domingo, 20 de mayo de 2018

Esclavo por amor


Para muchas personas ser cristiano es tener altos valores morales, asistir a una iglesia, predicar el evangelio, asistir a los necesitados, ofrendar, diezmar, nada de esto te hace verdadero cristiano, estas cosas son necesarias hacer, pero no reemplazan lo verdaderamente importante dentro del cristianismo, el significado de ser cristiano se ha perdido, el verdadero cristiano le abre su corazón a Cristo, lo sienta en su trono y le dice tu eres mi Señor.

El verdadero cristiano hace lo que Cristo haría en todas las circunstancias, en lugar de aplicar castigo, aplica misericordia, en lugar de condenar… restaura, el verdadero cristiano no cambia el hacer cosas por una relación con el Señor, he visto a muchos que sirven los domingos en las mañanas y en las noches, y me pregunto ¿Cuándo tienen ellos tiempo para sentarse en la mesa a disfrutar de la compañía de Dios?

A los primeros cristianos se los llama de muchas maneras, herederos, coherederos, los del camino, se los llamó atletas que corren y también soldados, pero mucho tiempo después se los llamó cristianos, es más esta palabra solamente aparece 3 veces en la Biblia. Pero también se los llamó esclavos, en muchas ocasiones cuando atrapaban a un cristiano decían Cristo me hizo libre por eso soy esclavo de Cristo, los romanos no entendían, estaban confundidos, tenían que llamar a un funcionario público para verificar que esta persona pertenecía a alguien llamado Cristo; los romanos no podían entender como alguien que era libre podía ser esclavo, por eso para los del mundo la cruz es una locura… ellos no pueden entender lo que nosotros si entendemos.

Los romanos cuando compraban a un esclavo iban a al mercado y ellos elegían a sus esclavos, el esclavo no elegía a su amo, por lo tanto si estás en este lugar es porque Dios te ha elegido para que le sirvas, Dios te ha elegido para ser algo grande contigo, Dios te ha elegido para portar Su gloria. Pero lo más impactante es saber que Dios ya te conocía antes de haber nacido y te escogió para hacer algo grande contigo.

Romanos 9:11 “(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama)”

Dice que no fuimos escogidos no por algo bueno que hicimos o por algo bueno que hubiésemos logrado, recuerda que el esclavo está en el mercado de esclavos está sucio, con ropas indignas, humillado, recuerda que para Dios nuestra justicia es como trapo de inmundicia. Dios nos ha escogido en primer lugar para que los propósitos que Dios ha establecido permanezcan.

Pero lo más impactante de todos es la diferencia que hace el hombre, el hombre cuando iba al mercado a buscar a un esclavo, buscaba un esclavo sano, fuerte; pero Dios no es así, dice que el busca lo vil, lo menospreciado, para avergonzar al fuerte, y eso éramos nosotros, nosotros éramos lo inmundo, recuerdas, como llegaste a la iglesia, alguien un día me dijo nadie llega de pie, todos llegamos de rodillas, cuando nos damos cuenta que no podemos manejar nuestra vida, llenos de problemas, odio, resentimientos, enfermos. Pero Dios no acepta, nos sana y nos prepara y nos envía.

Algunos todavía son poco tercos y Dios tiene que llevarlos al desierto, así como lo hizo con Moisés, que lo llevó al desierto 40 años para que pueda ser moldeado por Dios, para que Dios pueda trabajar en su vida, cuando Moisés era joven quiso dárselas de libertador, pero Dios le dijo con es con tu brazo fuerte Moisés, y lo tuvo que moldear, Moisés fue tratado por Dios y llegó a decir ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?, mi hermano si hoy estás siendo tratado por Dios, prepárate porque después de la prueba Dios tiene algo grande para ti.

Nosotros somos hechos esclavos de Cristo por amor, por no es por nuestro amor, es por Su amor, nuestras decisiones, nuestros sentimientos, nuestras emociones, nuestra voluntad nada tuvieron que ver; nosotros estábamos como esos esclavos en roma parados en el mercado, miserables, sucios, pobres, apareció Cristo y nos compró a precio de sangre y cambió nuestras vestiduras sucias por ropas blancas y limpias y nos dio honra y privilegios.

Pero muchas veces actuamos como siervos y no como esclavos, existe una gran diferencia entre ser esclavo y ser siervo, el siervo tiene la elección del trabajo que va a realizar, el siervo recibe un salario, el siervo puede cambiar para trabajar con otra persona, el siervo, tiene cierto nivel de autonomía. Entonces cuando se te convoca a servir en un turno y aparece un cumpleaños, una fiesta, te duele la uña, te ubican en un lugar que no te gusta o no te gusta el líder ya no quieres ir o quieres cambiarte de turno.

Pero el esclavo entiende que no tiene derecho, le ha dejado toda su agenda a Dios, confía en Dios, el esclavo no tiene que preocuparse de donde el Señor le va a dar de comer o por el techo sobre su cabeza o por la ropa, el esclavo cree que el Señor todo lo tiene bajo su control. No importa donde lo pongan el dice Señor yo sé que tu harás hoy conmigo grandes cosas.

Filipenses 1:1 “Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos:”

Para empezar quiero explicar que la palabra que se traduce como siervo es doulos, que todos sabemos significa esclavo por amor, ¿por qué muchas veces se traduce como siervo y no como esclavo? En primer lugar quiero decirles que la Biblia fue escrita con una mente del medio oriente y no occidental, por lo tanto el contexto que significa esa palabra en nuestra cultura es algo malo, mientras que en el medio oriente es algo normal, mucho más en aquella época.

Pero cuando vemos que grandes hombres como Pablo se identifican como esclavos por amor, ellos amaban a Cristo por eso se convirtieron en esclavos por amor, Cristo había pagado por sus pecados y ellos de manera voluntaria habían decidido convertirse en sus esclavos, pero no por presión alguno, no por obligación, o porque sentían que tenían que corresponder de alguna manera; ese amor nació por la relación que tenían con el Señor, si no hay relación no existe el amor.

Recuerdo que le pregunté a un hermano, ¿cuánto tiempo enamoró con su esposa? Y el me dijo 4 años, pero era porque no nos veíamos mucho, nuestros horarios se cruzaban y no podíamos vernos, ni compartir; cuando no tienes una relación constante es muy difícil que el amor florezca, por eso mi hermano es mi insistencia en que jamás coloques lo que haces por el Señor en el lugar de una relación con el Señor. Ora cuando tengas que orar, alaba cuando tengas que alabar, busca tus experiencias con Dios, eso es lo que te hará quedarte en el ministerio, establece los cimientos de tu casa para que esta no caiga.

Romanos 6:16 “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?”

La Biblia nos enseña que tenemos dos opciones seremos esclavos del Satanás, cometiendo pecados, esclavos de nuestros deseos, pasiones, esclavos de la carne, o esclavos de Cristo. No existe punto intermedio. En muchos lugares de la Biblia nos menciona que para Dios no existe punto intermedio, el que no recoje desparrama (Mateo 12:30), al tibio lo vomitaré (apocalipsis 3:16). Es necesario que dejemos de ser esclavos del pecado. Nuestra vieja naturaleza ha sido crucificada por lo tanto el pecado ya no tiene poder sobre nosotros, tampoco puede enseñorearse sobre nosotros y esa es la gran diferencia entre nosotros y el inconverso, el inconverso todavía es esclavo del pecado.

Por supuesto que es difícil vivir sin pecar, Pablo lo dice claramente cuando menciona que hay una ley en su cuerpo que lo incita a pecar, muchos creen que porque somos cristianos, pertenecemos a un ministerio, o somos líderes o pastores ya no pecamos o no tenemos esos deseos, pero vivimos en el mundo, pero la única manera que podemos ser libres del pecado es por el poder del Espíritu Santo.

La presencia del Espíritu Santo es la que nos hace crecer, crece nuestra fe y nos fortalece para resistir la tentación y el pecado.

Gálatas 4:7 “Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.”

Lo hermoso de todo esto es que al final Dios ya no te llama ni siervo, ni esclavo, Dios te llama hijo, por lo tanto te convierte automáticamente en heredero de todo lo que Dios tiene para Cristo. Te convierte en un hijo adoptivo de Dios mismo.

Dios te dice yo no quiero que seas más mi esclavo ahora eres mi hijo, ahora eres mi heredero y tienes los mismos derechos que tengo. Entonces te empodera para gobernar, sobre la tierra, te empodera para vencer al pecado, te empodera para ser más que un vencedor. Te dice que ya venciste antes de haber empezado la batalla.

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