Lucas 8:15 “Mas la que
cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la
palabra oída, y dan fruto con perseverancia.”
La parábola del sembrador cuenta la historia de
un hombre que sembró en diferentes clases de tierra, aquellos que fueron
sembrados junto el camino la palabra no entra en sus corazones porque tienen un
corazón duro como la tierra del camino, y esta situación aprovecha Satanás y
roba la palabra que fue sembrada en su corazón. Cuántas veces escuchaste una
palabra que hizo vibrar tu |corazón, y cuando saliste dijiste: yo quiero eso, tiene razón voy a cambiar;
pero apenas saliste empezaste a pelear, a discutir o al llegar a tu casa en
lugar de postrarte de rodillas lo que hiciste fue mirar televisión, o dormir.
Satanás aprovechó y robó lo que fue sembrado en tu corazón.
Pero están los otros tienen que tienen hambre
de Dios, pero no están sólidos, no tienen buenos fundamentos, escuchan la
palabra y pareciera que permanecen en la palabra, pero vienen las pruebas, y le
echan la culpa a Dios, se enojan con Dios, con la Iglesia, con el pastor, con
todos; y vuelven a ser los de antes. Recuerdo a una hermana que parecía que
estaba firme en el ministerio, pero le atacó la prueba… era la enfermedad de su
abuelo…y culpó a Dios porque no lo escuchó. Los siervos son los más probados,
porque nuestra fe tiene que ser probada, aquel que te dijo que el cristianismo
era sin pruebas, un cristianismo fácil… te mintió.
También están aquellos que ponen los afanes de
la vida arrebaten su tiempo con Dios, hay algunos que mientras no tienen
trabajo los ves firmes en la iglesia, orando, clamando, sirviendo, ayunando,
pero una vez que consiguen lo que quieren, dejan de buscar a Dios, mi hermano.
Dejan que el trabajo los absorba, que los afanes de la vida, los absorba,
Satanás les ofrece distracciones, para tenerlos atrapado.
Todas estas son estrategias que tiene Satanás
para tenerte atrapado, bajo su control, porque el vino para matar, para robar y
destruir, pero Jesucristo vino para traer vida, y vida en abundancia. Aquellos
que deciden a amar Dios sobre todas las cosas, son aquellos que retienen la
palabra, no importando las pruebas, no importando los afanes de la vida. Todos
vamos a tener pruebas… las pruebas te convierten en una tierra fértil.
¿Cómo es eso posible? La tierra para ser fértil
el labrador tiene que prepararla, le tiene que arrancar la maleza, tiene que
arrancar las piedras, tiene que abonarla, tiene remover la tierra. Mi hermano
para que tu seas tierra fértil Dios tiene que trabajar en tu vida, arrancando
el pecado, arrancando tus hobbies, tus deseos, Dios tiene que trabajar en tu
vida abonando tu vida con intimidad, con palabra, con bendiciones, con
demostración de poder. Tiene que remover todo lo sucio y lo oscuro, cuando eres
tierra fértil entonces la palabra puede ser sembrada en ti y esa palabra es la
que da fruto al ciento por uno.
La clave está en la última palabra de este
versículo… perseverancia. La
perseverancia en los caminos del Señor es lo que te va a dar la victoria, no
hay otra manera. Los frutos son aquellos que se dan con tiempo en la presencia
de Dios.
Juan 15:4 “Permaneced
en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si
no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.”
Apartados de Cristo no vamos a poder llevar
fruto, hay un ejemplo que ilustra perfectamente esta situación, cuando estamos
alejados de la fuente de vida que es Cristo estamos muertos, como la rosa, la
rosa puede verse hermosa linda, pero la rosa una vez cortada empieza a morir,
puede pasar un par de días o una semana, pero con el tiempo, la rosa se muere,
aunque parezca bonita, igual puede ser que te veas bonito, y permanezcas en el
ministerio, pero si no estás conectado con la fuente de vida que es Cristo no
vas a durar en el ministerio, puede ser que estés un tiempo pero pronto te vas
a cansar, porque lo estás haciendo en tus fuerzas.
Cristo dice permanece en mí, Cristo dice
conéctate a mí, por eso no existen llaneros solitarios en la vida cristiana,
necesitamos estar conectados con la fuente de vida, necesitamos pertenecer a un
ministerio, a una iglesia, necesitamos congregarnos y dejar que Dios sea
guiando nuestra vida.
Juan 15:2 “Todo
pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo
limpiará, para que lleve más fruto.”
Aquel que no permanece en Cristo, Dios será
quitándolo del ministerio, será quitándolo de la iglesia, Dios va a poner un su
corazón ese sentimiento de no asistir, de renunciar, porque no permanece,
porque no está conectado a esa fuente de vida.
Lucas 13:6-9 “Dijo
también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino
a buscar fruto en ella, y no lo halló. Y dijo al viñador: He aquí, hace tres
años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para
qué inutiliza también la tierra? El entonces, respondiendo, le dijo: Señor,
déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. Y si
diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.”
Cristo compara la iglesia con una viña, dice
que en la viña hay muchos árboles, algunos de esos árboles dan fruto, pero
también hay algunos árboles que no dan fruto, a pesar de que durante tiempo el
Señor trabajó en ellos, los preparó, los regó, los cuidó, pero son tercos, todavía
tienen cosas oscuras en su corazón que no quieren soltar, hay pecados ocultos,
o Dios no es su prioridad, se quedan allí sin dar frutos.
Y el Señor dice ¡córtalo!, están desperdiciando
tiempo, espacio, tierra; se los ha cuidado se les ha dado lo que necesitan para
producir; pero no lo quieren hacer… Hay ¿un tiempo de gracia?, si lo hay, pero
también hay un tiempo donde Dios te va a pedir cuentas de lo que has hecho.
Pero aun así hay un tiempo de Súper gracia… donde es tu última oportunidad para
producir frutos. Pero si aun así no lo haces Dios te quitará del ministerio y
Dios pondrá a otro en tu lugar, a alguien que quiera hacer lo que Él quiere.
Dios tiene grandes planes para contigo, Dios quiere llevarte a otro nivel, pero
lo que Dios está buscando es a alguien que quiera dar frutos.
Juan 15:2 “Todo
pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo
limpiará, para que lleve más fruto.”
Y a aquel a quien Dios encuentre dando frutos,
lo limpiará aún más, esto quiere decir que seguirá trabajando en tu vida,
porque Él es fiel y terminará la obra que empezó en tu vida. Seguirá
limpiándote, seguirá equipándote, hasta que alcances la estura perfecta en
Cristo Jesús. Dios no quiere que te quedes en un mismo nivel, Dios quiere que
tu crezcas en poder, en conocimiento, en unción, en autoridad. Dios quiere que
tú vayas aumentando tu nivel; para que lleves más fruto.
Dios quiere que tú te conviertas en punta de
lanza. En la punta de lanza, no existen seguidores, en la punta de lanza,
puedes ser un diácono o un líder de turno, puedes ser un pastor, pero te estás
moviendo en la misma unción, estás madurando todo el tiempo. No es necesario
que te digan lee la Biblia, entra en oración, no es necesario que hagan
recuerdo que tienes que servir, estás presente cuando se te convoca a servir en
una campaña. Eres una persona que todo el tiempo está avanzando, que está
creciendo, que está en movimiento, no te quedas estático. Estás dejando que
Dios opere en tu vida, estás dejando que Dios limpie tu vida de toda cosa
inmunda
Colosenses 1:10-12
“para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto
en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con
todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y
longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para
participar de la herencia de los santos en luz;”
Dios quiere que camines como es digno de un
hijo de Dios, Dios quiere que te comportes como un hijo de Dios. Cuando
estudias algo de historia te das cuenta que los hijos de los nobles se
preparaban para gobernar, estudiaban en las artes de la guerra, la manera como
caminaba el hijo de un noble era muy diferente a la manera de caminar del hijo
de un plebeyo, mi hermano tu eres el hijo del Rey y no puedes caminar como
cualquier mundano, no puedes caminar como cualquier pecador, es necesario que
caminemos en los caminos de Dios.
Dice agradándole en todo, no dice que le agrademos en algunas cosas, o en casi todo,
dice que es necesario que le agrademos en todas las cosas… ¿y cómo podemos
agradar a Dios? Dando frutos, mostrando interés por las cosas de Dios,
estableciendo prioridades. Preocupándote por conocer los planes de Dios en tu
vida, preocupándote por conocer a Dios. Fortaleciéndote cada vez más en Dios
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