2 Samuel 6:11 “Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom geteo
tres meses; y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa.”
David había recuperado el arca
del pacto y pretendía retornarla a Jerusalén, pero después de que casi se vuelca,
y un hombre murió, David decide dejarla en algún cercano del accidente, el arca
era el objeto más sagrado que tenía el pueblo de Israel, allí contenían las
tablas de la ley y también un poco de maná, el arca significaba la presencia de
Dios; por lo tanto David no podía confiar este objeto tan valioso a cualquier
persona.
De entre todas las personas
Obed-edom tuvo el privilegio de ser escogido por David para ser el guardián del
arca por tres meses, y es así que el arca del pacto fue a la casa de Obed-edom
y en ese periodo de tiempo toda la casa de Obed-edom fue bendecida por Dios.
Y eso es lo que sucede cuando la
presencia de Dios está en tu casa, tú eres bendecido por Dios, tu casa es
bendecida por Dios cuando conviertes tu hogar en un altar de adoración para
Dios, pero un altar no es levantado por cualquiera, un altar es levantado por
un adorador.
La actitud del religioso es que
se adora en el templo, más el verdadero adorador levanta un altar de adoración
en casa, y el mismo se convierte en un tabernáculo que lleva la presencia de
Dios donde sea que se encuentre.
Un adorador es un siervo que es
consiente que su vida se la debe a Dios, que sus pertenencias se la debe a Dios,
que todo lo que tiene es de Dios; por lo tanto el verdadero siervo no tiene
reservas para con Dios. Obed-edom era esa clase de siervo, un siervo que
adoraba, un siervo que le rendía todo a Dios, uno que no se reservaba nada.
1 Crónicas 15:21 “Matatías, Elifelehu, Micnías, Obed-edom, Jeiel y
Azazías tenían arpas afinadas en la octava para dirigir.”
Obed-edom era un músico cuyos instrumentos
estaban afinados, no emitía ninguna nota desafinada, todo estaba en su lugar
preparado para entregar lo mejor a Dios, para servir de la mejor manera a su
Señor. Para llegar a esa clase de servicio, Obed-edom se preparaba, entrenaba,
porque quería ofrecerle lo mejor a su Señor. Sabía que no podía darle cualquier
cosa a Dios, así que cuidaba de sus instrumentos.
Tal vez no todos seamos músicos,
pero tenemos otros instrumentos para servir a Dios… nuestro cuerpo, debemos
cuidar nuestro cuerpo como templo del Espíritu Santo para servir a nuestro
Señor, nuestra garganta para poder predicar, nuestra salud para poder
evangelizar, y servir en el templo.
Obed-edom sirvió con esmero que
fue ejemplo de reyes, puesto que David lo escogió de entre todos para guardar
el arca, Dios lo prosperó y lo puso en las mejores posiciones que había en el
ministerio.
1 Crónicas 15:18 “Y con ellos a sus hermanos del segundo orden, a
Zacarías, Jaaziel, Semiramot, Jehiel, Uni, Eliab, Benaía, Maasías, Matatías,
Elifelehu, Micnías, Obed-edom y Jeiel, los porteros.”
Obed-edom era un portero, era un
guardián de la casa de Dios, porque entendía lo que decía el salmista en 84:10
“Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes
estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad.”.
Que privilegio tan grande estar cuidando las puertas de entrada al templo.
1 Crónicas 15:24 “Y Sebanías, Josafat, Natanael, Amasai, Zacarías,
Benaía y Eliezer, sacerdotes, tocaban las trompetas delante del arca de Dios;
Obed-edom y Jehías eran también porteros del arca.”
Pero no era cualquier portero,
tenía un privilegio mucho más grande, cuidaba las puertas de entrada al arca,
las puertas de entrada al santísimo lugar, las puertas de entrada a la
presencia de Dios, las puertas de entrada al Rey de reyes y Señor de señores.
1 Crónicas 16:4-5 “Y puso delante del arca de Jehová ministros de los
levitas, para que recordasen y confesasen y loasen a Jehová Dios de Israel:
Asaf el primero; el segundo después de él, Zacarías; Jeiel, Semiramot, Jehiel,
Matatías, Eliab, Benaía, Obed-edom y Jeiel, con sus instrumentos de salterios y
arpas; pero Asaf sonaba los címbalos.”
Obed-edom no se conformaba servir
a Dios como portero, también quería alabar a Dios de una manera diferente,
Obed-edom también era un músico, y cantaba a Dios salmos… me imagino que de
agradecimiento por tanta bendición recibida de parte de Dios.
1 Crónicas 26:4 “Los hijos de Obed-edom: Semaías el primogénito,
Jozabad el segundo, Joa el tercero, el cuarto Sacar, el quinto Natanael, el
sexto Amiel, el séptimo Isacar, el octavo Peultai; porque Dios había bendecido
a Obed-edom.”
Los hijos son herencia de Dios y Dios
había bendecido a Obed-edom de una manera sobreabundante, pero lo mejor de todo
es que Dios bendijo a Obed-edom hasta la tercera generación por causa de su
servicio y entrega a Dios 1Crónicas 26:6
“…fueron señores sobre la casa de sus padres; porque eran varones valerosos y
esforzados.”. Dios hoy quiere bendecir tu vida. Conviértete en un siervo
confiable para Dios para que puedas ministrar las cosas santas de Dios, para
que puedas servir a Dios y a su pueblo.
No busques la bendición, esta
viene como consecuencia de servir a Dios con amor y sin esperar nada a cambio.
Hoy día di como dijo Josué
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