Marcos 6:5 “Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos.”
Mateo 13.58 “Y no hizo
allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.”
La Biblia narra que Jesús no hizo muchos
milagros en su tierra, el motivo la incredulidad de ellos; hoy en día sucede lo
mismo, cuando vamos a la iglesia es probable que no recibamos lo que Dios tiene
para nosotros, porque no vamos con la actitud correcta, con la perspectiva
correcta.
Es probable que estemos yendo para calmar la
conciencia, para encontrarnos con alguien, por cumplir con un compromiso, vamos
y cualquier cosa nos distrae: el hermano, la hermana, las luces, la bulla, el
ruido, el celular; incluso podemos cuestionar al predicador, no nos gusta el
tono de voz, la manera como predica.
Podemos cuestionar al predicador, podemos
llegar a familiarizarnos con él, porque somos amigos, o porque lo vimos crecer
y llegar a cuestionar como Dios lo está usando, en fin… pueden ser innumerables
los motivos por los cuales no recibimos un milagro de parte de Dios.
Incluso hoy mismo, sin necesidad de ir a la
iglesia, nosotros mismos podemos no recibir el milagro de Dios, por causa de la
incredulidad, oramos sin creer que recibiremos, dudamos de que Dios pueda hacer
un milagro, dejamos que nuestra mente lógica gane a nuestra fe.
Me gusta mucho la actitud de un padre, cuyo
hijo estaba endemoniado
Marcos 9:23-24 “Jesús
le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el
padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.”
Muchas veces la desesperación es la que nos hace
creer, o buscar realmente a Dios, y cuando no encontramos otra alternativa y
gastamos todas las posibilidades humanas buscamos a Dios, que no suceda llegar
a este extremo, busquemos ahora a Dios. Y cómo dijo este hombre si existe duda,
incredulidad, pídala a Dios.
Santiago (1:6) nos anima a que pidamos con fe,
sin dudar, creyendo que vamos a recibir lo que pedimos, me impresiona como la
mayoría de los milagros que hace Jesús, son milagros donde la gente se acerca
creyendo que va a recibir lo que busca.
Este es el tiempo de acercarte creyendo que vas
a recibir lo que pides, cree que vas a recibir tu milagro, cree que Dios va a
operar, aunque tus ojos no lo vean, cree que Dios está trabajando, está
abriendo puertas, está haciendo conexiones, está tocando corazones.
Sólo es cuestión de tiempo para que puedas ver
tu milagro realizado.
Pero si no lo recibes todavía, no dudes, porque predicar, mantenerte con fe, sirviendo, creyendo
en el Dios todopoderoso es un testimonio mucho más fuerte, que aquel que se
mantiene con fe habiendo recibido su milagro.
Lo que quiero decirte es que un milagro no
puede marcar la diferencia entre creer o no creer, entre servir y no servir, Él
te ha dado un regalo mucho más grande y te ha dado un milagro mucho más grande,
se llama vida eterna, se llama salvación.
No dejes de creer, esta es tu temporada.
Lee el primer capítulo gratis haciendo click aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario