jueves, 29 de septiembre de 2016

Siervo bendecido

2 Samuel 6:11 “Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa.”

David había recuperado el arca del pacto y pretendía retornarla a Jerusalén, pero después de que casi se vuelca, y un hombre murió, David decide dejarla en algún cercano del accidente, el arca era el objeto más sagrado que tenía el pueblo de Israel, allí contenían las tablas de la ley y también un poco de maná, el arca significaba la presencia de Dios; por lo tanto David no podía confiar este objeto tan valioso a cualquier persona.

De entre todas las personas Obed-edom tuvo el privilegio de ser escogido por David para ser el guardián del arca por tres meses, y es así que el arca del pacto fue a la casa de Obed-edom y en ese periodo de tiempo toda la casa de Obed-edom fue bendecida por Dios.

Y eso es lo que sucede cuando la presencia de Dios está en tu casa, tú eres bendecido por Dios, tu casa es bendecida por Dios cuando conviertes tu hogar en un altar de adoración para Dios, pero un altar no es levantado por cualquiera, un altar es levantado por un adorador.

La actitud del religioso es que se adora en el templo, más el verdadero adorador levanta un altar de adoración en casa, y el mismo se convierte en un tabernáculo que lleva la presencia de Dios donde sea que se encuentre.

Un adorador es un siervo que es consiente que su vida se la debe a Dios, que sus pertenencias se la debe a Dios, que todo lo que tiene es de Dios; por lo tanto el verdadero siervo no tiene reservas para con Dios. Obed-edom era esa clase de siervo, un siervo que adoraba, un siervo que le rendía todo a Dios, uno que no se reservaba nada.

1 Crónicas 15:21 “Matatías, Elifelehu, Micnías, Obed-edom, Jeiel y Azazías tenían arpas afinadas en la octava para dirigir.”

Obed-edom era un músico cuyos instrumentos estaban afinados, no emitía ninguna nota desafinada, todo estaba en su lugar preparado para entregar lo mejor a Dios, para servir de la mejor manera a su Señor. Para llegar a esa clase de servicio, Obed-edom se preparaba, entrenaba, porque quería ofrecerle lo mejor a su Señor. Sabía que no podía darle cualquier cosa a Dios, así que cuidaba de sus instrumentos.

Tal vez no todos seamos músicos, pero tenemos otros instrumentos para servir a Dios… nuestro cuerpo, debemos cuidar nuestro cuerpo como templo del Espíritu Santo para servir a nuestro Señor, nuestra garganta para poder predicar, nuestra salud para poder evangelizar, y servir en el templo.

Obed-edom sirvió con esmero que fue ejemplo de reyes, puesto que David lo escogió de entre todos para guardar el arca, Dios lo prosperó y lo puso en las mejores posiciones que había en el ministerio.

1 Crónicas 15:18 “Y con ellos a sus hermanos del segundo orden, a Zacarías, Jaaziel, Semiramot, Jehiel, Uni, Eliab, Benaía, Maasías, Matatías, Elifelehu, Micnías, Obed-edom y Jeiel, los porteros.”

Obed-edom era un portero, era un guardián de la casa de Dios, porque entendía lo que decía el salmista en 84:10 “Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad.”. Que privilegio tan grande estar cuidando las puertas de entrada al templo.

1 Crónicas 15:24 “Y Sebanías, Josafat, Natanael, Amasai, Zacarías, Benaía y Eliezer, sacerdotes, tocaban las trompetas delante del arca de Dios; Obed-edom y Jehías eran también porteros del arca.”

Pero no era cualquier portero, tenía un privilegio mucho más grande, cuidaba las puertas de entrada al arca, las puertas de entrada al santísimo lugar, las puertas de entrada a la presencia de Dios, las puertas de entrada al Rey de reyes y Señor de señores.

1 Crónicas 16:4-5 “Y puso delante del arca de Jehová ministros de los levitas, para que recordasen y confesasen y loasen a Jehová Dios de Israel: Asaf el primero; el segundo después de él, Zacarías; Jeiel, Semiramot, Jehiel, Matatías, Eliab, Benaía, Obed-edom y Jeiel, con sus instrumentos de salterios y arpas; pero Asaf sonaba los címbalos.”

Obed-edom no se conformaba servir a Dios como portero, también quería alabar a Dios de una manera diferente, Obed-edom también era un músico, y cantaba a Dios salmos… me imagino que de agradecimiento por tanta bendición recibida de parte de Dios.

1 Crónicas 26:4 “Los hijos de Obed-edom: Semaías el primogénito, Jozabad el segundo, Joa el tercero, el cuarto Sacar, el quinto Natanael, el sexto Amiel, el séptimo Isacar, el octavo Peultai; porque Dios había bendecido a Obed-edom.”

Los hijos son herencia de Dios y Dios había bendecido a Obed-edom de una manera sobreabundante, pero lo mejor de todo es que Dios bendijo a Obed-edom hasta la tercera generación por causa de su servicio y entrega a Dios 1Crónicas 26:6 “…fueron señores sobre la casa de sus padres; porque eran varones valerosos y esforzados.”. Dios hoy quiere bendecir tu vida. Conviértete en un siervo confiable para Dios para que puedas ministrar las cosas santas de Dios, para que puedas servir a Dios y a su pueblo.

No busques la bendición, esta viene como consecuencia de servir a Dios con amor y sin esperar nada a cambio. Hoy día di como dijo Josué


Josué 24:15 “… yo y mi casa serviremos a Jehová”

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