jueves, 1 de noviembre de 2018

Usados por Dios


Jeremías 1:17 “Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos, para que no te haga yo quebrantar delante de ellos.”

Dios está diciendo que nos preparemos porque tiene un propósito para nuestra vida, porque quiere usarnos de manera que no sospechamos, nos está diciendo que hablemos lo que Él nos instruye, como siervos de Dios no podemos cambiar el mensaje de Dios, no podemos predicar para caer bien a un hermano a algún líder, debemos hablar lo que Dios nos instruye. Dios quiere que su mensaje llegue a su pueblo

Hechos 2:17 “Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños;”

Este es un tiempo donde Dios está levantando hombres y mujeres con el Espíritu de Dios sobre sus vidas, esto es lo que hace a estos hombres fuertes, diferentes a los demás, lo que me encanta de este pasaje es que Dios no solamente va a dar de su gracia a una clase de personas, sino que va a derramar de su Espíritu sobre persona de todas las edades, niños, jóvenes, hombres maduros, ancianos.

Dios no está mirando la condición social, ni el nivel de preparación, ni la edad, el único requisito para que Dios derrame de su espíritu es tener un corazón predispuesto para con Dios. Algo que llama profundamente la atención es que está llamando a niños, recordemos que Jesús dijo en Mateo 19:14 “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”. También habla de jóvenes y de ancianos, personas que tal vez no tengamos en cuenta para servir a Dios.

Pero Dios ve algo que el hombre no ve. Cuando Samuel fue a ungir a David como Rey, se presentó a la casa de Isaí y vio sus hijos: jóvenes, hermosos, fuertes, pero Dios le dijo que ninguno de ellos era el elegido, el elegido era David, a aquel a quien nadie tomaba en cuenta, porque aquel haría lo que se le pediría. Dios está mirando el corazón. ¿Cómo es tu corazón?

Es necesario que tengamos el deseo de ser usado por Dios, es necesario anhelar intensamente ver que el poder y la gloria de Dios se manifieste en un nuestra vida.

1. Compromiso

Es el precio que tienes que pagar para ser usado por Dios, las horas que tienes que pasar de rodillas, el tiempo que tienes que pasar buscando una palabra de Dios, una revelación de Dios.

Te cuento, cuando empecé a predicar aprendí que todo fluye cuando pasas tiempo delante de Dios, Dios se te revela y cuando lees la Biblia la entiendes, y Dios te muestra cosas. Pero primero hay que pagar un precio, primero es estar de rodillas.

Muchas veces sacrificas tiempo con la familia, actividades, descanso, postergas tus propias cosas para poder ofrecérselas a Dios, tienes que pasar tiempo a solas con Dios y eso mucha veces te vuelve una persona solitaria.

Cuando pasas tiempo con Él las cosas se te aclaran, renuevas compromisos, aprendes a llevar a ese viejo hombre a la cruz para que muera.

Compromiso, Dios no va a usar a un hombre sin compromiso. Dice aquel pone su mano en el arado y mira hacia atrás no es digno de mí. Es decir que si estás pensando en aquello que no estas haciendo… “yo aquí en la iglesia… pudiendo estar en el churrasco”, “yo aquí preparándome para ir a la iglesia al culto de la noche… pudiendo estar jugando un partido” ese no es digno de mí. Yo tengo un compromiso con el Señor y voy y lo cumplo porque lo amo.

2. Integridad

Integridad es ser el mismo en público y en privado, integridad es vivir sin mancha moral, sin dobleces, sin caretas. Mis hermanos es necesario que nuestras motivaciones en el servicio sean puras, siempre digo: es necesario hacer lo correcto por los motivos correctos. Cuando eres una persona íntegra, las motivaciones siempre son correctas.

Cuando eres una persona íntegra hay tres cosas que debes tener en cuenta:

a. Todo lo hace en el nombre de Jesús,

Col. 3:17 “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.”

Cuando todo lo que haces lo haces en el nombre de Jesús garantizas que Dios te está respaldando, porque su nombre es sobre todo nombre, porque sobre ese nombre se doblará toda rodilla. Y todo lo que pidieres en mi nombre el Padre os lo concederá.

Mi hermano el nombre de nuestro Señor es poderoso, entonces cualquier cosa que nosotros hagamos tenemos hacerlo pidiendo en su nombre, orando en su nombre.

b. Hacerlo de todo corazón,

Col 3:23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;”

En el Señor no existen los términos medios, “por cuanto eres tibio, ni frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”, con el Señor eres o no eres, o recoges o desparramas. El Señor quiere el 100%. Sabe es triste como al Señor le entregamos cosas mediocres.

Es terrible cuando a los siervos que hay que estar arreándolos para que cumplan su compromiso con Dios, cuando hay que estar haciéndoles recuerdo de su llamado y su ministerio.

Mi hermano cuando hagas algo da siempre el 100%, tengo un dicho: “si haces algo hazlo bien, sino no lo hagas”, no hagas las cosas de mala manera, no hagas las cosas a desgano, porque vas a tener que volverla a hacer y vas a perder tiempo. Cuando hagas algo revisa que lo hayas hecho bien. Esto es simplemente una práctica, un estilo de vida.

2. Lo hace para la gloria de Dios,

1Cor 10:31 “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.”

Cualquier cosa que hagamos sea grande o pequeña, siempre tiene que ser para la gloria de Dios, el aplauso del hombre es insignificante en comparación de la recompensa que Dios puede darte, pero no lo hagamos por recompensa sino porque realmente amamos a Dios con todas nuestras fuerzas, con toda nuestra mente, con todo nuestro corazón y con toda nuestra alma.

3. Santidad

Tú ves que en tu casa hay utensilios que son de honra y otros que son de deshonra, por ejemplo, hay cosas que guardas para días especiales, ropa, platos, cubiertos, etc. Pero también hay otros que los utilizas para cosas sucias, el trapeador lo pondrías en tu cama para que te cubra una noche? O lavarías tus platos en el inodoro? Claro que no!!!,

De la misma manera Dios no va a usar a alguien que para bebiendo, fornicando, en los boliches, en jarana, estos son instrumentos de deshonra.

Puede ser que use a alguien por un tiempo pero Dios se prepara alguien para reemplazarlo, Elí era el sumo sacerdote pero dejó que su casa se contamine y no hizo nada para impedirlo, Dios lo reemplazó y levanto al profeta Samuel.

Mi hermano Dios quiere que guardemos nuestra santidad “sed santos porque yo soy santo” Dios quiere que guardemos nuestra santidad, y qué es santidad? Santidad es apartarnos del mal y consagrarnos para Dios. Lamentablemente significa que nos alejemos de aquellas personas que nos hacen daño, que restan a nuestra vida espiritual y acercarnos a aquellas personas que aportan a nuestra vida espiritual.

1 Cor 5:11 “Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis.”

La verdad duele mucho cortar amistades, pero si la persona no quiere cambiar es una persona tóxica para nosotros, es una persona que no aporta nada y solamente trae problemas a nuestra vida, es mejor cortar toda relación con aquella.

Esa persona que convierte en un estorbo en nuestra vida espiritual que no nos permite avanzar, me encanta ese pasaje cuando Abraham se separa de Lot, justo en ese momento fue cuando Dios le dice a Abraham “ahora alza tus ojos y mira”. Así es cuando estamos con aquella persona que no quiere acercarse a Dios… miramos la tierra. Te deshaces de esa persona entonces Dios te dice “ahora alza tus ojos y mira lo que tengo preparado para ti”, ahora que te has consagrado mira tu destino.

2 Cor 7:1 “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”

Necesitamos buscar desesperadamente a Dios, como el siervo brama por las corrientes de las aguas, así clama Oh Dios por ti el alma mía. Dios debe ser nuestro despertar y nuestro dormir, debe estar en nuestros pensamientos, y clamar a Dios en todo momento. Debe ser nuestra guía. Cuando Dios es nuestro todo… entonces podemos decir que somos de Dios.

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