lunes, 2 de enero de 2023

!Santifícate, que Dios hará maravillas en tu vida!

 Josué 3:5 “Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros.”.

El pueblo estaba a punto de cruzar el río Jordán, estaba a punto de entrar a la tierra que tanto desearon, durante 40 años estuvieron esperando este momento… entrar a la tierra que fluye leche y miel.

Pero durante esos 40 años que estuvieron en el desierto, Dios nunca los abandonó, Dios siempre estuvo con ellos, lo único que tenían que hacer los israelitas para ver la gloria de Dios, era mirar arriba para ver la nube que estaba sobre ellos, era esperar la noche para ver al Espíritu Santo en forma de una columna de fuego, era beber agua de la roca que representaba Jesús. Dios siempre estuvo sosteniendo a su pueblo.

Dios nunca abandona a sus hijos cuando están cruzando el desierto, cuando están en pruebas, en dificultades los hijos de Dios siempre van a ver operando a Dios en todas partes, siempre van a ver la gloria de Dios sobre sus vidas.

Durante esos 40 años no faltó el pan, todos los días caía maná del cielo, Dios proveía del pan para sus mesas, no faltó la carne, no faltó el vestido, dice la palabra que la ropa crecía con cuando los niños crecían, los zapatos crecían a medida que los niños crecían, que no se desgastaban, porque Dios siempre provee en esos momentos de necesidad, Dios demuestra ser Dios en los tiempos que el hombre no puede… Dios siempre puede.

Dios no cambia Dios es el mismo de ayer de hoy y siempre, así como Dios proveyó a su pueblo Israel en el desierto, Dios también ha provisto para su pueblo durante estos tres años y medio de crisis y juicio que ha vivido Santa Cruz. No ha faltado el pan, el vestido y un techo sobre nuestras cabezas, porque Dios es fiel.

Dios siempre estuvo operando, Dios siempre te estuvo cuidando

Así como Dios hizo maravillas en el desierto, así como Dios maravillas cuando estuvimos probados, agobiados, cuánto más Dios no va a ser más maravillas cuando estemos en abundancia, en prosperidad, ahí veremos La gloria de Dios manifestarse a otro nivel.

Dios nos dice: ya pasó lo peor, el desierto quedó atrás, adelante solamente está lo que se te prometió, ¿Quieres seguir viendo las maravillas de Dios?, ¿Quieres que Dios siga operando en tu vida?, Dios solamente te pide una cosa.

Santifícate porque Dios hará maravillas en tu vida.

Quiere decir: conságrate, entrégate a Dios, deja atrás el pecado, deja las excusas, rinde de tu vida al único que vive y reina Por los siglos de los siglos.

Josué 5

2 En aquel tiempo Jehová dijo a Josué: Hazte cuchillos afilados, y vuelve a circuncidar la segunda vez a los hijos de Israel.

3 Y Josué se hizo cuchillos afilados, y circuncidó a los hijos de Israel en el collado de Aralot ["de los prepucios"].

4 Esta es la causa por la cual Josué los circuncidó: Todo el pueblo que había salido de Egipto, los varones, todos los hombres de guerra, habían muerto en el desierto, por el camino, después que salieron de Egipto.

5 Pues todos los del pueblo que habían salido, estaban circuncidados; mas todo el pueblo que había nacido en el desierto, por el camino, después que hubieron salido de Egipto, no estaba circuncidado.

Para entrar a la tierra prometida, Israel tuvo que santificarse, cumplir los pactos que había hecho, porque hasta ese momento Israel se había olvidado de los pactos.

Dios había hecho con Abraham un pacto. Abraham y sus descendientes tenían que circuncidarse, ese era el pacto visible de que ellos pertenecían a Dios, así como cuando te casas y llevas un anillo, miras el anillo y te recuerda que perteneces a otra persona, Dios le iba a entregar una tierra prospera, pero Israel no cumplió el pacto, se olvidaron que le pertenecían a Dios y adoraron a ídolos, dejaron de circuncidarse, se olvidaron del pacto, Israel fue infiel.

A pesar de que Israel no cumplió su parte del pacto, Dios cumplió lo que había prometido, porque Dios es fiel a pesar de nuestra infidelidad, a pesar de que le fallamos Dios siempre cumple lo que promete, a pesar de que nos olvidamos de Dios, Él siempre está allí para nosotros.

Porque Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta.

Pero el punto aquí es que Israel recordó el pacto y decidió cumplirlo, sí has sido infiel con Dios, sí has fallado compromiso, este es el tiempo en la cual puedes volver a pactar con Dios, decide cumplir tus pactos, decide volver tu mirada a Dios, decide enfocarte en Dios, santifícate y deja que Dios haga maravillas en tu vida y a través de tu vida.

La circuncisión era parte del pacto del pueblo de Israel, esta era una circuncisión física, en el nuevo pacto se nos ha enseñado qué hay una circuncisión del corazón, pero hoy día quiero mostrarte que Dios siempre pidió la circuncisión del corazón.

Deuteronomio 10:16 “Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.”

A Dios siempre le importó la circuncisión del corazón, pero el hombre siempre fue duro, rebelde, contumaz.

Hoy día Dios nos está pidiendo circuncidar el corazón, sacar toda la suciedad, todo lo que no sirve, hay gente que acumula cosas que no sirven, son acumuladores compulsivos, ¡limpia tu corazón!

Sobre toda cosa guardada Guarda tu corazón porque de él maná la vida, parte de ese proceso de santificación es la circuncisión del corazón.

Es tu responsabilidad circuncidar el corazón, no es responsabilidad del pastor, del líder, del apóstol, es tu responsabilidad, eres tú el que tiene que querer apartarse, consagrarse, eres tú quien decides dejar el pecado, eres tú quién decide ser santo para Dios.

¡circuncida tu corazón!

¡Y allí verás la gloria de Dios!

El cumplimiento de las promesas está delante,

Eso quiere decir que: ¿todo va a ser fácil de aquí a en adelante?

¡No!

El pueblo de Israel conquistó la tierra prometida, la tierra estaba llena de gigantes, hombres grandes, fuertes; ciudades amuralladas, pero Dios estaba con Israel y si Dios está contigo no hay gigante que se puede resistir.

Recuerda David Cuándo se enfrentó a Goliat de edad de 17 años, flaco, débil; tú eres ese David, te pueden menospreciar, te pueden mirar a menos, pueden no tomarte en cuenta, pero es Dios quién dirige tu mano, pero es Dios quién te respalda, pero es Dios quién te da la victoria.

Porque no es con fuerza, no es con caballo, no es con espada, no es con ejército, es con mi Espíritu dice Jehová de los ejércitos.

Puede que haya ciudades amuralladas, pero es Dios quién aplasta esas ciudades cómo lo hizo con Jericó.

Lo que quiero decir es que van a existir los problemas, van a haber batallas, se va a tener que luchar, pero si Dios está contigo, tienes la victoria asegurada.

Dios va contigo como poderoso gigante y tus enemigos pueden venir por un camino pero por siete Irán escaparán delante de ti.

¡Porque Dios va a hacer maravillas contigo!

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