domingo, 1 de julio de 2018

Las 4 Ts de la economía cristiana Parte (IV)


S. Mateo 6:24 “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”

Es muy importante se coloque el dinero en lugar correcto, los problemas surgen cuándo se cambian las prioridades y se coloca el dinero en el lugar incorrecto, por ejemplo cuando colocamos al dinero como nuestra prioridad inclusive por encima de Dios y en ese momento el dinero se convierte en nuestro Dios.

Hay un dicho en el mundo que dicen que el dinero no hace la felicidad, y es muy cierto, pero no podemos negar lo importante que es el dinero en nuestra vida, con el dinero podemos comprar cosas que cubren nuestras necesidades, por ejemplo los servicios básicos, pagar ropa, vivienda, comida, Et. Pero no por ello el dinero tiene que ser lo principal y lo primordial en nuestra vida.

Desde pequeños nos han enseñado que el dinero es algo sucio, y tal vez esta perspectiva hace que muchas personas vean al dinero como algo malo, nuestros padres no nos han enseñado a manejar dinero, y como consecuencia de esto nos falta una cultura financiera.

También nos han enseñado que ser pobre es sinónimo de humildad, y como el cristiano aspira a ser humilde, mientras más pobre es mejor, pero no es así. Vemos en la Biblia que el ministerio de Jesús manejaba recursos económicos, tenían un tesorero que era Judas Iscariote (Juan 12:6), habían personas que financiaban el ministerio de Jesús (Lucas 8:1-3), Jesús mismo recogía ofrendas (Marcos 12:41-44), la túnica de Jesús fue sorteada entre los soldados (Mateo 27:35), ustedes creen que si hubiese sido cualquier cosa los soldados se hubiesen repartido la túnica, ¡de ninguna manera!, esa túnica era fina por eso se la repartieron. Podemos ver que Jesús no era una persona pobre, ni escasa, viajaba con un grupo de personas a las que había que dar de comer, alojar, vestir, Etc.

Durante muchos años nos han enseñado muy mal esta mentira, algo que siempre te digo es que eres hijo de un Rey, por lo tanto eres un príncipe o una princesa, y debes sentirte así, debes pensar así, debes actuar así, debes aspirar a lo mejor (de lo que tu economía te pueda dar). No debes verte como un pobre o un mendigo, al contrario debes verte como una persona rica… pero humilde.

Se recuerdan el ejercicio que hicimos hace un par de semanas, cuando les pedí que escriban tres cosas en que utilizarían 10.000 USD. Sólo el 8% pensó en invertir y los demás pensaron en gastar; y aquellos que pensaron en gastar se fueron a dos extremos, el primero en darlo todo a la iglesia y no pensar en las necesidades básicas y el otro en gastarlo todo para sí mismos.

Es muy importante que podamos encontrar un equilibrio en el manejo de los recursos económicos, y para eso necesitamos tener un buen manejo del dinero, necesitamos tener una buena cultura financiera.
Dios quiere que nosotros seamos prósperos, claro que sí, Él mismo dice en su palabra: amado deseo que seas prosperado en todas las cosas así como próspera tu alma y cuando habla de ser  prosperado en todas las cosas también se está refiriendo al aspecto económico Dios quiere que nosotros seamos prosperados en ese aspecto para que podamos nosotros en primer lugar expandir el reino de los cielos a través de nuestros diezmos, ofrendas pero también quiere que nosotros podamos ser vivir bien, cubriendo todas nuestras necesidades básicas.

En Malaquías 3:12 dice que vamos a hacer tierra deseable y todas las naciones nos dirán bienaventurados, una nación es deseable cuando una nación es próspera, una nación rica, cuando una nación tiene abundancia, cuando las otras naciones ven que algo tiene que no sabe qué es, eso se llama unción, gracia.

Lo básico de la cultura financiera es tener un presupuesto mensual. En ese presupuesto mensual vamos a conocer ¿Cuáles son los ingresos? a conocer ¿Cuáles son los gastos? y vamos  a tener  la capacidad ajustar nuestro estilo de vida a lo que ganamos.

Es muy importante que los gastos no excedan los ingresos, en el momento en que los gastos  exceden los ingresos, se entra en un bache financiero. Ojo, alguna vez por alguna necesidad, ya sea enfermedad, accidente, viaje, compra grande, nuestro gasto puede exceder lo que ganamos, pero esa debe ser la excepción no la regla, para poder preparar un buen presupuesto necesitamos conocer tres conceptos básicos que son necesidades gustos y deseos.

Necesidad, como su palabra lo menciona las necesidades son las cosas básicas, las cuales no podemos prescindir, si no tenemos, si no cubrimos esas necesidades básicas vamos a tener serios problemas en nuestra vida.

Entre las necesidades básicas se encuentran: alimentación, vivienda, ropa, transporte, educación, agua, luz y dependiendo del estilo de vida y del trabajo que se realiza podemos adicionar algunas cosas más como: telefonía, internet. Etc.

Gustos, es la calidad con la cual puedo cubrir una necesidad específica, por ejemplo: la necesidad transporte,  necesito movilizarme de un punto a otro, pero el transporte, yo lo puedo hacer de diferente manera, puedo irme caminando, en micro, en mi bicicleta, taxi , moto o puedo tener un vehículo particular para poder movilizarme.

O por ejemplo yo tengo la necesidad: alimentarme y yo veo si ese día como un majadito o me como un churrasco.

Deseo, el deseo es aquello que no tiene nada que ver con las necesidades básicas y los deseos son aquellas cosas de las cuales se puede prescindir por ejemplo: ir al cine, comer un helado, viajar de vacaciones, comprarme un televisor nuevo, Etc.

Cuando se prepara un presupuesto: lo primero que tengo que apartar es mi diezmo y ofrenda, luego las necesidades básicas. Tal vez te preguntes, ¿por qué Dios primero me pide que ponga mis diezmos y ofrendas aparte? La razón es muy sencilla, cuando gastas todo el dinero que tienes, estas demostrando que eres un mal administrador, en cambio cuando apartas para el diezmo  y la ofrenda estas demostrando que eres un administrador confiable y es allí cuando Dios cubre tu economía y Él mismo dice en Malaquías 310 que va a reprender al devorador de tus finanzas.

Además que el mismo hecho de apartar un porcentaje para diezmos y ofrendas te está enseñando a que no es necesario gastar todo lo que tienes, y esta actitud puede llegar a hacer un cambio en la mentalidad y estás aprendiendo a que puedes llegar a ahorrar dinero, a ajustar la calidad de vida que tienes a lo que ganas.

Después de preparar el presupuesto y apartar algo para ahorrar, puedes evaluar si puede darse ciertos gustos y puedes mejorar la calidad de vida cubriendo las necesidades con algo de mayor calidad.

Tal vez sientas que ahorrar 5 pesos al día o al mes no significa mucho y no hace diferencia y tal vez tengas razón, pero lo importante de esto en realidad es que: estás siendo un buen administrador, estás quitando la cultura de gastar, estás pensando  en el futuro, estás ajustándote a una calidad de vida que puedes pagar, estás teniendo la cultura del ahorro, luego viene la inversión.

Es posible que ahora estés ahorrando 5 pesos al día o al mes, pero ten la certeza que el día de mañana vas a ganar más, vas a poder ahorrar más, ¿Qué pasa si ahora te acostumbras a gastar todo tu dinero? El día de mañana cuando tus ingresos aumenten, vas a tener la cultura de gastarlo todo, no importa lo mucho que ganes, siempre vas a gastarlo todo, es necesario cambiar eso por una cultura de ahorrar.

Aquí surge una pregunta importante, Qué hacer con el dinero ahorrado. Es necesario que nosotros tengamos una visión cuando se tiene la visión de Dios en nuestro corazón es Dios sea segura de tener una provisión para Esa visión.

Jeremías 1:5 “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.”

Para todos Dios tiene una visión, algunos serán siervos a tiempo completo, otros siervos a tiempo parcial, otros financiadores, aquí lo importante es que cada uno tiene un llamado específico dentro del cuerpo de Cristo, y para ello Dios ya nos otorgó dones, cualidades, talentos, inclinaciones para llevarnos por este camino y en la medida que vamos por el camino que Dios tiene preparado para nosotros, Dios va a colocar su visión en nosotros, y la visión de Dios se convierte en nuestra visión. Debemos entender que la visión es la meta el objetivo y de alto cual nosotros deseamos llegar.

Entonces Dios va a dar la provisión para la visión, la palabra provisión viene de dos palabras la primera que es un prefijo el Pro, este prefijo Pro significa estar a favor de, en el caso de la palabra provisión quiere decir que estaría a favor de la visión. Por lo tanto si bien es cierto que provisión si se puede entender como proveer, también podemos decir provisión es estar a favor del objetivo o la meta que nos estamos planteando.

Por eso es muy importante que tengamos una visión, es muy importante que tengamos una meta un objetivo al cual nosotros deseamos llegar alcanzar en nuestras vidas, cuando se tiene esa visión y lleguen los momentos de incertidumbre, de desánimo en esa visión que tienes vas a encontrar la motivación para poder continuar y no desmayar.

De manera muy particular, siempre tengo metas de 5 años plazo, con esto no pierdo el enfoque  por el cual estoy trabajando, por el cual estoy ahorrando por el cual estoy luchando. Mis metas no son en una única área, esas metas son en diferentes áreas: ministerial, familiar, económica, profesional, laboral, etc. Recuerda Dios quiere que seas prosperado en todas las áreas de tu vida, no en un área específica. por lo tanto es necesario tener una visión para cada área específica la vida. De esta manera cuando tienes esas metas, cada año puedes hacer una evaluación de cuánto has progresado, de cuánto te falta para terminar. Si no tienes metas en la vida, vas a vivir la vida sin un propósito.

Cuando somos niños nos enseñan a ser buenos estudiantes en el colegio, a ser buenos universitarios, y a ser buenos trabajadores para ganarse la vida, pero no nos enseñan a tener propósito, la vida se trata de propósito, la vida se trata de visión, la vida no se trata de tener una ocupación la vida no se trata de tener que ganarse la vida.

Por eso es que la mayoría de las personas solo piensan en trabajar y como gastar el dinero y el dinero se convierte en su señor y hacen lo que sea por dinero, tal vez digas yo no hago lo que sea por dinero, piensa en esto; te gusta tu trabajo, eres feliz con la vida que llevas, a veces miro a las personas que están en las calle manejando sus vehículos, y muchos de ellos tienen unas caras tristes, porque todos los días tienen la misma rutina de vida, no tienen otra aspiración que poder llegar a fin de mes, y viven su vida en un trabajo que no les satisface, haciendo cosas que no les gusta, llevando una vida de insatisfacción, y todo ¿por qué? Por dinero, entonces el dinero se convierte en su amo.

Para pocos el dinero se convierte en su siervo, aquellos que han entendido que el dinero es siervo, utilizan el dinero para los propósitos, siendo Dios el amo y el dinero el siervo, esos pocos cumplen el llamamiento de Dios en sus vidas.

Por supuesto que para cumplir el propósito, el enemigo tratará de que desvíes el camino, por eso es muy importante que te enfoques en el propósito, y tengas autosacrificio, lo lamentable es que el muchos prefieren la autosatisfacción antes que el autosacrificio.

Cuando las personas a veces me preguntan en qué puedo invertir mi dinero, les preguntó qué es lo que más te gusta hacer, o también preguntó ¿Cuál es el talento o el don que Dios te ha dado? y le digo a las personas que desarrollen en ese talento en función a lo que Dios les ha dado, no busquen otra cosa.

Por eso es importante estar alineado a los propósitos de Dios, porque mientras estemos alineados los propósitos de Dios, Dios va a dar sabiduría, gracia, unción, entendimiento para desarrollar cualquier empresa que nosotros nos propongamos.

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