jueves, 6 de octubre de 2016

No es con buenas intenciones (parte I)

Durante mucho tiempo el hombre ha intentado agradar a Dios, es por este motivo que vemos alrededor del mundo religiones establecidas por el hombre como una manera de acercarse a Dios, algunos levantaron estatuas, otros levantaron templos, otros sacrificios, otros ritos de toda clase, pero es imposible para el hombre agradar a Dios o intentar acercarse a Dios a la manera del hombre

Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”

Dios ha establecido maneras de agradarlo y de acercarse a Él, por más buenas intenciones o deseos que el hombre tenga no podrá jamás agradar a Dios si no lo hace a la manera que Dios lo ha establecido. De hecho hay muchos ejemplos bíblicos de cómo algunos personajes intentaron agradar a Dios, pero Dios rechazó su ofrenda porque no estaban de acuerdo a lo que Dios estableció.

1. La ofrenda de Caín


Génesis 4:3-5 “Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.”

Caín y Abel presentaron ofrendas a Dios, pero Dios acepta la ofrenda de Abel y mientras que rechaza la ofrenda de Caín, mucho se ha especulado sobre los motivos por los cuales Dios rechazó la ofrenda de Caín, incluso se ha llegado a decir que Caín presentó cualquier clase de fruto, o que los frutos eran verdes o podridos, pero que dice la biblia sobre los motivos por los cuales Dios rechazó la ofrenda de Caín.

Génesis 2:17 “mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.”

Dios le dijo al hombre si pecaba iba a morir (Romanos 6:23 “porque la paga del pecado es la muerte…”), Dios exigía derramamiento de sangre para cubrir el pecado, de hecho cumplió con esto, porque cuando expulsó al hombre y a la mujer los vistió de pieles de animales (Génesis 3:21 “Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.”), uno o más animales pagaron por el pecado de Adán.

En la ofrenda de Caín no hubo derramamiento de sangre, mientras que en la ofrenda de Abel si existió derramamiento de sangre, esta sangre cubrió los pecados de Abel, mientras que Caín no tenía cubiertos sus pecados.

Hoy en día no es necesario presentar animales y sacrificarlos para que nuestros pecados sean cubiertos, Jesucristo fue el último sacrificio que borró nuestros pecados (Hebreos 9:28 “así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos…”), pero todavía presentamos ofrendas y diezmos a Dios. Inclusive nuestro servicio es una ofrenda que para nuestro Dios.

Dios ahora examina nuestro corazón (1 Tesalonicenses 2:4 “…no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones”) para que nuestra ofrenda sea aceptada o rechazada. Dios busca una circuición del corazón (Romanos 2:29 “y la circuncisión es la del corazón, en espíritu”), por lo tanto es necesario que nuestra ofrenda sea presentada con un corazón puro, sin contaminación, sin esperar nada a cambio, simplemente con el deseo de agradar a nuestro Señor… con amor.

Mateo 5: 23-24 “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.”


A Dios le interesa más el estado de tu corazón antes que tu ofrenda, tu corazón tiene que estar totalmente puro para presentar tu ofrenda y que esta sea aceptada delante de Dios. La siguiente vez que presentes tu ofrenda, tu diezmo, pacto o tu servicio pregúntate primero las intenciones de tu corazón.

2. Nadab y Abiú y el fuego extraño

Éxodo 24:9-11 “Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno. Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron.”

Nadab y Abiú eran hijos de Aarón, las escrituras los presentan como hombres respetables, estos hombres eran parte de la comitiva que subió hasta la mitad del monte cuando Moisés subió a hablar con Dios (Éxodo 24:1-2 “Dijo Jehová a Moisés: Sube ante Jehová, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos. Pero Moisés solo se acercará a Jehová; y ellos no se acerquen, ni suba el pueblo con él.”), tuvieron el privilegio de ver (de lejos) como Moisés hablaba con Dios, privilegio que no tuvo el resto del pueblo. Estos hombres son mencionados como príncipes del pueblo de Dios.

Nadab era el sucesor de Aarón, y Abiú era el siguiente en la línea de sucesión, estos hombres eran sacerdotes del Dios altísimo (Levítico 8), aparentemente eran hombres respetables, justos, príncipes, nobles, líderes espirituales, servidores de Dios. Pero algo ocurrió el primer día de servicio en el tabernáculo.

Levítico 10:1-2 “Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová.”

Nadab y Abiú se presentaron en el tabernáculo, tomaron su incensario, pusieron fuego y lo ofrecieron delante de Jehová, pero salió un fuego y los quemo… ambos murieron quemados. Existen diferentes teorías sobre el porqué salió fuego y estos hombres murieron.
  • En el altar de bronce había un fuego que no se apagaba jamás, los sacerdotes eran los responsables de mantener esa llama ardiendo a perpetuidad (Levítico 6:13 “El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará.”) y el fuego del altar de bronce era utilizado para presentar las ofrendas a Dios (Levítico 6:12 “Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holocausto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz.”), por lo tanto es posible que Nadab y Abiú hubiesen tomado un fuego  de algún otro lugar no autorizado por Dios para presentar ofrenda (en este caso de incienso), esta teoría surge de la frase “fuego extraño”.

Esto nos debe llamar mucho la atención de tener cuidado en presentar ofrenda a Dios que no provenga del Espíritu, Juan 4:24 “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”, la ofrenda, la adoración tiene que ser espiritual y provenir del Espíritu de Dios para que esta sea aceptada.
  • Presentaron una ofrenda que Dios no pidió que lo hicieran, es decir que ellos por propia iniciativa intentaron hacer algo que Dios no les pidió hacer, ¿Cuál el motivo? Dios sabía que el pueblo de Israel vivía rodeado de pueblos paganos y no quería que Israel adoptara costumbres y maneras de adorar de estos pueblos, Dios quería que el pueblo de Israel mantenga una doctrina sana y pura. Aparentemente Nadab y Abiú eran hombres aprobados por el pueblo pero intentaron agradar a Dios con cosecha propia.

Esto nos enseña que nuestra doctrina debe ser bíblica, debe ser pura, no debe estar contaminada con costumbres del lugar donde vivimos, no puede haber sincretismo en nuestra doctrina. La fe que profesamos tiene que pasar por un filtro y ese filtro es la Biblia.

  • Es probable que Nadab y Abiú se hubiesen presentado ebrios, Levítico 10:9 “Tú, y tus hijos contigo, no beberéis vino ni sidra cuando entréis en el tabernáculo de reunión, para que no muráis; estatuto perpetuo será para vuestras generaciones”, es probable que estos hombres hubiesen bebido antes de iniciar su servicio, por lo tanto quisieron servir a Dios con los sentidos alterados… estando ebrios.
  • Es probable que hubiese pecado escondido en las vidas de Nadab y Abiú (Éxodo 28:43 “Y estarán sobre Aarón y sobre sus hijos cuando entren en el tabernáculo de reunión, o cuando se acerquen al altar para servir en el santuario, para que no lleven pecado y mueran. Es estatuto perpetuo para él, y para su descendencia después de él.”), no se purificaron adecuadamente y al presentarse al servicio murieron.

Al margen del motivo por los cuales estos dos hombres murieron debemos tener mucho cuidado de donde obtenemos los elementos de nuestro servicio u adoración, para no presentar fuego extraño. Debemos tener cuidado de que nuestra adoración o servicio no sea un sincretismo y exista una mescolanza de doctrina pura con elementos paganos. Debemos tener cuidado de presentarnos sin pecado en nuestras vidas en el servicio.

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