Jeremías 1:17 “Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y
háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos, para que no te haga
yo quebrantar delante de ellos.”
Dios está diciendo
que nos preparemos porque tiene un propósito para nuestra vida, porque quiere
usarnos de manera que no sospechamos, nos está diciendo que hablemos lo que Él
nos instruye, como siervos de Dios no podemos cambiar el mensaje de Dios, no
podemos predicar para caer bien a un hermano a algún líder, debemos hablar lo
que Dios nos instruye. Dios quiere que su mensaje llegue a su pueblo
Hechos 2:17 “Y en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas
profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños;”
Este es un tiempo
donde Dios está levantando hombres y mujeres con el Espíritu de Dios sobre sus
vidas, esto es lo que hace a estos hombres fuertes, diferentes a los demás, lo
que me encanta de este pasaje es que Dios no solamente va a dar de su gracia a
una clase de personas, sino que va a derramar de su Espíritu sobre persona de
todas las edades, niños, jóvenes, hombres maduros, ancianos.
Dios no está
mirando la condición social, ni el nivel de preparación, ni la edad, el único
requisito para que Dios derrame de su espíritu es tener un corazón predispuesto
para con Dios. Algo que llama profundamente la atención es que está llamando a
niños, recordemos que Jesús dijo en Mateo
19:14 “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales
es el reino de los cielos”. También habla de jóvenes y de ancianos,
personas que tal vez no tengamos en cuenta para servir a Dios.
Pero Dios ve algo
que el hombre no ve. Cuando Samuel fue a ungir a David como Rey, se presentó a
la casa de Isaí y vio sus hijos: jóvenes, hermosos, fuertes, pero Dios le dijo que ninguno de ellos era el elegido, el
elegido era David, a aquel a quien nadie tomaba en cuenta, porque aquel haría
lo que se le pediría. Dios está mirando el corazón. ¿Cómo es tu corazón?
Es necesario que
tengamos el deseo de ser usado por Dios, es necesario anhelar intensamente ver
que el poder y la gloria de Dios se manifieste en un nuestra vida.
1. Compromiso
Es el precio que
tienes que pagar para ser usado por Dios, las horas que tienes que pasar de
rodillas, el tiempo que tienes que pasar buscando una palabra de Dios, una
revelación de Dios.
Te cuento, cuando
empecé a predicar aprendí que todo fluye cuando pasas tiempo delante de Dios,
Dios se te revela y cuando lees la Biblia la entiendes, y Dios te muestra
cosas. Pero primero hay que pagar un precio, primero es estar de rodillas.
Muchas veces
sacrificas tiempo con la familia, actividades, descanso, postergas tus propias
cosas para poder ofrecérselas a Dios, tienes que pasar tiempo a solas con Dios
y eso mucha veces te vuelve una persona solitaria.
Cuando pasas tiempo
con Él las cosas se te aclaran, renuevas compromisos, aprendes a llevar a ese
viejo hombre a la cruz para que muera.
Compromiso, Dios no
va a usar a un hombre sin compromiso. Dice aquel pone su mano en el arado y
mira hacia atrás no es digno de mí. Es decir que si estás pensando en aquello
que no estas haciendo… “yo aquí en la iglesia… pudiendo estar en el churrasco”,
“yo aquí preparándome para ir a la iglesia al culto de la noche… pudiendo estar
jugando un partido” ese no es digno de mí. Yo tengo un compromiso con el Señor
y voy y lo cumplo porque lo amo.
2. Integridad
Integridad es ser
el mismo en público y en privado, integridad es vivir sin mancha moral, sin
dobleces, sin caretas. Mis hermanos es necesario que nuestras motivaciones en
el servicio sean puras, siempre digo: es necesario hacer lo correcto por los
motivos correctos. Cuando eres una persona íntegra, las motivaciones siempre
son correctas.
Cuando eres una
persona íntegra hay tres cosas que debes tener en cuenta:
a. Todo lo hace en el nombre de Jesús,
Col. 3:17 “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de
hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre
por medio de él.”
Cuando todo lo que
haces lo haces en el nombre de Jesús garantizas que Dios te está respaldando,
porque su nombre es sobre todo nombre, porque sobre ese nombre se doblará toda
rodilla. Y todo lo que pidieres en mi nombre el Padre os lo concederá.
Mi hermano el
nombre de nuestro Señor es poderoso, entonces cualquier cosa que nosotros
hagamos tenemos hacerlo pidiendo en su nombre, orando en su nombre.
b. Hacerlo de todo corazón,
Col 3:23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como
para el Señor y no para los hombres;”
En el Señor no
existen los términos medios, “por cuanto eres tibio, ni frío ni caliente, te
vomitaré de mi boca”, con el Señor eres o no eres, o recoges o desparramas. El
Señor quiere el 100%. Sabe es triste como al Señor le entregamos cosas
mediocres.
Es terrible cuando
a los siervos que hay que estar arreándolos para que cumplan su compromiso con
Dios, cuando hay que estar haciéndoles recuerdo de su llamado y su ministerio.
Mi hermano cuando
hagas algo da siempre el 100%, tengo un dicho: “si haces algo hazlo bien, sino
no lo hagas”, no hagas las cosas de mala manera, no hagas las cosas a desgano,
porque vas a tener que volverla a hacer y vas a perder tiempo. Cuando hagas
algo revisa que lo hayas hecho bien. Esto es simplemente una práctica, un
estilo de vida.
2. Lo hace para la gloria de Dios,
1Cor 10:31 “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra
cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.”
Cualquier cosa que
hagamos sea grande o pequeña, siempre tiene que ser para la gloria de Dios, el
aplauso del hombre es insignificante en comparación de la recompensa que Dios
puede darte, pero no lo hagamos por recompensa sino porque realmente amamos a
Dios con todas nuestras fuerzas, con toda nuestra mente, con todo nuestro
corazón y con toda nuestra alma.
3. Santidad
Tú ves que en tu
casa hay utensilios que son de honra y otros que son de deshonra, por ejemplo,
hay cosas que guardas para días especiales, ropa, platos, cubiertos, etc. Pero
también hay otros que los utilizas para cosas sucias, el trapeador lo pondrías
en tu cama para que te cubra una noche? O lavarías tus platos en el inodoro?
Claro que no!!!,
De la misma manera
Dios no va a usar a alguien que para bebiendo, fornicando, en los boliches, en
jarana, estos son instrumentos de deshonra.
Puede ser que use a
alguien por un tiempo pero Dios se prepara alguien para reemplazarlo, Elí era
el sumo sacerdote pero dejó que su casa se contamine y no hizo nada para
impedirlo, Dios lo reemplazó y levanto al profeta Samuel.
Mi hermano Dios
quiere que guardemos nuestra santidad “sed santos porque yo soy santo” Dios
quiere que guardemos nuestra santidad, y qué es santidad? Santidad es
apartarnos del mal y consagrarnos para Dios. Lamentablemente significa que nos
alejemos de aquellas personas que nos hacen daño, que restan a nuestra vida
espiritual y acercarnos a aquellas personas que aportan a nuestra vida
espiritual.
1 Cor 5:11 “Más bien os escribí que no os juntéis con
ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o
maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis.”
La verdad duele
mucho cortar amistades, pero si la persona no quiere cambiar es una persona
tóxica para nosotros, es una persona que no aporta nada y solamente trae
problemas a nuestra vida, es mejor cortar toda relación con aquella.
Esa persona que
convierte en un estorbo en nuestra vida espiritual que no nos permite avanzar,
me encanta ese pasaje cuando Abraham se separa de Lot, justo en ese momento fue
cuando Dios le dice a Abraham “ahora alza tus ojos y mira”. Así es cuando
estamos con aquella persona que no quiere acercarse a Dios… miramos la tierra.
Te deshaces de esa persona entonces Dios te dice “ahora alza tus ojos y mira lo
que tengo preparado para ti”, ahora que te has consagrado mira tu destino.
2 Cor 7:1 “Así que, amados, puesto que tenemos tales
promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu,
perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”
Necesitamos buscar
desesperadamente a Dios, como el siervo brama por las corrientes de las aguas,
así clama Oh Dios por ti el alma mía. Dios debe ser nuestro despertar y nuestro
dormir, debe estar en nuestros pensamientos, y clamar a Dios en todo momento.
Debe ser nuestra guía. Cuando Dios es nuestro todo… entonces podemos decir que
somos de Dios.
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