Diáconos llenos del Espíritu Santo

 

Hechos 6: 3 “Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.”

Una de las características que tenían los diáconos de la iglesia primitiva era que eran hombres llenos del Espíritu Santo, ser llenos del Espíritu Santo es lo que hace la diferencia entre un siervo y otro, Esteban llenos del Espíritu Santo predica sin temor, con mucha sabiduría, fue tan fuerte su prédica que la única manera que tuvieron los religiosos de la época para callarlo, fue matarlo; aún mientras estaba por morir Esteban mira al cielo y ve a Cristo sentado a la diestra del Padre.  Me gustaría resaltar como un hombre lleno del Espíritu Santo:

·         No tiene temor, no tiene temor al qué dirán las personas, a la opinión de los demás, de servir, de predicar, de decir la verdad, aunque esa verdad sea dolorosa para quien la escucha.

·         Es sólido como una roca, a pesar de que Esteban sabía que iba a ser su vida estaba en juego, continúo para lo que había sido llamado, porque sabía que para nosotros: vivir es Cristo y morir es ganancia; porque mientras estamos vivos servimos a Cristo y cuando morimos vamos directo a su presencia, esa promesa nos mantiene perseverantes en las pruebas, en las dificultades, en esos desiertos, donde muchas veces estamos solos, como lo estaba Esteban

·         Tiene visiones, se cumple lo que dice en Joel 2:28 que Dios derramaría de su Espíritu y tendríamos visiones.

Después de que Esteban fue asesinado, se dio una fuerte persecución de la Iglesia encabezada por Saulo, esto llevó a que la iglesia sea esparcida y por ende a un crecimiento. Cumpliendo la profecía que dio Jesús en Hechos 1:8, que los discípulos saldrían de Jerusalén, hacia Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra, llevando la palabra y siendo testigos del poder de Dios. Pero aquí lo importante es que las pruebas, las persecuciones, aquello que te lleva a salir de la zona de comodidad es usado por Dios para hacerte salir de la zona de comodidad, con el propósito que crezcas, entiendo que las pruebas en el momento que la estamos pasando no son agradables, pero al final de la prueba es cuando conoces a Dios en una dimensión diferente, de la misma manera que Job lo hico cuando dijo: de oídas te había oído pero ahora mis ojos te ven (Job 42:5).

Hechos 8: 5-7 “Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados;”

Un hombre lleno del Espíritu Santo también:

·         Predica, predica a tiempo a destiempo, con palabras con acciones, con testimonio, como decía el profeta Jeremías (20:9), hay un fuego dentro de mí que no me permite quedarme callado, que necesita hablar, cuando estás apasionado por lo que haces lo haces a pesar de todo, cuando amas el servicio, haces todo por servir, por honrar a tu Dios, porque Dios te ha confiado cosas santas.

·         Echa fuera demonios, cuando los demonios sienten la presencia de un hombre ungido por el poder de Dios, lo único que les queda es hacer las maletas e irse, los demonios no pueden sentir la presencia del Espíritu Santo

·         Sanan enfermos, Pablo decía que la su predicación no es solamente con palabras de humana sabiduría sino con demostración del poder de Dios (1 Corintios 2:4), Dios respalda a un hombre que está lleno del Espíritu Santo, lo único que nos queda es orar.

Marcos 16:17-18 “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.”

Estos dos hombres no eran apóstoles, ni profetas, estos hombres eran diáconos, pero estos hombres se movían en lo sobrenatural, la relación que ellos tenían con el Espíritu Santo, la llenura era lo que marcaba la diferencia.

Esto es lo que debes anhelar, la llenura del Espíritu Santo, te animo a que lo busques con pasión y que tu ministerio alcance nuevas dimensiones en el nombre de Cristo Jesús.

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