1 Samuel 2: 12-16 “Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían
conocimiento de Jehová. Y era costumbre de los sacerdotes con el pueblo, que
cuando alguno ofrecía sacrificio, venía el criado del sacerdote mientras se
cocía la carne, trayendo en su mano un garfio de tres dientes, y lo metía en el
perol, en la olla, en el caldero o en la marmita; y todo lo que sacaba el
garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían con todo
israelita que venía a Silo. Asimismo, antes de quemar la grosura, venía el
criado del sacerdote, y decía al que sacrificaba: Da carne que asar para el
sacerdote; porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda. Y si el hombre le
respondía: Quemen la grosura primero, y después toma tanto como quieras; él
respondía: No, sino dámela ahora mismo; de otra manera yo la tomaré por la
fuerza.”
Este es un incidente lamentable
que nos muestra que cuando un ministro no vive bien el pueblo menosprecia la
ofrenda a Dios, menosprecia la adoración y el pueblo empieza a pecar, es necesario
que como ministros de Dios demos un buen testimonio al pueblo de Dios.
Dice la escritura que los hijos
de Elí eran hombres impíos que no tenían conocimiento de Jehová, pero aún así
eran sacerdotes de Dios, como siervos de Dios nosotros tenemos la responsabilidad de conocer a Dios, pero
el conocimiento no viene de solamente leer las escrituras o saber hebreo y
arameo, el conocimiento de Dios no
viene por tener una educación formal o científica, el conocimiento viene por tener revelación de quien es Dios, el
conocimiento de Dios viene por pasar tiempos de intimidad con Él.
En Génesis 4:1 dice la palabra
que Adán conoció a su mujer, pero
Adán ya conocía a Eva, el conocimiento que tuvo Adán fue un conocimiento que
solamente se adquiere mediante la intimidad, o lo mismo que pasó con Job cuando
reconoció que no tenía un conocimiento pleno de Dios y dijo en Job 42:5 “De
oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven”.
Muchos siervos tienen ese
conocimiento, un conocimiento teórico, un conocimiento que no lleva vida, ese
conocimiento nos conduce al legalismo, nos conduce al fariseísmo y podemos
llegar a tener actitudes y el pueblo puede observar estas actitudes y el pueblo
puede preguntarse y cuestionarse ¿Si ellos siendo siervos?, ¿Si ellos estando
en el liderazgo?, ¿por qué yo no?
En cambio cuando tu vida es una
vida de ejemplo de intimidad con Dios, cuando tu vida es una vida de servicio,
tu vida es una vida de entrega de sacrificio, entonces esa clase de vida puede
inspirar a toda una generación, de la misma manera como lo hizo el Rey David,
que hasta hoy día su vida nos inspira a amar y servir a Dios de la misma manera
que él lo hizo.
Los hijos de Elí se basaban en
costumbres, los sirvientes venían con un garfio y sacaban lo que deseaban
siendo que la palabra de Dios había establecido otra cosa
Levíticos 10:14 “Comeréis asimismo en lugar limpio, tú y tus hijos y
tus hijas contigo, el pecho mecido y la espaldilla elevada, porque por derecho
son tuyos y de tus hijos, dados de los sacrificios de paz de los hijos de
Israel.”
Dios había establecido que una
porción de las ofrendas fueran entregadas a los sacerdotes para su manutención,
pero estos hombres habían cambiado lo que Dios había ordenado por tradiciones
de hombres, esto mismo puede pasar hoy día cambiar lo establecido por Dios por
costumbre de hombres. Esta clase de irreverencia trae la falta de conocimiento
de Dios.
Los hijos de Elí no tenían
respeto por las ofrendas consagradas a Dios, y el pueblo tenía conocimiento de esto,
mis hermanos… nosotros tenemos el privilegio de ministrar cosas santas, en
nuestro servicio, el hecho que nosotros llevamos el pan, el vino, las charolas,
las mantas, los sobres, Etc. es necesario que tengamos conciencia que esas
cosas son cosas consagradas para Dios, no son cosas nuestras, son cosas que han
sido dedicadas a Dios, por más insignificante que te parezca, eso es algo que
ha sido dedicado para uso exclusivo dentro del ministerio y ministrar al
pueblo. Tú no vas a ver esas charolas sirviendo platos de comida, mucho menos
con un vaso de cerveza. Porque de una misma fuente no puede brotar agua dulce y
agua amarga al mismo tiempo, algo que es consagrado para Dios no puede ser
usado para Dios y para el mundo. Como siervos de Dios, nuestra vida tiene que
ser una vida consagrada para Dios, nuestra vida tiene que estar rendida a Él.
1 Samuel 2:17 “Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los
jóvenes; porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová.”
La actitud hacia las cosas santas
de Dios de estos hombres llevaron al pueblo a menospreciar las ofrendas
presentadas a Dios, para ellos, simplemente se volvió algo ritual, ir al templo
empezó a convertirse en una costumbre; se perdió el verdadero significado de
llevar las ofrendas a Dios. Cuando una familia se presentaba delante de Dios
llevando sus ofrendas, era un tiempo de regocijo.
Levítico 23:37 “Estas son las fiestas solemnes de Jehová, a las que
convocaréis santas reuniones, para ofrecer ofrenda encendida a Jehová,
holocausto y ofrenda, sacrificio y libaciones, cada cosa en su tiempo”
Ese es el verdadero significado
de presentar una ofrenda a Dios, estar alegre por las provisiones que Dios nos
entrega, y como gratitud de parte nuestra entregamos las ofrendas a Dios. Pero
ahora ¿en qué se ha convertido las ofrendas para ti, qué significan los diezmos
para ti?, entregar porque los hermanos te ven o porque Dios te está viendo, dar
tus diezmos y ofrendas simplemente para no pecar… y recuerdas Malaquias 3:8; o
porque quieres reclamar las promesas de Dios.
Mi hermano… no se debe ofrendar
ni para no pecar, no se debe ofrendar para cumplir un requisito, no se debe
ofrendar ni diezmar para reclamar promesas de abundancia, lo debes hacer
simplemente porque Dios es bueno contigo y quieres demostrarle lo agradecido
que estás con Él, lo mucho que lo amas; cuando recuerdas que Dios es bueno
contigo que no te ha faltado el pan sobre tu mesa, eso se convierte en una
fiesta porque sabes que millones de personas mueren de hambre alrededor del
mundo.
1 Samuel 2:22-24 “Pero Elí era muy viejo; y oía de todo lo que sus
hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la
puerta del tabernáculo de reunión. Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas
semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes. No,
hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar al pueblo
de Jehová.”
Lamentablemente hay siervos que
comenten pecados públicos, otros cometen pecados ocultos, pero no hay nada bajo
el sol que no llegue a saberse. En este caso Elí conocía del pecado de sus
hijos, pero simplemente los reflexionó y no los estorbó para que no siguieran
cometiendo más pecado. ¿Qué dice la
palabra sobre alguien que peca?
Mateo 18:15-17 “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y
repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si
no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres
testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si
no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.”
No pretendamos ser más bueno que
Dios, sólo hay uno bueno… Dios, nadie más lo único que podemos hacer
simplemente es hacer lo que dice la Biblia, si alguien persiste en el pecado,
apartarnos de él, hay otra versión más contundente sobre el pecador
1 Corintios 5:11 “Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno
que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente,
o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis.”
Tal vez hoy estas palabras no te
suenen tan bonitas, pero no estoy aquí para caerte bien, estoy aquí para
enseñarte, para mostrarte lo que dice la palabra y dejar que el Espíritu Santo te muestre lo
que necesitas cambiar, para poder crecer en el ministerio y ser usado por Dios
de una manera poderosa.
El ministerio no es un lugar para
ensayar a ver que tal te va… si Dios te ha puesto en este lugar es porque Él ha
visto en ti un potencial que tu no te imaginas, es porque has pasado etapas, ,
es porque estás apto para poder servir. Por eso pasas un tiempo de prueba, en
el cual estás madurando, y vas a continuar madurando.
Hoy te aliento mi hermano a que
analices tu vida y pídele a Dios que te muestre si hay algún área de tu vida en
la cual no estas siendo de buen testimonio, si eres obediente en casa de tus
padres, si eres buen estudiante, si en tu trabajo eres leal a tu jefe, si en tu
matrimonio eres buen esposo o esposa, si en el ministerio has sido fiel y has
buscado de Dios, que Dios te muestre las áreas en las que debes cambiar para
ser mejor siervo.
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