Éxodo 29:45 “Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios.”
Dios siempre ha querido tener una
relación con su pueblo, desde el principio de los tiempos vemos como Dios se
relacionaba con Adán, caminando junto al hombre en el huerto de Edén, hablando
con el hombre. Dios tuvo una relación con el hombre hasta que el hombre pecó,
el hombre tuvo que salir del huerto porque nada sin santidad no se puede estar
en la presencia de Dios.
Pero el hombre cambió esa
relación con Dios por: ritos, manera y métodos de acercarse a Dios, que podías
llegar hasta el atrio, que solamente los sacerdotes podían acercarse a Dios, y
necesitabas de los sacerdotes para tener una relación con Dios, los sacerdotes
se volvieron los intermediarios; sólo los sacerdotes se podían acercar al lugar
santísimo, el hombre estableció una serie de procedimientos para tener una
relación con Dios, y esto llevó a que el hombre se aleje de Dios.
En lugar de tener un Dios cercano,
tuvimos un Dios lejano. Pero la Biblia nos dice algo muy diferente Dios quiere
ser un Dios cercano que se preocupa por su pueblo, cuando Israel salió de
Egipto Dios le pidió a Moisés que construyera un tabernáculo para que Su
presencia esté cerca del pueblo, también le pidió que hiciera un arca del
pacto, que era símbolo de la presencia de Dios en medio del pueblo; cuando era
de día había una nube y cuando de noche había una columna de fuego; todas ellas
eran manifestaciones de la presencia de Dios en medio del pueblo.
Cuando Jesús estaba en la tierra
le dijo a la mujer samaritana: (Juan 4:21) Mujer,
créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al
Padre. Cuando Jesús murió en la cruz del calvario, la cortina del templo de
rasgo.
Mateo 27:51 “Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba
abajo...”
Desde ese momento Dios no habitó
en templo hecho por manos de hombre (Hechos 17:24), Dios habita en los corazones
de aquellos que le aman.
David lo entendía perfectamente, David
era un hombre que buscaba a Dios todo el tiempo. Cuando estaba cuidando las
ovejas, David estaba adorando a Dios con su arpa. Cuando venían los problemas (oso, león) no se quejó ni huyó, los
enfrentó y decía Dios está preparándome para cosas más grandes, entendía que
todo estaba en control de Dios, cuando enfrentó a Goliat le dio toda la gloria
a Dios diciendo: “Tú vienes a mí con
espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los
ejércitos”. Es necesario que sepas que cada vez que enfrentes un problema
es porque Dios te está preparando para matar a tu gigante.
David a pesar de las dificultades,
no se quejó sino que siempre buscaba y adoraba a Dios, esa es la actitud de un
adorador, de un hombre que tiene una relación con Dios, cuando David fue rey de
Israel y tuvo la oportunidad de volver a traer el arca a Jerusalén lo hizo.
Pero lo hizo de manera incorrecta, subió el arca a un carro adornado, tirado
por bueyes. Uza extendió su mano y cayó fulminado.
2 Samuel 6:10-11 “De modo que David no quiso traer para sí el arca de
Jehová a la ciudad de David; y la hizo llevar David a casa de Obed-edom geteo. Y
estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo
Jehová a Obed-edom y a toda su casa.”
En ese momento David desistió y
dejó el arca en casa de Obed-edom, ese tiempo que el arca estuvo en casa de Obed-edom
fue bendecido con toda su casa. ¿Por qué? Porque la bendición está donde Dios
está presente. Muchos buscan la bendición y se olvidan de Dios, siendo que la
presencia de Dios es bendición.
Donde está Dios no hay escases, no hay
enfermedad, donde está la presencia de Dios hay prosperidad.
Después David fue averiguó que el
arca debía ser llevado por los levitas, eso quiere decir que como sacerdote
llevas la presencia de Dios donde te encuentras. Estás cargando la presencia de
Dios todo el tiempo. Eres un tabernáculo
que lleva la presencia de Dios.
Vemos que David danzaba en la
presencia de Dios, se gozaba y no le importaba que digan que estaba loco, que
lo critiquen, David sabía que era Dios quien lo había levantado de ser un
pastor de ovejas a ser el Rey de Israel, sabía que la mano poderosa de Dios lo
sostenía y no el hombre, por lo tanto no miraba al hombre, miraba a Dios.
Nosotros debemos poner la mirada
en Dios, porque el hombre nos va a decepcionar, el hombre nos va a defraudar,
el hombre nos va a fallar, pero Dios jamás lo hará.
Su esposa Mical lo miró y lo
criticó, pero David se apartó de ella y no la volvió a tocar por haber
menospreciado a Dios.
1 Crónicas 15:1 “Hizo David también casas para sí en la ciudad de
David, y arregló un lugar para el arca de Dios, y le levantó una tienda.”
En esa tienda sólo entraba David y
el arca, allí no había espacio para el sacrificio, para el candelero, para los
panes, sólo había espacio para la presencia de Dios y para David, no había
necesidad de rituales, no había necesidad de protocolo, sólo había intimidad,
sólo había tiempo con Dios.
Es hermoso cuando un hijo se
acerca al padre simplemente porque desea disfrutar de la presencia del padre,
sin necesidad de pedirle nada. Esa es la clase de relación que debemos tener
con el padre.
Samos 27:4 “Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo
en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de
Jehová, y para inquirir en su templo.”
David lo único que quería era
estar en la presencia de Dios todos los días de su vida, querido hermano hoy te
aliento a que tengas la misma actitud de David, buscar la presencia de Dios,
tener tanta intimidad con Dios, que la relación no necesita tener un protocolo,
sino que sabes que Él siempre está allí a tu lado.
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