jueves, 26 de julio de 2018

Enfocandote en lo que Dios te da


Éxodo 16:16-20 “Esto es lo que Jehová ha mandado: Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda. Y los hijos de Israel lo hicieron así; y recogieron unos más, otros menos; y lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer. Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana. Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés.”

Entremos en contexto, el pueblo de Israel estaba caminando por el desierto, y en un momento dado, Dios les da pan del cielo (maná), el maná aparecía todas las mañanas en el campamento excepto el séptimo día. Dios ordenó que recojan lo necesario todos los días más el sexto día deberían recoger el doble, para poder alimentarse el sexto y el séptimo día.

Así es nuestra vida, hay tiempos en los cuales caminamos en el desierto, tenemos pruebas, luchas, pero también hay tiempos en los cuales estamos en un oasis, con abundancia y no hay preocupaciones, pero lo interesante es que en aquellos momentos en los cuales estamos en el desierto Dios siempre provee, las bendiciones de Dios están allí todos los días, las bendiciones Dios las derrama sobre justos e injustos, la palabra dice que las misericordias de Dios son nuevas todos los días, lo de ayer ya pasó, hoy es un nuevo día y este día Dios va a hacer algo grande en nuestra vida.

Algo que podemos ver es que algunos israelitas recogían más mana que otros, depende de nosotros tomar las bendiciones que Dios, algunos aprovechan y toman más bendiciones que otros, pero lo que toman es suficiente, los talentos, los dones es igual, Dios derrama sobre nosotros talentos y dones, algunos aprovechan esos dones y esos talentos y otros no, pero lo que tu aprovechas es suficiente para lo que Dios quiere hacer contigo.

Lo que Dios nos da es para que lo administremos, si Dios te ha dado un don y lo guardas, para Dios ese talento que has guardado apesta, eso que has guardado cría gusanos, Dios no ha derramado sobre tu vida talentos y dones para que los guardes, me recuerda la parábola de los talentos (Mateo 25:14-30), a aquel siervo que escondió lo que Dios le dio lo llamó siervo malo y negligente, hoy quiero alentarte a que no escondas tu talento, pero tampoco ese talento es para que lo agarres y aproveches de manera personal, sino que se lo entregues a Dios, para que Dios, el día de mañana te dé más.

Éxodo 16:29 “Mirad que Jehová os dio el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estese, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día.”

Pero hay temporadas en los cuales Dios te multiplica esas bendiciones y debes estar alerta, para tomar las bendiciones de Dios, y lo que no pasó en 10 años puede pasar en una semana. Porque Dios es así: hace como quiere, cuando quiere y con quien quiere. Hay tiempos en los que Dios acelera esos tiempos y dejas de estar en el tiempo cronos del hombre y entras en los tiempos kairos de Dios.

A veces me sorprendo, como hay personas nuevas en este ministerio que Dios las levantó como colaboradoras, o personas que Dios las usó para de un momento a otro colocarlas en sitios de honra, como lo hizo con el hermano Alex Arroyo que de un momento a otro Dios lo puso en un lugar de honra, él estuvo a cargo del ministerio unos días y fue un hombre fiel e hizo un buen trabajo, y se le va a dar una mayor responsabilidad dentro del ministerio.

Pero una vez más podemos ver que para ello es necesario que exista obediencia y predisposición en la vida del siervo. Utiliza todo lo que Dios te da y no te reserves nada. El pueblo de Israel estaba por el desierto y decía: en Egipto tenía pan, en Egipto tenía agua, en Egipto tenía carne, en Egipto vivía bien, pero era esclavo.

¿Cuántas veces se te pasó por la cabeza renunciar al ministerio?, ¿Cuántas veces se te pasó por la cabeza volver al mundo?, mi hermano esa clase de pensamiento no es pecado, lo que si es pecado es aceptar ese pecado, esos son los dardos del enemigo que te lanza y cuando estás descuidado te llegan. Por eso es muy importante estar alerta.

El pueblo de Israel estuvo en el desierto por 40 años, pero fue así por incrédulo, porque fue un pueblo quejoso, este pueblo en cuestión de unas 2 semanas pudo haber entrado a la tierra prometida, pero empezó a quejarse, hizo un becerro de oro y cuando estaban por entrar a la tierra prometida fueron incrédulos y volvieron al desierto, no usaron lo que Dios les había dado.

Dios los había sacado con mano poderosa de Egipto, una nación poderosa, si Dios los había sacado de aquel lugar no era para dejarlos morir en el desierto, no era para dejarlos morir entrando a la tierra prometida, Dios los sacó de Egipto para poseer la tierra prometida, querido hermano Dios te rescató del pecado, de la muerte, no es para hacer que pases escases, Dios no te sacó de la muerte para que vivas afanado, turbado, Dios te rescató del pecado para que vivas en libertad y darte vida eterna.

Marcos 8:4 “Sus discípulos le respondieron: ¿De dónde podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto?”

Había un pueblo numeroso que había seguido a Cristo al durante tres días, el alimento se había acabado y Cristo tuvo compasión de este pueblo y decidió alimentarlos, y les pide a sus discípulos que le den de comer. Los discípulos ya habían visto que Jesús alimentó a 5000 hombres con unos peces y unos panes, Jesús los estaba poniendo a prueba.

Pero los discípulos miraron lo que no tenían, no tenemos pan, no hay dinero, no hay esto, no hay aquello. Cuántas veces estamos como el pueblo de Israel o como los discípulos: miramos lo que no tenemos; decimos no tenemos pan, no tenemos comida, no tenemos esto, no tenemos aquello y nos quejamos. Pero ese no es el enfoque que debemos dar, tenemos lo más importante, tenemos a Dios de nuestra parte entonces podemos decir: Jehová es mi pastor nada me faltará. Sabemos que Dios está en control de todas las cosas.

Lo que Jesús quería era que nos enfoquemos en lo que si tenemos. Mira el pueblo de Israel estaban en el desierto y tal vez le faltaban muchas cosas, no tenían las comodidades o la seguridad que creemos tener, pero ellos no veían lo que sí tenían, ellos tenían a Jehová Jireh, Jehová de los ejércitos. Los discípulos no tenían dinero para comprar pan y aunque tuviesen el dinero, no había donde comprar pan, pero ellos ya habían sido testigos de una multiplicación, Jesús los estaba probando. Sólo necesitaban fe.

Mi hermano, ¿Cuál es la situación por la que estás pasando?, Dios te dice no te enfoques en tu problema, enfócate en Dios y en lo poderoso que es tu Dios. No te enfoques en aquello que no puedes conseguir o aquello que no tienes, enfócate en lo que si tienes. Enfócate en tus talentos, enfócate en las misericordias de Dios, enfócate en lo que Dios te ha dado y en lo que te dará.

En este momento quiero hacer una analogía, una planta para que crezca sana necesita: agua, sol y necesita falta de agua; si la planta tiene agua todo el tiempo, las raíces son superficiales y si viene una tempestad la planta es arrancada porque no tiene raíces profundas, pero la sequía hace que las raíces busquen en lo profundo de la tierra agua, entonces cuando vienen las tempestades la planta permanece.

Mi hermano, si todo el tiempo vives en un oasis, si no eres probado, si no pasas por pruebas tu fe es superficial, necesitas ser probado, necesitas pasar por momentos difíciles, porque esos momentos harán que madures como cristiano, hará que busques más de Dios, hará que confíes en Dios y en su poder, y rendirás el control de tu vida a Dios; entonces cuando vengan las verdaderas tempestades en tu vida. Permanecerás firme porque tus raíces, tu fe, serán profundas y nada te hará mover. Podrás doblarte, pero no te caerás, porque sabes que Dios está en control de todo.

Marcos 8:5 “Él les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Ellos dijeron: Siete.”

Cuando dejas de enfocarte en aquello que no tienes y empiezas a confiar en Dios, Dios hace el milagro. Dios opera y hace los milagros, porque ya no estás pensando en aquello que no tienes, sino en aquello que si tienes. La multiplicación se da cuando: no hay queja en tu vida, miras lo que si tienes, das gracias a Dios por aquello que te ha dado y empiezas a usar eso que si tienes.

2 Reyes 4:1-7 “Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos. Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite. Él le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte. Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite. Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite. Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede.”

Esta mujer estaba pasando por una necesidad, busca al profeta Eliseo y Eliseo le pregunta ¿Qué tienes en casa?, la mujer responde que solamente tenía aceite, nuevamente Dios quiere que te enfoques en lo que si tienes, no en aquello que te falta. A veces nosotros queremos cosas que no tenemos, por Ej. A mi me encantaría saber cantar, pero yo canto mal, pero en lugar de enfocarme en aquello que no tengo y me gustaría tener; no voy a disfrutar de aquello que si tengo. Si me enfoco en aquello que deseo y no tengo, como podré aprovechar aquello que si tengo.

Cuando la mujer se enfocó en aquello que si tenía vino la multiplicación, pero aquí otra enseñanza: tú le pones el límite a Dios, el aceite dejó de fluir cuando la mujer dijo ya no tenía vasijas para almacenar aceite.

Somos nosotros que detenemos el fluir de la unción, nosotros detenemos la bendición de Dios, cuando dejamos de orar, cuando dejamos de buscar a Dios, cuando decimos hasta aquí Señor, cuando ponemos nuestra agenda personal antes que la agenda de Dios, cuando hay intereses egoístas. Dios tiene grandes planes para tu vida. Pero quien le pone un alto a Dios, somos nosotros mismos.

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