1 Samuel 17:28 “Y
oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos hombres, se encendió en ira
contra David y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién has dejado
aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu
corazón, que para ver la batalla has venido.”
Dios le pide a Samuel que unja como rey a uno
de los hijos de Isaí, es interesante como muchas veces Dios pide cosas, pero no
entrega todos los detalles; esto hace que Samuel se equivoque y crea que el
elegido por Dios era Eliab (el hijo mayor de Isaí), después que pasaron todos
los hijos de Isaí, recién se acordaron de David, eso quiere decir que Dios hizo
que toda la familia de David esté presente cuando, David fue ungido por el
profeta Samuel como rey, todos escucharon las palabras del profeta.
David fue menospreciado, incluso por su padre,
pero Dios lo exalto delante de todos, me gusta mucho esa escena, mostrando que
no importa el lugar o la posición, Dios siempre exalta a aquel que se humilla,
a aquel que es obediente, que le adora, que le honra, menciono esta escena
porque es importante para lo que viene.
Se levantan los filisteos para pelear contra
Israel, los 3 hermanos mayores salen a la guerra, Isaí preocupado por sus
hijos, envía a David para ver a sus hermanos, en ese momento sale Goliat y
provoca al ejército israelí.
En ese momento, el hermano mayor de David
(Eliab), se enciende en ira contra David y dice estas palabras: ¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién
has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la
malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido.
La actitud de Eliab deja mucho que desear,
porque él había sido testigo del ungimiento de David como rey, pero no creyó en
el profeta Samuel, no respetó el ungimiento de David, no creyó que David algún
día sería rey. Quiero decirte que si estás leyendo esto, es porque hay una
promesa de parte de Dios para tu vida, y muchos no van a creer en esa promesa,
es probable que muchos tengan envidia, que duden, pero no sólo han dudado de
ti, han dudado del hombre de Dios que profetizó sobre tu vida.
¿Para qué has
descendido acá?, es
probable que te digan este no es tu lugar, que levanten artimañas y
estratagemas de hombre para que renuncies y te vuelvas, van a procurar hacerte
sentir mal, inútil, inservible, que tu aporte no es significativo o que
estarían mejor sin tu ayuda. Simplemente no los escuches. Si Dios te ha
llamado, si Dios te ha traído, si Dios te ha levantado, ¿Quién es el hombre
para decirte que este no es tu lugar?, siempre habrá gente que te critique, que
te desanime, no los escuches, solamente escucha la palabra de Dios, porque vivirás
de toda palabra que sale de la boca de Dios.
¿y a quién has dejado
aquellas pocas ovejas en el desierto?, Eliab quería que David volviese a cuidar las
ovejas, estaba volviendo a menospreciar, pero el tiempo de David había llegado,
el tiempo de salir del anonimato era ahora; siempre habrá gente con envidia de
tu progreso, de que Dios te haya levantado, pero lo que ellos no ven es el
precio que pagaste, los desvelos, la búsqueda de la presencia, el levantarte
temprano, eso no ven, lo que pueden ver es lo que Dios está haciendo en tu
vida; este es el tiempo que Dios ha escogido para tu ministerio crezca en unción, en poder.
Yo conozco tu soberbia
y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido, David no fue a ver batalla, durante
40 días estuvo Goliat desafiándolos para la batalla, pero nadie se le
enfrentaba, David había ido a pelear. Tú ya no eres un espectador es el momento
de que tomes posición en el ejército de Dios y pelees la batalla, porque Dios
te ha escogido para matar gigantes.
No escuches a los que no están alineados con la
voluntad de Dios, solamente escucha la voz de Dios, escucha las promesas de
Dios, porque lo que Dios te dice está garantizado, la victoria está
asegurada.
Dios te bendiga
Lee el primer capítulo gratis haciendo click aquí