche, comparto, pero en mi plato me sirvo poco.
1 Corintios 6:19 “¿O
ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en
vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”
Este pasaje es contundente, dice que el cuerpo le
pertenece a Dios, y Dios ya ha hecho planes para nosotros, pero si me encuentro
haciendo mis planes, si no tomo en cuenta los planes de Dios entonces va a
pasar lo mismo que le pasó a Saulo de Tarso.
Saulo perseguía a los cristianos, los llevaba
preso y los asesinaba, pero esos no eran los planes que Dios tenía para él, y
hubo un momento dado en el cual Saulo tuvo que enfrentarse a Dios, y Dios le
dijo (parafraseando) “Saulo estás haciendo las cosas incorrectas
Hechos 9:4-6 “y
cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me
persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú
persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y
temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate
y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.”
Para empezar cuando no haces la voluntad de
Dios, la Biblia lo menciona como dar coces contra el aguijón, es decir… te vas
a encontrar luchando contra una fuerza superior, y al luchar contra una fuerza
superior…. Entiéndelo… no vas a conseguir lo que quieres.
Al final Saulo tuvo que darse cuenta que tenía
que hacer la voluntad de Dios, que no podía hacer su propia voluntad, aunque él
creía que estaba haciendo la voluntad de Dios. Cuando Saulo cambió, en lugar de
perseguir su propia voluntad y empezó a perseguir la voluntad de Dios, Dios lo
honró y lo convirtió en un hombre importante para la cristiandad.
Isaías 55:8-9 “8 Porque mis pensamientos no son vuestros
pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos
los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y
mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”
Por más que queramos, por más planes que
hagamos, por más que nos esforcemos, Los caminos de Dios son mejores que los
nuestros, los planes de Dios serán siempre mejores que los nuestros.
Querido hermano es muy importante que como
administradores de Dios, administremos nuestro cuerpo de la manera que Dios
quiere que lo hagamos y la mejor manera que podemos hacerlo es siguiendo los
planes de Dios para nuestras vidas.
Hay personas que no cuidan su cuerpo y trabajan
duro tienen 2 trabajos, apenas duermen, se alimentan mal, no descansan, trabajan
tan duro que se estresan, se desgastan y llega un punto donde el cuerpo no
puede más y termina pasándoles la factura y se enferman, y todo lo que ganaron
terminal gastándolo en médicos, en recetas; descuidan su salud.
Eclesiastés 4:6 “Más
vale un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo y aflicción
de espíritu.”
Esto no quiere decir que descanses, lo que este
pasaje te está enseñando es que trabajes con mesura, que no te enfermes por
ganar dinero, trabaja tus 8 horas diarias, busca un equilibrio en tu vida, no
descuides las otras áreas de tu vida por trabajar, cuida de tu estado
espiritual, cuida de tu familia, cuida de tu cuerpo practicando deporte.
Lamentablemente cada cierto tiempo lees las
noticias que personas se suicidan por estrés del trabajo o que mueren
trabajando, o que son exigidos en sus trabajos hasta enfermar, lo admito yo era
uno de esos que trabaja de sol a sol, y muchas veces me enfermé por trabajar;
pero todo eso cambió cuando vi personas que literalmente murieron en sus
puestos de trabajo, personas que trabajaron toda su vida y no pudieron
disfrutar de la familia, de un buen viaje.
Cuando trabajas afanado por ganar dinero eso
quiere decir que tienes un amor por el dinero.
1 Timoteo 6:10 “porque
raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se
extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.”
Mira que aquí no dice que el dinero sea malo y
ese es el problema para algunos, algunos tienen una mentalidad de pobre diciendo
que el dinero es malo, de ninguna manera… es más hay un dicho en el mundo que
dice que las penas con pan son menos, queriendo decir que los recursos
materiales ayudan a aliviar el dolo, las angustias que producen las
adversidades.
Pero lo que sí es malo, es el amor al dinero,
el amor al dinero puede llevar a cometer muchos errores: trabajar en demasía,
tratar de ganar dinero de manera rápida, robar en los diezmos y ofrendas, por
último el amor al dinero puede alejarte de Dios, porque “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará
al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a
las riquezas” Mateo 6:24
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