2 Samuel 9:3-6 “[3]El
rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo
misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de
Jonatán, lisiado de los pies [4] Entonces el rey le preguntó: ¿Dónde está? Y
Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir hijo de Amiel, en
Lodebar. [5] Entonces envió el rey David, y le trajo de la casa de Maquir hijo
de Amiel, de Lodebar. [6] Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán hijo de Saúl, a
David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset.
Y él respondió: He aquí tu siervo.”
Mefi-boset era príncipe de Israel, su destino
era gobernar Israel después de la muerte de Saúl y de Jonathan, pero no fue así,
gran parte de su vida la vivió autoexiliado en Lodebar, un lugar olvidado; una
vida triste para alguien que tenía un futuro maravilloso; creo que Mefi-boset se
escondió en Lodebar en primero lugar a causa de los pecados de Saúl y en
segundo lugar porque su nodriza lo tumbó y lo volvió en un lisiado; esto lo
volvió un alguien con baja autoestima, temeroso, sin sueños, sin nada que esperar
de la vida.
Hoy en día existen muchos Mefi-boset, Dios
tiene grandes planes para sus vidas, pero hoy viven autoexiliados lejos de la
presencia de Dios, ya sea porque se tienen pocos dignos a causa de los pecados
que cometieron; o es posible vivan sus vidas sin sueños, sin proyectos, porque
no nacieron en la clase social correcta o el país no tiene las condiciones
necesarias para cumplir lo que desean, entonces deciden simplemente vivir la vida
como viene; están culpando de su situación a sus padres, a lo que vivieron, al
gobierno, a la crisis, en fin culpan a todos, pero no toman las riendas de sus
vidas.
Es posible que te hubieses abandonado a ti
mismo, pero Dios no se ha olvidado de ti,
y no importa si estás en Lodebar, Dios te llama porque Él no ha terminado
contigo, Él tiene planes, propósitos y los va a cumplir.
2 Samuel 9:7 “Y le
dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia
por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu
padre; y tú comerás siempre a mi mesa.”
Lo que sembramos hoy, nuestros hijos lo
cosechan, lo que hacemos hoy en día trasciende la eternidad, muchas veces no
entendemos porque Dios tiene misericordia con nosotros, pero son los pactos,
son las oraciones que hicieron nuestros padres; muchas veces Dios tiene
misericordia con nosotros por amor a nuestros padres.
No importa lo que el enemigo hizo, hay una
restitución de honra, de privilegios, de sueños, de ministerios, todo lo que el
diablo quitó Dios lo restituye por amor a nuestros padres; si eres siervo de
Dios, Dios honra tu servicio cuidando a tus hijos cuando ya no estés en este
mundo.
Lo primero Dios hace misericordia, lo segundo
Dios restituye, pero lo mejor es que Dios sienta en su mesa, Dios te trae a su
presencia.
Este es un tiempo de misericordia, donde los sueños vuelven a tener vida, donde existe restitución, donde vuelves a la presencia de tu Dios. ¡Deja el autoexilio, es tiempo de tener nueva vida!
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