viernes, 22 de diciembre de 2023

No te muevas

Habacuc 3:17-18 “Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.”

Me impacta mucho la vida de David, este hombre cuando joven, olvidado de su padre, tenido en poco, en esa situación; amaba a Dios. Cuando fue rey de Israel, lleno de victorias, con poder, riqueza, su amor por Dios permanecía intacto. A David no le movía ni la persecución, ni la gloria, este hombre permanecía en su fidelidad a Dios.

De la misma manera la vida de Job, sólo que Job fue al revés, siendo un hombre muy rico era fiel a Dios, y cuando lo perdió todo, continuó siendo fiel a Dios, y estando en grande tribulación, menciona esa frase que es tan poderosa: “Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo;” (Job 19:25).

Pablo decía en Filipenses 4:12 “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado”, repito porque me gustaría que se te grabe en tu corazón, estos grandes hombres nada los movía en su fidelidad, su amor por Dios, sus principios, sus convicciones.

Estos hombres en esos momentos de necesidad, sabían que todos los días dependían de Dios para su provisión, así como el pueblo de Israel dependía TODOS los días del maná y del agua en la roca, en esos momentos de necesidad Dios proveerá, por un instante recuerda, estando en tu mayor necesidad, en esos momentos cuando todas las puertas se cerraban y no sabías donde acudir, Dios estuvo allí porque no te falto ni pan, ni techo; y de allí te sacó y te puso en lugares de honra.

Estando en la abundancia, sobran los motivos para estar agradecido con Dios y serle fiel, no por lo que nos da, no por la provisión, sino porque estamos agradecidos, porque lo amamos, porque nos rescató, nos dio vida eterna.

No existe ninguna justificación para que abandones tu llamado, para que te alejes de Dios, para dejes de buscar su presencia. Se como esos grandes hombres, que nada te mueva de tus principios y tu amor por tu Señor, eso te volverá grande en Dios, aunque en la tierra nadie conozca tu nombre, en los cielos Dios conoce tu nombre y está orgulloso de ti, como lo estaba de Job.

Romanos 8:35 “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?”

Romanos 8:38-39 “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”

Es probable que tu pastor no te llame, es probable que todo el mundo se hubiese olvidado de ti, es probable que te encuentres sólo (físicamente), pero con toda certeza quiero decirte que Dios está a tu lado y te tiene esculpido en la palma de sus manos y no te abandonará jamás, y esa obra que inició en ti la terminará.

Dios te bendiga

Si estas palabras fueron de edificación para tu vida, compártela con alguien que lo necesita. 



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